sábado, 30 de septiembre de 2017

Quién es Cooper Hefner, el joven heredero del imperio Playboy

Cooper Hefner y Scarlett Byrne






Quién es Cooper Hefner, 

el joven heredero 

del imperio Playboy

Luego de la muerte de su padre, Hugh Hefner, 
el joven está dispuesto a retomar el control 
de la compañía y continuar con el legado de la familia

Sigue habiendo un Hefner al frente de ‘Playboy’







Sigue habiendo un Hefner al frente de ‘Playboy’

Coopper Hefner, el director creativo de la revista y heredero de la marca, tiene 26 años y venera el mundo creado por su padre


PABLO XIMÉNEZ DE SANDOVAL
Los Ángeles 29 SEP 2017 - 05:24 COT

“Lo que más me gusta es ver a mi padre editar la revista. No hay nada igual. Él sabe. Da igual lo que piense la gente sobre su edad, está encima al detalle y sabe lo que hace”. En noviembre de 2012, Cooper Hefner tenía 21 años y estaba aprendiendo. Mirando. Preguntando. Así lo contaba en una entrevista en el Wall Street Journal cuando le preguntaban cuál era su papel en ese momento en la compañía de su padre, Hugh Hefner: el imperio Playboy.

Playboy ya no es lo que era / Las nuevas revistas eróticas

Georgia May Jagger en Lui

'PLAYBOY' YA NO ES LO QUE ERA. PERO AQUÍ ESTÁN LAS NUEVAS REVISTAS ERÓTICAS

Mientras la publicación erótica anuncia que renuncia a los desnudos, surgen otras donde el erotismo es arte. Rihanna y Kate Moss ya han posado

“El erotismo convierte al sexo en obra de arte”
Mario Vargas Llosa

17 OCT 2015 - 01:45 COT




Portada de la revista 'Lui', con Kate Moss, y de 'Treats!'.
Portada de la revista 'Lui', con Kate Moss, y de 'Treats!'.

“Playboy dejará de mostrar en sus páginas a mujeres completamente desnudas”. La noticia saltó esta semana a los diarios, marcando el fin de una época. En marzo de 2016, un rediseño de la revista fundada por Hugh Hefner adoptará un estilo más moderno, limpio y cercano a la prensa de tendencias. Según su actual director, Cory Jones, en los últimos tiempos las ventas habían caído en picado debido a la gran oferta de sexo y desnudos en Internet. Así que han optado por la solución más socorrida: suavizar contenidos para agradar a posibles anunciantes de lujo.

Ursula Andress / Desnuda en Playboy


Ursula Andress


Vargas Llosa / La hora cero

Ilustracion de Fernando Vicente

Mario Vargas Llosa

La hora cero

La independencia catalana sería trágica para España y para Cataluña, que habría caído en manos de unos demagogos que la conducirían a su ruina


30 SEP 2017 - 17:00 COT

¿Habrá hoy referéndum en Cataluña? Espero ardientemente que, en un acto de sensatez, la Generalitat lo haya desconvocado, pero, de otro lado, sé de sobra los altos niveles de testarudez e irrealidad que conlleva todo nacionalismo, de manera que no es imposible que, pese a todo —y este “todo” es muchísimo—, los dirigentes del Govern catalán se empeñen en incitar a sus partidarios a desobedecer la ley y votar. Si ocurre así, el llamado referéndum será una caricatura de consulta, írrita a la legalidad, sin censo de votantes, ni urnas autorizadas, ni compromisarios, ni padrones electorales, con un porcentaje mínimo de participantes y sólo independentistas, es decir, el monólogo patético de una minoría ciega y sorda a la racionalidad, pues, según las encuestas, por lo menos dos tercios de los catalanes admiten que el referéndum carece de validez legal. Sólo servirá para alimentar el victimismo, ingrediente esencial de toda ideología nacionalista, y acusar al Gobierno español de haber violentado la democracia impidiendo al pueblo catalán ejercer su derecho a decidir su destino mediante la más pacífica y civilizada manera democrática, que es votar.





OTROS ARTÍCULOS DEL AUTOR


Verdades convertidas en mentiras
La bomba de Kim Jong-un

Escribo este artículo muy lejos de España, en sus antípodas, y desconozco los últimos episodios de este problema que ha tenido en vilo a todo el país en las últimas semanas. Pero tal vez la distancia sea buena para preguntarse con serenidad qué ha llevado a Cataluña, una de las regiones más cultas y cosmopolitas de España, a que prenda en su seno, de manera tan extendida, esa anticuada, provinciana y aberrante ideología que es el nacionalismo. ¿Cómo es posible que millares de jóvenes universitarios y escolares de una sociedad moderna, que forma parte del más generoso e idealista proyecto democrático de nuestro tiempo, la construcción de Europa, concebida precisamente como una ciudadela contra los nacionalismos que han bañado de sangre y de cadáveres la historia, tengan ahora como ilusión política querer encastillarse en una sociedad cerrada y obsoleta, que retrocedería y empobrecería brutalmente a Cataluña, pues saldría del euro y de la Unión Europea y tendría un largo y difícil trámite para retornar a ellos?
La respuesta no puede ser la que esgrimen los nacionalistas, que ello se debe a que “España roba a Cataluña”, pues, precisamente, desde la caída de la dictadura de Franco y la transición hacia la democracia esta región ha obtenido progresivamente la mayor atribución de competencias económicas, culturales y políticas de toda su historia. Podría no ser suficiente, desde luego, y quizás haya habido de parte de los gobiernos centrales negligencia en atender los reclamos de Cataluña; pero esto, que tiene una salida perfectamente negociada dentro de la legalidad, no puede justificar la pretensión de cortar de manera unilateral quinientos años de historia común y romper con el resto de una comunidad que está presente e imbricada de mil maneras en la sociedad y la historia catalanas.


La tradición cultural de Cataluña está reñida con el provincianismo racista del nacionalismo

Nada puede estar más reñido con el provincianismo racista y anacrónico del nacionalismo que la gran tradición cultural bilingüe de Cataluña, con sus artistas, músicos, arquitectos, poetas, novelistas, cantantes, que estuvieron casi siempre a la vanguardia, experimentando nuevas formas y técnicas, abriéndose al resto del mundo, asimilando lo nuevo con fruición y propagándolo por el resto de España. ¿Cómo encajan un Gaudí, un Dalí o un Tàpies con un Puigdemont y un Junqueras? ¿Y un Pla o Foix o Marsé o Serrat o Cercas con Carme Forcadell o Ada Colau? Hay un abismo tal entre lo que unos y otros representan que cuesta imaginar alguna línea de continuidad cultural o ideológica que los una.
La explicación está seguramente en una labor de adoctrinamiento sistemático, que comenzando en las escuelas y proyectándose a todo el conjunto de Cataluña a través de los grandes medios de comunicación, orquestado y financiado desde el Govern catalán desde los años de Jordi Pujol y sus seguidores, fue calando en las nuevas generaciones hasta impregnarlas con la ficción perniciosa que significa todo nacionalismo. Un adoctrinamiento que no fue casi contrarrestado por la incuria o la ingenua creencia de parte del Gobierno y la élite política e intelectual del resto de España de que aquella fabricación mentirosa no prendería, que la sociedad catalana sabría resistirla, que el problema se iría resolviendo solo. No ha sido así y esa incuria irresponsable está hoy detrás de un monstruo que ha crecido y llevado a buena parte de Cataluña a una deriva secesionista que, aunque cuando no triunfe —y yo creo firmemente que no triunfará—, puede precipitar a España en una crisis traumática, que, entre otras consecuencias nefastas, podría paralizar el proceso de recuperación económica que tantos sacrificios ha costado ya a los españoles.


Ha habido una larga labor de adoctrinamiento orquestado y financiado desde el Govern desde los años de Jordi Pujol

Un sector minoritario de la extrema izquierda ha hecho causa común con el independentismo catalán y otro, más numerosos y más sensato, exige diálogo. No hay duda de que esto último parece indispensable. El problema, sin embargo, es que para que un diálogo sea posible y fructífero, tiene que haber algún denominador común entre los dialogantes. Lo hubo en el pasado y fue lamentable que, entonces, las negociaciones no tuvieran lugar. Pero, ahora, aunque no imposible, es mucho más difícil dialogar con quienes no aceptan otra opción que “la secesión sí o sí” y tienen en su intransigencia el respaldo de un sector considerable de la población catalana.
Hay que tender puentes primero, reconstruir los que se han roto. Y ésta es una labor esencialmente cultural. Convencer a los menos fanatizados y recalcitrantes que el nacionalismo —todo nacionalismo— siempre fue una epidemia catastrófica para los pueblos que sólo produjo violencia, incomunicación, exclusión y racismo, y que, sobre todo en esta época de globalización universal que está deshaciendo poco a poco las fronteras, es suicida querer resistirse a este proceso enormemente beneficioso para toda la humanidad. Y explicar que España necesita a Cataluña tanto como Cataluña necesita a España para integrarse mejor en la gran aventura de Europa y perseverar —perfeccionándola sin tregua— en esta democracia que ha traído a este país unas condiciones de vida que son las más libres y prósperas de toda su historia. La independencia de Cataluña sería trágica para España y sobre todo para Cataluña, que habría caído en manos de una ideología retrógrada y bárbara y de unos demagogos que la conducirían a su ruina. Todo lo que hay de justo en las demandas soberanistas se puede alcanzar dentro de la unidad, mediante negociaciones, sin fracturar la legalidad que en este último medio siglo ha ido haciendo de España un país libre y democrático. No olvidemos que, durante la Transición, el mundo entero miraba a España como un ejemplo a seguir, por haber transitado tan pronto y de manera tan cauta y pacífica hacia la democracia, con la actitud tolerante y solidaria de todos los partidos políticos y el beneplácito de la inmensa mayoría de la nación. No es tarde para retomar aquel punto de partida solidario del que se derivaron tantos bienes para el conjunto de los españoles, empezando por el más importante, que es la libertad. Por todos los medios racionales posibles, hay que persuadir a los catalanes de que el nacionalismo es uno de los peores enemigos que tiene la libertad y que este período aciago debe quedar atrás, como una pesadilla que se desvanece al despertar.


viernes, 29 de septiembre de 2017

Pamela Anderson, Kim Kardashian y Paris Hilton lloran a Hugh Hefner

Pamela Anderson y Hugh Hefner


Larry King, Pamela Anderson y otras celebridades que lloran a Hugh Hefner

"Fue un gigante de la publicidad, el periodismo, la libertad de expresión, en la lucha por los derechos civiles”, escribe el presentador estadounidense sobre el fundador de 'Playboy'


EL PAÍS
Madrid 28 SEP 2017 - 06:16 COT
Hugh Hefner más que el hombre detrás de Playboy fue un icono cultural. Su muerte este miércoles a los 91 años en su casa de Beverly Hills significa el adiós al que fuera durante décadas el referente erótico masculino en Estados Unidos. Hefner y su revista se convirtieron en el símbolo de la revolución sexual que ocurrió a mediados del siglo XX. Su trabajo cambió las reglas de la publicidad que dominaban aquella época y su influencia llegó a todas partes. No hay una verdadera celebridad, que se precie de ello, que no haya vivido alguna de sus famosas fiestas recordadas por sus excesos. Por su afamada mansión pasaron políticos, cantantes, actores, presentadores, escritores y diseñadores.

Por qué Hugh Hefner retiró los desnudos de Playboy



POR QUÉ HUGH HEFNER RETIRÓ LOS DESNUDOS DE PLAYBOY (Y POR QUÉ LOS RECUPERÓ UN AÑO DESPUÉS)

En 2016 tuvo lugar uno de los giros editoriales más sorprendentes de la historia editorial: una revista conocida por sus desnudos decidía prescindir de ellos... pero solo durante un añ


GUILLERMO ALONSO
28 SEP 2017 - 04:08 COT



Hugh Hefner posa con un grupo de modelos en el Festival de Cannes en 1999.
Hugh Hefner posa con un grupo de modelos en el Festival de Cannes en 1999. GETTY IMAGES

Lo anunció en octubre de 2015: Playboy, la revista creada por Hugh Hefner (fallecido este miércoles a los 91 años) y centrada en el desnudo femenino, no incluiría a más mujeres completamente desnudas en su revista. El contenido pornográfico en Internet (que por aquella época rozaba el 40 por ciento de todo el contenido de la red) había hecho que un producto como Playboy quedase, según sus propios creadores, obsoleto.

John Carlin / Así eran las orgías en la mansión Playboy




Así eran las orgías en la mansión Playboy


El día de la muerte de Hugh Hefner, esta crónica de John Carlin sobre una noche en la Mansión Playboy, publicada en 2004 en 'El País Semanal', rememora la época dorada de las fiestas más eróticas del planeta. Esta, en concreto, celebraba el medio siglo de vida de la legendaria revista. Bienvenidos al gran parque temático del desenfreno.


John Carlin
8 DE FEBRERO DE 2004

SE ANUNCIABA COMO fiesta, pero ya antes de atravesar las verjas de la legendaria mansión Playboy de Hugh Hefner tuve la sensación de que algo no cuadraba. Empezando por la escena en el vestíbulo del Beverly Hills Hilton, en el que los “invitados internacionales” nos habíamos reunido para disponernos a asistir a la más reciente de las celebraciones del 50º aniversario de Playboy.

Muere a los 91 años Hugh Hefner, fundador de ‘Playboy’

Hugh Hefner

Muere a los 91 años

Hugh Hefner,


fundador de ‘Playboy’

El legendario editor, icono del exceso, revolucionó el mercado erótico en los años cincuenta con la revista más famosa del mundo



PABLO XIMÉNEZ DE SANDOVAL
Los Ángeles 28 SEP 2017 - 04:27 COT

El fundador del imperio Playboy, Hugh Hefner, falleció este miércoles en su casa en Beverly Hills, a los 91 años. Hefner murió “rodeado de sus seres queridos” en su legendaria residencia, la legendaria Mansión Playboy. Con él se va un icono del exceso en Estados Unidos, el hombre de la gorra de capitán, las conejitas a pares y las esposas imposiblemente jóvenes.




Playboy es una de las marcas más reconocibles de Estados Unidos, la referencia durante décadas del entretenimiento erótico masculino. Hefner fundó la revista en 1953 y fue una sensación desde el primer número, ya que consiguió unas fotos de Marilyn Monroe para la portada. Después, Playboyestuvo a la vanguardia de los cambios sociales que vendrían en Estados Unidos. Solo la llegada de Internet diluyó la influencia de la revista, que tiene coleccionistas como una publicación de culto.

Jeanette Winterson / “No sé si creo en Dios, pero no me preocupa, no tengo miedo a morir”


Jeanette Winterson,
Hotel de las Letras de Madrid, 22 de septiembre de 2017
Foto de 


Jeanette Winterson

“No sé si creo en Dios, pero no me preocupa, no tengo miedo a morir”

Jeanette Winterson recuerda su infancia en una familia evangelista radical que le sometió a un exorcismo por ser lesbiana



CARMEN MORÁN BREÑA
Madrid 29 SEP 2017 - 16:31 COT

Son tiempos tristes para hablar de terremotos o de ciclones, pero Jeanette Winterson es eso, una fuerza desatada de la naturaleza. Ella sola es el cambio climático entero. Recibe a la periodista que le tiende la mano con un abrazo inesperado de puro familiar y en mitad de la entrevista se levanta de un brinco ¡y se posa en el brazo de mi sillón, de donde se despide, para volver al suyo, con una palmetada en la espalda! Y eso que la inglesa es ella. Es difícil contar esto sin recurrir al uso de la primera persona, tan impropio del periodismo. No volverá a suceder en lo que queda de texto.





Jeanette Winterson es un poco, como dice su apellido, hija del invierno. Adoptada a los pocos meses de nacer, se crió en una familia evangelista cuya bandera cotidiana era el integrismo religioso. Llegaron a hacerle un exorcismo público en su iglesia cuando, de adolescente, descubrieron que era lesbiana. La expulsaron de su casa, durmió en un coche, se buscó la vida y nunca dejó de leer. ¿Cuál fue el resultado de todo eso? Un mujer de Manchester con 58 años que vive en el campo y se levanta y acuesta cada día saludando al espejo: “Buenos días, Jeanette', me digo; o 'no ha ido del todo mal hoy ¿no es cierto?”. Y luego deja que sigan durmiendo todo los aparatos que la reclaman y hacen ruido hasta después de comer, cuando ya ha finalizado su jornada, porque ella amanece antes de que claree. “No lo sé, siempre he tenido esta energía, como bien, duermo nueve horas, dormir es la clave, y vivo en el campo, donde siempre hay algo que hacer”.
En efecto, traducida al agro español, Winterson sería una buena serrana, que lo mismo posa dulcemente sus manos sobre el requesón que sorprende a la leña con un buen hachazo. Si quieren conocerla, lean sus libros, son ella misma. Lumen publica ahora dos de sus obras tempranas, Fruta prohibida, que escribió con 23 años y se hizo una serie para la televisión, y Escrito en el cuerpo (1992), ambos con ilustraciones de Ana Juan. Y el último título El hueco del tiempo, revisitando a Shakespeare. No se pierdan tampoco o la inolvidable biografía cuyo título lo inspiró una frase de su madre adoptiva: '¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?' (2012). En todos ellos está Jeanette en cuerpo y alma y en primera persona.

Carlos Falcó / “Siempre he vivido a mi manera”


Carlos Falcó y su hija Tamara


Carlos Falcó: “Siempre he vivido a mi manera”

El marqués de Griñón cambia de registro por amor y vive su época de mayor exposición mediática desde que comparte su vida con Esther Doña, la exmodelo 42 años menor


Maite Nieto
Madrid, 29 de septiembre de 2017

Tiene una conversación interesante, 80 años de buena planta y una energía que agota a gente mucho más joven que él, según confesión de su propia hija Xandra Falcó, actual consejera delegada de la empresa Pagos de Familia Marqués de Griñón S.A. Por eso puede sorprender que cuando algunos llevan años retirados, el marqués de Griñón siga empeñado en “vivir a su manera, como siempre me ha gustado”. Lo dejó claro cuando se desvió del destino castrense al que le abocaba el apellido materno, Fernández de Córdoba, y buscó un cómplice en su abuelo Joaquín para estudiar Ingeniería Agrícola y volcarse en el campo. Los premios que reciben los vinos y aceites que llevan su firma han demostrado que no se equivocó.

Pero el gran cambio actual del marqués se ha producido en su vida privada. Hace menos de dos años, una cata de vinos en Málaga puso en su camino a Esther Doña, 42 años más joven que él, exmodelo, dos maridos anteriores y algún que otro negocio fracasado, y el galán que se enamoró de Jeannine Girod (madre de Manuel y Xandra); Isabel Preysler (madre de Tamara) y Fátima de la Cierva (madre de Duarte y Aldara), no se paró a pensar en edad ni condición. Ese tipo de cosas, según él, tienen importancia solo para el aceite y el vino. Carlos Falcó volvió a sacar la vertiente atrevida de la que ha hecho bandera en sus negocios, se lanzó a whatsappear sin cuartel con ella durante un largo viaje por América y apostó por una relación que no pocos miraron con recelo. El 22 de julio se casaron por lo civil ante dos amigos como únicos testigos y justo dos meses después celebraron una fiesta por todo lo alto en su propia finca El Rincón, y él accedió a ser portada de ¡Hola!, la revista del corazón por excelencia.
Carlos Falcó y Esther Doña




La novedad no es tanto la edad de la novia como el cambio de registro en la trayectoria habitualmente discreta de Carlos Falcó, que siempre ha rehuido la exposición pública salvo cuando se ha tratado de hablar de su actividad empresarial. Hace solo dos años, en una entrevista realizada para este periódico en su finca de Malpica de Tajo, en Toledo, él mismo calificó de “horrible” la presión mediática que acompañó su matrimonio con Isabel Preysler. Ahora esa reserva parece haber quedado en un segundo plano. Y también sorprende que la unión familiar de la que siempre ha presumido, a pesar de sus separaciones matrimoniales, parece haber chocado con esta boda. La ceremonia civil sorprendió a todos sus hijos, que según diversas fuentes se enteraron de ella por la prensa. Y la fiesta posterior, a la que asistieron alrededor de 150 personas, no contó con la presencia de sus tres hijos mayores: Manuel, Xandra y Tamara.





Sobre su nueva situación familiar, Falcó solo accede a contestar “que la buena vida es hacer lo que te gusta”. A él le gusta el campo y eso es "condición fundamental" en sus relaciones. "A Esther le encanta también", afirma sobre su nueva esposa. “Antes muchas noches me quedaba en Madrid a dormir en un hotel y ahora no lo hago casi nunca porque ella también prefiere amanecer en El Rincón. Además viajamos mucho aprovechando la multitud de eventos a los que asisto por mi trabajo”. Punto y final. El revuelo mediático le sigue incomodando y se nota. Prefiere hablar de proyectos, cifras y logros empresariales. Aunque la nueva marquesa de Griñón puede tener otros planes, a la vista de su presencia en revistas y eventos de moda.
El marqués de Griñón prefiere continuar charlando de la pasión que le llevó a aplicar en sus viñedos sistemas innovadores cuando casi nadie apostaba por ello en España y de la extracción antioxidativa que caracteriza esos aceites que tantas alegrías le están dando en los últimos años. “Nuestro Oleum Artis es el único que lleva cinco años consecutivos recibiendo la máxima puntuación de la guía Flos Olei”, dice orgulloso Falcó respecto a la publicación en la que Marco Oreggia, el gurú del sector, analiza más de mil aceites de oliva virgen extra de todo el mundo.








Carlos Falcó, Esther Doña y Duarte Falcó, hijo del marqués de Griñón, durante la presentacion del libro
Carlos Falcó, Esther Doña y Duarte Falcó, hijo del marqués de Griñón, durante la presentacion del libro " La Buena Vida"


Desde hace seis años también mima otro proyecto: el Círculo Español del Lujo Fortuny, del que es presidente. Una asociación que ya cuenta con 61 miembros y que nació para crear un foro español de marcas de prestigio y promover el marco para su desarrollo. “Estoy muy dedicado al Círculo Fortuny”, afirma Carlos Falcó, “y además tengo una magnífica noticia: a partir de 2018 presidiremos Equia (asociación del lujo europeo) y la idea es organizar en Madrid la cumbre de la excelencia europea el año próximo”. Entre sus actividades tampoco olvida el Palacio de El Rincón, situado en la localidad de Aldea del Fresno, a 55 kilómetros de Madrid, donde vive en la actualidad y que explota para realizar bodas y todo tipo de eventos. “Desde que Tamara”, dice refiriéndose a la hija que tuvo con Isabel Preysler, “se dedica más a su moda, de este tema se encarga la empresa Alma Blanca. Es otra forma de mantener el tejado”, dice con cierta guasa refiriéndose a la costumbre de abrir al público edificios históricos privados para poder mantenerlos.
Carlos Falcó sigue viviendo como siempre: a su manera. Aunque el amor pueda estar inclinándole a hacer concesiones que creyó no tener que volver a repetir.