Arturo Pérez-Reverte Feria del Libro de Madrid Foto de Luis Sevillano |
Mi reino por una dedicatoria
Arturo Pérez Reverte protagoniza el primer fin de semana de la Feria del Libro con seis horas de firma de libros y colas interminables
La cita madrileña arranca con mucha asistencia de público y el optimismo se nota en las 353 casetas
ANA MARCOS Madrid 2 JUN 2013 - 20:34 CET
Un domingo sale el sol y los libros de cuentas parecen menos grises. La Feria del Libro de Madrid se convierte en terreno impracticable. La temperatura aumenta, el día no es laborable y el parque del Retiro parece el mejor plan antes de enfrentar el inicio de la semana. Las riadas de personas se desplazan sin orden de un extremo al otro del Paseo de Coches y editores, libreros y autores por fin encuentran respuesta a tanto desvelo. No importa que las ventas caigan desde 2008, que uno de cada tres españoles reconozca que no lee y que la migración digital sea asignatura pendiente, a Arturo Pérez Reverte, traducido a 40 idiomas, le aguardan seis horas de firma de libros y una cola que espera desde las 8.30 de la mañana la llegada del autor de El tango de la guardia vieja (Alfaguara).
El escritor (Cartagena, 1951) llega con media hora de antelación a la carpa central de la Feria. Mónica, la primera en la fila, lleva unas tres horas esperando. “Me he sentado en un bordillo y he aprovechado para estudiar derecho civil”, cuenta la joven de 23 años. Lee a Pérez Reverte desde que tenía 14 y, aunque reconoce que le encanta toda su obra, es la saga de Alatriste la que “le llega al corazón”. Detrás de ella, Juan Vaño de 57 años ha conseguido que su escritor favorito le firme su última novela y La reina del sur. “Anoche me cogí un autobús desde Benidorm y he llegado aquí a las 9 de la mañana”, cuenta. Es la primera vez que acude a una firma de libros, en 2010, la última ocasión en que Pérez Reverte acudió a la Feria, no pudo asistir. “Es muy majo, incluso se ha disculpado por la espera”, apunta.
La cola serpentea por la parte de atrás de las casetas para intentar evitar mayores obstáculos en el carril principal. Imposible sacar un perfil tipo de lector en la variedad de personas que aguardan pacientes. Mercedes López y Alberto Lloret se han organizado para evitar que su hijo de 17 meses pasara demasiadas horas al sol. “Al final, por petición de Arturo Pérez Reverte, nos han colado”, dice él. Ambos son asiduos lectores, incluso de sus columnas. “Por muy ogro que parezca en prensa, luego es encantador”, asegura Mercedes López. “De hecho, yo le he preguntado por los videojuegos [su profesión] porque no escribe muy bien sobre ellos, y me ha confesado que suele jugar”, cuenta Alberto López.
Complicado encontrar rival de Arturo Pérez Reverte esta mañana. Tal vez, el único que podía competir en longitud de fila era Blue Jeans, autor de No sonrías que me enamoro o Buenos días, Princesa. Tras las vallas azules, una mayoría adolescente esperaba su turno. “Es la primera vez que venimos a una firma de libros, nos hemos enterado por Twitter”, cuenta una joven de 15 años. Acompañada por sus tres amigas, lleva una hora esperando a que el escritor les firme los libros de la saga que ya traen de casa, en la caseta de La Casa del Libro. “Los autores de novela juvenil suelen tener mucho más tirón”, explica una de las responsables, “pero no suelen suponer un aumento de ventas porque los adolescentes no esperan a la Feria para comprar el libro”.
Los escritores se apretujan en las casetas. Pueden llegar a coincidir hasta 11 en un mismo espacio a lo largo de una jornada de fin de semana, como sucede en la editorial Anaya. Álvaro Pombo, Luis del Val o Francisco Mora pasarán dos horas de la mañana del domingo charlando con los lectores. “No hemos aumentado el número de escritores por la crisis, aunque es evidente que estos días sube la venta de libros”, reconocen los encargados de la editorial presentes en la Feria.
La mayoría de compradores que editores y librerías conseguirán estos días de firmas multitudinarias son “lectores de autores más literarios”, explican en la caseta Antonio Machado. “Los que de verdad mantienen el espíritu de Fa feria son quienes buscan libros difíciles de encontrar y los que vienen por el descuento”, apostillan desde La Casa del Libro, al tiempo que reconocen que la crisis que vive el sector les ha hecho reorientar su calendario de firmas. “Es cierto que ahora traemos autores con algo más de tirón mediático”. Los presentadores de Telecinco Christian Gálvez y Sandra Barneda, el gurú de la enseñanza en inglés Vaughan, el cantante Santi Balmes y el escritor Javier Sierra así lo atestiguan, escondidos tras largas colas.
EL PAÍS
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