domingo, 31 de octubre de 2021

Yasmina Khadra / El atentado V







Yasmina Khadra
EL ATENTADO
V


    Alguien ha pegado un cartel en la verja de mi casa. No es exactamente un cartel, sino la portada de un diario de gran tirada. Encima de una foto grande del caos sangriento del restaurante volado por los terroristas, el titular: LA BESTIA INMUNDA VIVE ENTRE NOSOTROS . Y un artículo a tres columnas.
    La calle está desierta. Una farola anémica dispensa su luz, un halo lívido que apenas sobresale del contorno de la bombilla. Mi vecino de enfrente ha corrido sus cortinas. Son apenas las diez y no hay ninguna ventana encendida.

Yasmina Khadra / El atentado IV

 


Yasmina Khadra

EL ATENTADO

IV


    El capitán Moshe y sus asistentes me mantienen despierto durante veinticuatro horas seguidas. Se van relevando en el sórdido cuartucho donde se lleva a cabo el interrogatorio. Se trata de una especie de ratonera de techo bajo y paredes insípidas, con una bombilla enrejada encima de mi cabeza cuyo continuo chisporroteo acabará volviéndome loco. Mi camisa empapada de sudor me corroe la espalda con la voracidad de un manojo de ortigas. Tengo hambre y sed, me duele todo y no veo el final del túnel. Han tenido que agarrarme por las axilas para llevarme a orinar. He vaciado media vejiga en mi calzoncillo antes de conseguir abrir la bragueta. Mareado, por poco me rompo la cabeza contra el bidé. Me han devuelto a mi jaula a rastras. Luego, nuevo acoso, las preguntas, los puñetazos sobre la mesa, las tortas para impedir que me desmaye.

Yasmina Khadra / El atentado III

 



Yasmina Khadra

EL ATENTADO 

III


    He perdido a pacientes mientras los operaba. Nunca se sale indemne de ese tipo de experiencia. Pero mi sufrimiento no acababa ahí; tenía además que dar la terrible noticia a los familiares del difunto, que contenían el aliento en la sala de espera. Recordaré durante el resto de mi vida su angustiada mirada al verme salir del quirófano. Era una mirada a la vez intensa y lejana, cargada de esperanza y de miedo, siempre la misma, inmensa y profunda como el silencio que la envolvía. En ese preciso instante, perdía la confianza en mí mismo. Tenía miedo de mis palabras, del impacto que iban a producir. Me preguntaba cómo los familiares iban a acusar el golpe, en qué iban a pensar en primer lugar cuando se enteraran de que el milagro no se había producido.

Yasmina Khadra / El atentado II

 


Yasmina Khadra 

EL ATENTADO

II

    Abandono el quirófano hacia las diez de la noche.
    Ignoro cuántas personas han pasado por mi mesa de operaciones. Cada vez que acababa con una, los batientes de la puerta del quirófano se abrían para dejar pasar otra camilla. Algunas intervenciones no han durado mucho, pero otras me han dejado agotado. Tengo calambres por todas partes y un hormigueo en las articulaciones. Hubo ratos en que la vista se me enturbiaba y me sentía mareado. Sólo cuando un pequeño estuvo a punto de morírseme, creí razonable ceder mi puesto a un sustituto. En cuanto a Kim, se le han quedado entre las manos tres pacientes, uno tras otro, como si un sortilegio se entretuviera haciendo añicos sus esfuerzos. Salió de la sala 5 maldiciéndose. Creo que subió a su despacho a llorar a lágrima viva.

Yasmina Khadra / El atentado I

 



Yasmina Khadra

EL ATENTADO

I


    Tras la operación, nuestro director Ezra Benhaím viene a verme al despacho. Es un hombre ágil e impetuoso, a pesar de sus sesenta años cumplidos y su sobrepeso. En el hospital lo llaman el sargento de caballería por su excesivo militarismo, agravado por un sentido del humor de lo más inoportuno. Pero, a las duras, es el primero en remangarse y el último en abandonar la nave.

Yasmina Khadra / El atentado / Fragmento


Yasmin Khadra

EL ATENTADO 


No recuerdo haber oído ninguna explosión. Quizá un silbido, como el crujido de una tela al desgarrarse, pero tampoco estoy seguro. Estaba pendiente de esa especie de divinidad rodeada de un enjambre de fieles a la que su guardia pretoriana intentaba abrir paso hasta su vehículo. «Dejen paso, por favor… Por favor, apártense.» Los fieles se daban codazos para ver al jeque de cerca y tocar su kamis . El venerado anciano se daba la vuelta de cuando en cuando para saludar a un conocido o dar las gracias a un discípulo. De su ascético rostro irradiaba una mirada afilada como un alfanje. Intenté sin éxito romper el cerco de los cuerpos en trance que me aplastaban. El jeque se metió en su vehículo y agitó una mano tras el cristal blindado mientras dos guardaespaldas se sentaban a cada lado de él… Y nada más. Algo desgarró el cielo y fulguró en medio de la calzada como si fuera un rayo; su onda expansiva me alcanzó de lleno, desarticulando al grupo cuyo frenesí me tenía cautivo. En una fracción de segundo, el cielo se vino abajo y la calle, hasta ahora henchida de fervor, quedó completamente patas arriba. El cuerpo de un hombre, o un chico, se cruzó ante mi aturdimiento como un flash oscuro. ¿Qué está pasando?… Una avalancha de polvo y fuego me succiona bruscamente y me catapulta entre mil proyectiles. Tengo la vaga sensación de estar deshilachándome, disolviéndome en la onda de choque… A pocos metros —o quizá a años luz—, el vehículo del jeque está ardiendo. Lo engullen unos tentáculos voraces que desprenden en el aire un espantoso olor a cremación. Su zumbido debe de ser aterrador, pero no lo percibo. Una fulminante sordera me ha arrebatado los ruidos de la ciudad. No oigo ni siento nada, sólo planeo y planeo. Planeo durante una eternidad antes de caer a tierra, grogui, descoyuntado pero curiosamente lúcido, con los ojos más grandes que el horror que acaba de abatirse sobre la calle. Justo cuando alcanzo el suelo, todo se detiene; las antorchas por encima del coche destartalado, los proyectiles, el humo, el caos, los olores, el tiempo… Una voz celestial sobrevuela el insondable silencio de la muerte, cantando un día regresaremos a nuestro barrio . No es exactamente una voz; parece un leve temblor, una filigrana… Mi cabeza rebota sobre algo… Mamá , grita un niño, con voz débil pero clara y pura. Viene de muy lejos, de alguna sosegada lejanía… Las llamas que devoran el vehículo se niegan a moverse, los proyectiles a caer… Mi mano se busca a sí misma entre las piedras, creo que estoy herido. Intento mover las piernas, alzar el cuello; ningún músculo obedece… Mamá , grita el niño… Aquí estoy, Amín… Ahí está mamá, surgiendo tras una cortina de humo. Avanza entre los escombros en suspensión, los gestos petrificados, las bocas abiertas al abismo. Por un momento creo que es la Virgen, con su velo lechoso y su mirada martirizada. Mi madre siempre ha sido así, triste y radiante a la vez, como un cirio. Cuando ponía su mano sobre mi frente ardiendo, desaparecía toda fiebre y desazón… Y ahí está , con su magia intacta. Siento cómo un escalofrío me recorre de pies a cabeza a la vez que libera el universo y pone en marcha el delirio. Las llamas recobran su macabra actividad, la metralla su trayectoria, el pánico su profusión… Un hombre harapiento, con la cara y los brazos tiznados, intenta acercarse al coche en llamas. Aunque gravemente herido, hace lo imposible por socorrer al jeque, movido por una especie de terquedad. Cada vez que alcanza la puerta del coche, una llamarada lo repele. Los cuerpos atrapados arden dentro del vehículo. Dos espectros ensangrentados se mueven del otro lado, intentan forzar la puerta trasera. Los veo aullar órdenes, o de dolor, pero no los oigo. Cerca de mí, un anciano desfigurado me mira fijamente, como alelado; no parece darse cuenta de que está destripado, de que su sangre cae en cascada dentro de un bache. Un herido se arrastra sobre los escombros, con una enorme mancha humeante sobre la espalda. Pasa justo a mi lado, gimiendo como un loco, y muere un poco más allá, con los ojos como platos, como si no admitiera que esto podía ocurrirle a él . Los dos espectros acaban rompiendo el parabrisas y se abalanzan en el interior. Otros supervivientes acuden en su ayuda. Arrancan con sus propias manos trozos de coche ardiendo, rompen los cristales, se ensañan con las puertas y consiguen extraer el cuerpo del jeque. Una decena de brazos se lo llevan en volandas y lo alejan de la hoguera antes de tumbarlo sobre la acera mientras una nube de manos se esfuerza en apagar las llamas de su ropa. Siento una miríada de punzadas en la cadera. Mi pantalón ha desaparecido prácticamente y sólo me cubren aquí y allá unos retazos calcinados. Mi pierna yace pegada a mi costado, a la vez horrible y grotesca, aún unida al muslo por un hilo de carne. De repente me abandonan todas mis fuerzas. Siento como si mis fibras se disociaran unas de otras y ya se estuvieran descomponiendo… Por fin oigo los aullidos de una ambulancia, y poco a poco regresan los ruidos de la calle, acuden en tropel y me ensordecen. Alguien se inclina sobre mi cuerpo, lo ausculta someramente y se aleja. Lo veo agacharse ante un amasijo de carne carbonizada, tomarle el pulso y luego hacer una señal a los camilleros. Otro hombre me toma el pulso y deja caer mi mano… «Éste está listo. No se puede hacer nada por él…» Tengo ganas de retenerlo, de obligarle a que me vuelva a examinar, pero mi brazo se amotina y reniega de mí. Mamá , vuelve a gritar el niño… Busco a mi madre en medio del caos… Sólo veo vergeles hasta donde me alcanza la vista… Los vergeles del abuelo… del patriarca… una tierra de naranjos donde siempre era verano… y un chaval soñando en lo alto de una cresta. El cielo es de un azul límpido. Los naranjos se dan los unos a los otros la mano. El niño tiene doce años y un corazónde porcelana. A esa edad en que todo son flechazos, pues su confianza es tan grande como sus alegrías, querría hincarle el diente a la luna como si fuera una fruta, convencido de que no hay más que tender la mano para aferrar toda la felicidad del mundo… Y allí, ante mis ojos, a pesar del drama que acaba de desfigurar para siempre el recuerdo de este día, a pesar de los cuerpos que agonizan sobre la calzada y de las llamas que siguen envolviendo el vehículo del jeque, el chico pega un bote y, con los brazos desplegados como si fueran alas de gavilán, echa a correr por el campo donde cada árbol es una maravilla… Tengo la cara surcada de lágrimas… «Quien te haya dicho que un hombre no debe llorar ignora lo que significa ser un hombre», me confesó mi padre cuando me pilló abatido en la cámara mortuoria del patriarca. «Llorar no es ninguna vergüenza, hijo. Las lágrimas son lo más noble que tenemos.» Como me negaba a soltar la mano del abuelo, se agachó ante mí y me cogió en sus brazos. «No sirve de nada quedarse aquí. Los muertos, muertos están, ya han expiado sus pecados. En cuanto a los vivos, no son sino fantasmas anticipados…» Dos camilleros me levantan y me echan sobre una camilla. Se acerca una ambulancia marcha atrás con sus puertas muy abiertas. Unos brazos me introducen en el interior de la cabina y casi me tiran en medio de otros cadáveres. Con un último sobresalto, oigo mi sollozo… «Dios, si se trata de una horrible pesadilla, haz que me despierte de inmediato…»





Yasmina Khadra, el escritor con nombre de mujer, deja la literatura por el cine






Yasmina Khadra, el escritor con nombre de mujer, deja la literatura por el cine

El autor argelino publica en España ‘La sal de todos los olvidos’: “Tengo otras dos novelas terminadas, mi editor las tiene desde marzo y saldrán en 2022. Son los últimos libros que voy a escribir”


Silvia Ayuso
París, 4 de octubre de 2021


Yasmina Khadra sabe cómo administrar sus sorpresas. Ahí está su golpe maestro de 2001, cuando reveló, tras años jugando al despiste, que tras el nombre de lo que hasta entonces se creía era una escritora argelina de fama creciente se escondía en realidad un hombre. Más aún: quien reventó todos los estereotipos escribiendo bajo seudónimo femenino (el nombre de su esposa), algo que en un país árabe y machista ya suponía todo un escándalo, no era encima un hombre cualquiera. Yasmina Khadra era y es en realidad Mohamed Moulessehoul (Kenadsa, 66 años), un militar de carrera que cuando reveló su verdadera identidad había llegado a comandante. En el Ejército, combatió el islamismo en su Argelia natal en la terrible década de 1990.

La sucia verdad de Yasmina Khadra

 

Yasmina Khadra

La sucia verdad de Yasmina Khadra

Con 'La deshonra de Sarah Ikker', el argelino vuelve a ofrecer un policíaco de tinte clásico en el que las miserias de la sociedad, el machismo y una turbia historia de amor se entremezclan con el misterio


Juan Carlos Galindo
11 de febrero de 2020

Es de sobra conocida la historia de Yasmina Khadra, pseudónimo de Mohamed Moulessehoul, oficial del ejército argelino, que usó esta identidad compuesta por los dos nombres de su mujer para denunciar, desde esa atalaya privilegiada que le daba su posición, las lacras de la sociedad argelina. Esa es una de las grandes virtudes de la Trilogía de Argel, serie protagonizada por el comisario Brahim Lob y que le dio fama y prestigio literario. Luego ha ido el autor combinando escenarios diversos (Tel Aviv en El atentado; Bruselas y París en Khalil; Libia en La última noche del Rais) con otras novelas que volvían a su país natal (A qué esperan los monos).

Yasmina Khadra / “Un terrorista es alguien que busca una familia”


Yasmina Khadra en París el pasado mes de octubre.
Yasmina Khadra en París el pasado mes de octubre.BRUNO ARBESÚ

Yasmina Khadra: “Un terrorista es alguien que busca una familia”

En su nueva novela, ‘Khalil’, el escritor argelino se mete en la piel de uno de los yihadistas que atentaron contra París en noviembre de 2015


Álex Vicente
París, 13 de noviembre de 2018

Si el terrorismo aparece en muchas de las novelas de Yasmina Khadra (Orán, 1955) es porque dejó una marca profunda en el escritor cuando ejercía de comandante del ejército argelino a cargo de la lucha contra el Grupo Islámico Armado. Corrían los 90 y la organización terrorista dejaba un rastro de cadáveres a su paso. “Cargué con bebés aplastados en mis brazos. Quienes me acusen de empatía no han entendido nada”, advierte el escritor al inicio de una entrevista en su editorial parisina. Lo dice porque en su nueva novela, Khalil (Alianza), se mete en la piel de uno de los kamikazes que perpetraron los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París. Lo hace, además, adoptando la primera persona y describiendo con detalle el proceso que lleva a un chico de la calle a radicalizarse. No se trata de explicar ni de justificar nada, pero sí de aportar un contexto. “Lo considero un libro absolutamente necesario para evitar esa estigmatización que pretende instalarnos en la discordia”, señala Khadra, en uno de sus habituales ataques a ese “movimiento intelectual” que agita la islamofobia en Francia, su país de adopción, asociando el problema “al Corán y al profeta”.

sábado, 30 de octubre de 2021

Cuando Goya y la duquesa de Alba eran amantes





“Duquesa de Alba peinándose” – Goya, 1796


Cuando Goya y la duquesa de Alba eran amantes

HELENA Y ÁNXEL 
17 DE AGOSTO DE 2015

En la aguada de tinta china, con leves retoques a lápiz negro y pluma, aparece la más poderosa noble de España del siglo XVIII: doña María del Pilar Teresa Cayetana de Silva Álvarez de Toledo, décimotercera duquesa de Alba.

Hay algo turbador en el retrato solo bosquejado, un aroma a después del amor, a licencia, a sábanas y placeres recientes, a pelo revuelto por la cadencia del sexo. El dibujo es uno de los muchos que Francisco de Goya hizo de la duquesa. La leyenda dice que fueron amantes y, como sucede con todo lo legendario, es agradable pensar que se la leyenda se hizo carne.

Amores y naufragios / Maria Callas y Aristóteles Onassis, una historia de amor fatal

 

Maria Callas y Aristóteles Onassis, en 1959.HULTON DEUTSCH

Maria Callas y Aristóteles Onassis, una historia de amor fatal

Sesenta años después del inicio de su romance, su relación se ha convertido en una leyenda que reúne pasión, ambición, dinero e infidelidad


Lorena Pacho
Roma, 26 de agosto de 2020


Maria Callas y Aristóteles Onassis protagonizaron una historia de amor fatal, de pasiones y odios desenfrenados, digna de una tragedia griega moderna que fascinó y escandalizó a medio mundo. Los dos se conocieron un verano, hace ahora 63 años, en el Festival de cine de Venecia, que en esta ocasión no se ha detenido por el coronavirus y está a punto de comenzar. Ambos coincidieron en una fiesta en el hotel Danieli del Lido veneciano que organizó la periodista estadounidense Elsa Maxwell. Casualmente fue ella también quien, años después, presentó a Onassis a Jacqueline Kennedy, el tercer vértice de esta historia imposible.

Esther Doña / “¿Por qué no iba a publicar los ‘whatsapps’ con los que Carlos Falcó me conquistó? ¡Si estaba orgullosísimo!”

Esther Dona, viuda del difunto Carlos Falco, marqués de Griñón, fotografiada en el hotel Westin Palace de Madrid.OLMO CALVO

 

Esther Doña: “¿Por qué no iba a publicar los ‘whatsapps’ con los que Carlos Falcó me conquistó? ¡Si estaba orgullosísimo!”

La viuda del marqués de Griñón ha escrito ‘La vida de un gran hombre a través de mis ojos’, publicado por Planeta, que se ha convertido en su terapia y su forma de superar la pérdida


Jesús Ruiz Mantilla
27 de octubre de 2021

La pandemia se llevó en marzo de 2020 a su marido, Carlos Falcó, el marqués de Griñón. Y también le quitó a su padre. Esa es la razón por la que Esther Doña (Málaga, 43 años) ha escrito como terapia el libro La vida de un gran hombre a través de mis ojos, que ha publicado Planeta. En él, la modelo cuenta cómo fue su historia de amor: desde los whatsapps que se escribieron al principio hasta su salida del luto. Ahora ella ha rehecho su vida junto al juez Santiago Pedraz (Salamanca, 63 años). Se sabe por la revista ¡Hola!, pero también porque antes de esta entrevista ha comido con ella en el Hotel Palace de Madrid y se acerca a saludar. Esther Doña se queda a posar con su perrita, Chloe, que quiere salir en la foto y a veces pareciera que también responde.

viernes, 29 de octubre de 2021

Jon Fosse / “Nunca he podido escribir cuando bebía"

Jon Fosse


Jon Fosse: “Nunca he podido escribir cuando bebía. Me volvía sentimental, perdía precisión, agudeza, foco, claridad”



Andrea Aguilar
11 de junio de 2019

COMPARTE APELLIDO con el legendario director de Cabaret, y aunque él también ha alcanzado la fama sobre los escenarios, el mundo del noruego Jon Fosse es otro. Poeta, novelista y dramaturgo, es una gloria nacional de las letras noruegas. Acumula premios y distinciones, el Estado le ha cedido una casa dentro del recinto del Palacio Real en Oslo y un hotel de la capital tiene una suite dedicada a su obra. Eterno candidato al Premio Nobel, sus piezas de teatro han sido traducidas a más de 40 idiomas y representadas en escenarios de todo el mundo.

Trilogía, de Jon Fosse / Cuando la literatura se hace música


Jon Fosse



“TRILOGÍA” DE JON FOSSE, CUANDO LA LITERATURA SE HACE MÚSICA

Emma Rodríguez © 2018 / 

Toda lectura es una experiencia, pero Trilogía de Jon Fosse forma parte del grupo de las experiencias prodigiosas, porque nos acerca a una dimensión nueva. Me refiero a esas obras de la literatura que nos llevan a transitar por terrenos desconocidos, que nos deslumbran y extrañan. Todos podemos identificar esas aventuras tan especiales en nuestra biografía lectora. En diferentes artículos de «Lecturas Sumergidas» yo os he hablado de algunas de las mías, pero ahora me voy a centrar, a detener, únicamente aquí; a recorrer, una vez leídas, acariciándolas, agradeciéndolas, las páginas de esta novela hipnótica, en tres partes, que me ha envuelto en sus atmósferas, que me ha absorbido a la manera de esas composiciones musicales que cautivan y despiertan milagrosamente los sentidos.

Jon Fosse / “Para mi, escribir es como rezar”

 


Jon Fosse: “Para mi, escribir es como rezar”

El dramaturgo vivo europeo con más obras representadas, unos mil montajes en más de 40 idiomas, se edita en España



Patricia Peiró
Oslo, 19 de marzo de 2014

Noruega es el único país del mundo que cuenta con una residencia oficial para el artista más importante del país. El monarca es el que tiene la postestad de cederla. Desde hace tres años el inquilino de esta vivienda, ubicada en los jardines del palacio real y llamada grotten, es el escritor Jon Fosse. Con temblequeo constante en las manos y voz entrecortada, fruto de su extrema timidez, el dramaturgo deja entrever ese sentido del humor que sus allegados aseguran que le caracteriza y bromea con la idea de ser “vecino del rey”. Fosse es el escritor vivo europeo cuyas obras más se han representado: unos mil montajes en más de 40 idiomas.

Benjamin Labatut / Nuevo fenómeno editorial de América Latina

 



Benjamín Labatut, escritor chileno en su estudio.
Benjamín Labatut, escritor chileno en su estudio.CORTESÍA

El chileno Benjamin Labatut, nuevo fenómeno editorial de América Latina

Nominado a los premios anglosajones más importantes, recomendado por el expresidente Obama, sus cuentos y ensayos exploran el momento en el que la razón y la locura se encuentran en un mismo lugar


CAMILA OSORIO
México, 9 de octubre de 2021

Para el escritor chileno Benjamín Labatut, los libros son parecidos “a los laboratorios de los científicos locos o de los alquimistas, porque te permiten jugar con ideas sin la necesidad de que estén en estricta correspondencia con la realidad”. Uno de sus laboratorios más intrigantes se llama Un verdor terrible, un libro de cinco cuentos sobre científicos, publicado en abril del 2020 por Anagrama y un fenómeno editorial para un autor que no era muy conocido internacionalmente hasta hace poco: ha sido traducido a 22 idiomas, y su versión en español va en la novena edición. Su versión en inglés, en particular, ha sido finalista este año en la categoría de mejor libro traducido del premio Man Booker y el National Book Award, los premios más importantes de la literatura anglosajona. Además, apareció este verano en la lista de los libros recomendados por el expresidente Barack Obama.

Benjamín Labatut / “La imaginación es peligrosa”

 



“La imaginación es peligrosa”: Benjamín Labatut

En su libro más reciente, el escritor nacido en Rotterdam mezcla ficción y realidad para hablar sobre los límites de la ciencia

Fernando Hernández Uríes
1 de diciembre de 2020


En días recientes, llegó a las librerías Un verdor terrible, tercer libro del escritor Benjamín Labatut. Editado por Anagrama, el volumen reúne cinco narraciones que escapan a cualquier clasificación y en las que su autor entrelaza ficción y realidad magistralmente, como un mago que atrapa a su público desdibujando la línea de lo posible y lo imposible.

jueves, 28 de octubre de 2021

José María Merino, Premio Nacional de las Letras por “su maestría en la creación de literatura fantástica”

 José María Merino
Madrid,  26 de febrero de 2021
Foto de Santi Burgos



José María Merino, Premio Nacional de las Letras por “su maestría en la creación de literatura fantástica”

El escritor y académico, maestro del relato breve, recibe el galardón del Ministerio de Cultura a toda su carrera



Javier Rodríguez Marcos
Madrid, 28 de octubre de 2021

José María Merino ha ganado este jueves el Premio Nacional de las Letras, que reconoce toda la obra de un escritor en cualquiera de las lenguas del España. Dotado con 40.000 euros, Bernardo Atxaga, Rosa Montero y Francisca Aguirre están entre los últimos laureados. Merino sucede en el palmarés a Luis Mateo Díez, uno de los autores con los que formó en los años ochenta del siglo pasado la oficiosa escuela leonesa de la nueva narrativa española. El jurado ha destacado “su maestría y excelencia en la creación de literatura fantástica en las modalidades narrativas de novela, novela corta, cuento y microrrelato”.


Nacido en A Coruña hace 80 años, criado en León y residente en Madrid, José María Merino se estrenó en la literatura como poeta y se consagró en 1985 con su tercera novela, La orilla oscura. En ella ya aparecen maduros su voz y su particular universo: mezcla de memoria ancestral y sueño individual, realidad cotidiana e imaginación desatada. La obra recibió al año siguiente el premio de la Crítica. El nuevo Nacional de la Letras ya tenía el Nacional de Narrativa de 2013 por una de sus novelas más realistas: El río del Edén. Dos décadas antes se había llevado el mismo premio en la categoría Infantil y Juvenil por No soy un libro, publicado por Siruela.


Su último libro es Noticias del Antropoceno, publicado en febrero pasado por Alfaguara, su editorial de siempre. En él reúne medio centenar de relatos y microrrelatos nacidos de la preocupación por la imparable conversión de la naturaleza en lo que él mismo ha bautizado como “basuraleza”, una síntesis artificial de algas y plástico, todo un nuevo continente, “una instalación que habría que llevar al MoMA”. Lejos de ser un alegato panfletario y seco, la obra recurre a la denuncia desde el humor, la fantasía, la poesía, el impresionismo y hasta el absurdo. En sus páginas encontramos una vuelta al mundo en monopatín, al papa Francisco buscando a un sustituto para Dios (que ha presentado su dimisión) o a Adán y Eva enrolados en una expedición científica al océano Pacífico, convertido ahora en un mar de polímeros.


Merino, que antes como escritor se define a sí mismo como “imaginador de ficciones”, ingresó en la Real Academia Española en 2009 con un discurso titulado Ficción de verdad. El acto estuvo lleno de autores de las más diversas generaciones, para los que Merino ha sido siempre un maestro. Sobre todo para aquellos que cultivan el relato, un género básico en la tradición hispana, pero habitualmente minusvalorado por los lectores y editores modernos. Estudioso de la tradición oral, recopilador de narraciones populares y cultivador del filandón ―encuentros de cuentacuentos en torno a una mesa típicos de León―, el autor de La trama oculta ha ejercido durante años de valedor de sus mayores —como Juan Eduardo Zúñiga— y de muchos de los que vinieron tras él: una pléyade de renovadores del formato pequeño, que, en parte gracias a su impulso, vive un momento dorado en España. Suyo es el prólogo a la primera antología de la serie Pequeñas resistencias (Páginas de espuma, 2002), un proyecto panhispánico de Andrés Neuman que en los últimos 20 años se ha convertido en uno de los mapas de referencia de la narrativa breve en lengua española.


Su interés por lo que escriben los jóvenes tuvo desde muy temprano una aliada en su propia casa: su hija es Ana Merino, poeta con plaza en la historia de la lírica reciente, que se estrenó como novelista ganando el año pasado el Premio Nadal con El mapa de los afectos.


“No fue el ser humano quien inventó la ficción, sino la ficción lo que inventó al ser humano”, dijo Merino la tarde de domingo en que ingresó en la RAE. Anterior a inventos como la agricultura o la cerámica, es “nuestra primera sabiduría consciente”, aquello que ordena una realidad desordenada y sin sentido aparente. Aquello, subrayó, que nos hace sapiens.



Javier Rodríguez Marcos


Es coordinador de la información literaria en 'Babelia', suplemento cultural de EL PAÍS. Antes trabajó en 'ABC'. Licenciado en Filología, es autor de la crónica 'Un torpe en un terremoto' y premio Ojo Crítico de Poesía por el libro 'Frágil'. También comisarió para el Museo Reina Sofía la exposición 'Minimalismos: un signo de los tiempos'.


EL PAÍS




Dennis Cooper / Tentativa / Anagrama

 

Tentativa

Dennis Cooper, el más transgresor de los escritores políticamente incorrectos, continúa la exploración de todos los orificios de los cuerpos y de todos los abismos del deseo que iniciara en Contacto y en Cacheo. Ziggy es un adolescente sumido en las incertidumbres de la entrada en la vida, que soporta como puede con la ayuda de drogas, música de Hüsker Dü, y una complicidad casi amorosa con otro joven escritor y heroinómano. Y para intentar comprender ese balbuceo lleno de ruido y furia que es su vida, Ziggy también edita un fanzine sobre el abuso sexual en la infancia, una materia en la que le sobra experiencia. Adoptado por dos hombres homosexuales que intentaron una parodia de familia y luego se separaron, Ziggy ha continuado viviendo -golpeado, sometido y follado- con el más sádico de ambos, y confía en que su otro padre, un crítico de rock que a su vez fantasea con instalarlo en su casa como su hijo-amante, lo rescate.

Dennis Cooper / Cacheo / Anagrama

 


A los trece años, Dennis descubre las fotografias de un hermoso joven mutilado y al parecer muerto en un sádico acto sexual. El misterio de aquellas imágenes -belleza, sexo y muerte- le fascina, y acaban por convertirse para él en la fórmula del deseo. Y también son un catalizador para su obsesión por el asesinato. Si somos nuestros cuerpos, el sexo es el último conocimiento posible. Pero no basta, y el más allá del sexo es la muerte, la mutilación, el descuartizamiento. ¿Qué es un asesino, sino aquel que quiere saberlo todo acerca de alguien, obtener la última información que se esconde en los cuerpos?

Dennis Cooper / Contacto / Anagrama

 



Un punk de dieciocho años que pinta rostros deformados y se pregunta qué es el amor; un adolescente paranoico que se cree una estrella del rock y sufre manía persecutoria; un estudiante de cine, fascinado por las películas de terror de serie B, que quiere rodar un porno duro como trabajo de fin de curso; un cuarentón francés que practica la coprofagia y sueña con descuartizar a muchachos adolescentes, cosa que lleva a cabo su mejor amigo, con ayuda de una taladradora... Y en el centro -cuerpo deseado, poseído, agredido, mutilado-, el pasivo George Miles, que vive rodeado de sus fetiches de Disneylandia y se pasa el día entero colocado con ácido, dejándose arrastrar por la marea de los deseos y pasiones de quienes lo rodean.

Literatura erótica / Las mejores novelas

 




Literatura erótica: las mejores novelas

Selección de literatura erótica. Una lista de erotismo delicatessen.



24 de septiembre de 2021. Estandarte

Nuestra selección de las mejores novelas eróticas de la historia quiere calentar los ánimos del respetable con una ración de buena literatura. Ahora que parece que la literatura erótica interesa especialmente, tanto a las grandes editoriales como a los lectores, como prueban fenómenos del tipo Cincuenta sombras de Grey o No te escondo nada, nos parece el momento ideal para recordar estos hitos de la literatura erótica a través de esta selección de novelas eróticas:

Historia de O
Dominique Aury (Pauline Réage)

Historia de O, una referencia de la literatura erótica

Cuando el editor francés Jean-Jacques Pauvert publicó, en 1954, Historia de O, su novela erótica estalló como una bomba en el puritano mundo postbélico, causando escándalo y desconcierto. Pero lo que una mujer, Pauline Réage, expresaba de pronto con tan desgarradora y brutal belleza respondía, curiosamente, a lo que millones de lectores, hombres y mujeres, sentían sin osar siquiera formular en forma de deseo. No tardó mucho Historia de O en convertirse en el libro más traducido y leído en el mundo desde El Principito de Saint-Exupéry. Historia de O expone las “aventuras” de una mujer que trata de conquistar plenamente a su amante entregando su voluntad y fe a un estilo de vida cercano al sadomasoquismo. Su gran pasión por este hombre la lleva a hacer cosas que nunca antes había podido ni siquiera imaginar…

Las diez mejores novelas eróticas



Las diez mejores novelas eróticas

Sade no ha sido el único en convertir la sensualidad en su protagonista. Junto a su «Juliette» destacan títulos «habituales» –«El amante de Lady Chatterley», «Ada o el ardor»– y otros menos conocidos, como «El erudito de las carcajadas»

Andrés Ibáñez
1 de diciembre de 2014

El amante es una obra autobiográfica que rememora una aventura erótica de la autora, cuando tenía quince años y vivía en Indochina, con un hombre chino culto, refinado y adinerado. Ambos se encuentran en el transbordador que cruza el río Mekong, cuando ella lleva un vestido de seda casi transparente y él la observa desde su lujoso coche europeo. Enseguida la niña descubre que puede hacer lo que quiera con su amante, que jamás le querrá, que le hará sufrir, y se lo dice; él llora y responde que ya lo sabía. Pero son también maravillosas las páginas en las que la autora describe su atracción por una compañera del pensionado donde ambas viven, la bella Hélène Lagonelle, cuyos senos son imposibles de olvidar.

Deborah Kerr, la estrella libre de Hollywood, en cinco películas

Deborah Kerr


Deborah Kerr, la estrella libre de Hollywood, en cinco películas


Javier Ocaña
Madrid, 27 de octubre de 2021

Por el centenario del nacimiento de la actriz, presentamos una selección de sus títulos fundamentales

“El azul de los ojos de Deborah Kerr es el mismo que el de la Gran Vía madrileña de los cincuenta cuando anochecía y se encendían las fachadas de los cines”, escribe José Luis Garci en el libro Deborah, recién editado por Notorius: la entrevista íntegra que el director español hizo a la estrella de Hollywood en Marbella, en 1990. Kerr (Helensburgh, 1921-Suffolk, Reino Unido, 2007), rostro célebre en el cine estadounidense de los años cincuenta tras haber forjado su valía en el británico de los cuarenta, representó en sus películas un modelo de mujer característico: de gran personalidad, a menudo de apariencia fría dentro de un porte elegante, y en connivencia con la sociedad que le había tocado vivir, pero siempre con amplio margen de libertad y señorío, de temperamento e independencia.

miércoles, 27 de octubre de 2021

Mary Beard / Pompeyo Magno, el primer emperador

Pompeyo Magno




Mary Beard
POMPEYO MAGNO


    Solo cuatro años después de su proceso contra Verres, en 66 a. C. Cicerón arengó al pueblo romano sobre la seguridad del imperio en una reunión pública. Ahora, siendo pretor y con los ojos puestos en el Consulado, hablaba en favor de una propuesta presentada por un tribuno para poner a Pompeyo al mando de la eterna e intermitente guerra contra el mismo rey Mitrídates, contra el que los romanos habían estado luchando, con relativo éxito, durante más de veinte años. Los poderes otorgados a Pompeyo incluían el control casi total de una extensa franja del Mediterráneo oriental durante un período ilimitado, con más de 40 000 tropas a su disposición, y el derecho de firmar la paz o declarar la guerra y de establecer tratados de forma más o menos independiente.

Mary Beard / Expansión, soldados y ciudadanos



Mary Beard
Expansión, soldados y ciudadanos


    De manera indirecta y con rodeos, Livio, que a veces parece lento y pesado en su análisis, ofrece una respuesta perspicaz a las preguntas de qué era lo que hacía tan buenos a los ejércitos romanos de este período obteniendo victorias y de cómo pudo Roma extender su control tan rápidamente sobre gran parte de Italia. Esta es una de las pocas ocasiones en que mira por debajo de la superficie de la narración y menciona los factores estructurales y sociales subyacentes, desde la organización del mando romano hasta los recursos de Roma en cuanto a efectivos. Vale la pena insistir un poco más en el argumento de Livio, reflexionar sobre lo que fue, retrospectivamente, el inicio del Imperio Romano.

Mary Beard / Arqueología, tiranía y violación

 


Mary Beard
Arqueología, tiranía y violación


    En el siglo VI a. C., Roma era sin duda una pequeña comunidad urbana. A menudo resulta complicado decidir cuándo se convierte una simple aglomeración de cabañas y casas en una ciudad consciente de ser una comunidad, con una identidad y aspiraciones compartidas. Sin embargo, la idea de un calendario romano estructurado, y con él una cultura religiosa y un ritmo de vida compartidos, muy probablemente se remonte al período monárquico. Los restos arqueológicos dejan pocas dudas de que en el siglo  VI a. C. Roma tenía edificios públicos, templos y un «centro de la ciudad», claros indicios de una vida urbana, aunque a pequeña escala, según nuestros parámetros. La cronología de estos restos es objeto de polémica: no hay una sola evidencia sobre cuya datación estén de acuerdo todos los arqueólogos; y los nuevos descubrimientos alteran constantemente el panorama (¡aunque a menudo no tan significativamente como querrían los descubridores!). No obstante, haría falta un escéptico muy tenaz y estrecho de miras para negar el carácter urbano de Roma en este período.

Mary Beard / En busca de la Roma arcaica

 


Mary Beard
En busca de la Roma arcaica

    Las numerosas historias de Rómulo y de los otros fundadores nos dicen mucho sobre cómo veían los romanos su ciudad, sus valores y sus defectos. Muestran también cómo debatían el pasado los eruditos romanos y cómo estudiaban su historia. Pero no nos dicen nada, o a lo sumo muy poco, acerca de lo que ellos afirman: es decir, de cómo era la Roma arcaica, de los procesos mediante los cuales se convirtió en una comunidad urbana y cuándo. Un hecho es obvio. Roma ya era una ciudad muy vieja cuando Cicerón era cónsul en el año 63 a. C. Pero si no se ha conservado literatura del período fundacional y no podemos fiarnos de las leyendas, ¿cómo podemos acceder a algún tipo de información sobre los orígenes de Roma? ¿Hay alguna manera de arrojar luz sobre los primeros años de la pequeña aldea junto al Tíber que creció hasta convertirse en un imperio mundial?

Mary Beard / Una antigua historia de Roma / Prólogo



Mary Beard
SPQR
UNA ANTIGUA HISTORIA DE ROMA

Prólogo
La historia de Roma

    La antigua Roma es sumamente importante, por lo que ignorar a los romanos no es solo dar la espalda al pasado remoto, ya que Roma todavía contribuye a definir la forma en que entendemos nuestro mundo y pensamos en nosotros, desde la teoría más elevada hasta la comedia más vulgar. Después de 2000 años, sigue siendo la base de la cultura y la política occidental, de lo que escribimos y de cómo vemos el mundo y nuestro lugar en él.
  

Mary Beard / “En el corazón de la monarquía hay un vacío enorme”

 

Mary Beard, retratada el jueves en el barrio londinense de London Bridge.CARMEN VALIÑO


Mary Beard: “En el corazón de la monarquía hay un vacío enorme”

La célebre historiadora publica ‘Doce césares’, un ensayo sobre la influencia de los emperadores romanos en la forma de representar el poder, que ha perdurado hasta la actualidad


Alex Vicente
Cambrigde, 23 de octubre de 2021

Mary Beard (Much Wenlock, Reino Unido, 66 años), la profesora de Clásicas que terminó convertida en estrella del rock —los griegos lo llamaron oxímoron, “ingeniosa alianza de términos contradictorios”—, se hizo conocida por prestar atención, en insospechados superventas como SPQRPompeya o Mujeres y poder, a sujetos ignorados por la mayoría de los especialistas, como las mujeres, los esclavos y otros ciudadanos de tercera. En su nuevo ensayo histórico, Doce césares (Crítica), Beard se centra en el lado opuesto de ese espectro: en la imagen absoluta del poder que reflejaron los emperadores romanos, perpetuada durante siglos por la pintura, la escultura, la fotografía y el cine, y todavía vigente en la actualidad.