La muerte del escritor chileno devuelve a la memoria alguno de los momentos compartidos con él
SERGIO RAMÍREZ
20 OCT 2024 - 22:00 COT
Antonio Skármeta había logrado salir de Chile con su mujer y sus hijos en aquellos días de toque de queda, asesinatos y destierros, y tras un año de incertidumbres vivido en Argentina llegó a Berlín Occidental favorecido por la misma beca que yo tenía entonces, en el programa de Artistas Residentes.
Kazuo IshiguroCredit...Illustration by Jillian Tamaki
Lo que lee el nobel de literatura Kazuo Ishiguro
Este texto es de marzo del 2015. Lo republicamos aquí en honor a Ishiguro por el galardón que recibió este 5 de octubre de este año.
Por The New York Times
¿Qué libros se encuentran en este momento en tu mesa de noche?
Como le he explicado muchas veces a mi esposa, todos los libros que están de mi lado de la cama son parte de algún proyecto fundamental, y no tiene caso limpiar y quitarlos. Por ejemplo, está mi proyecto sobre Homero: las nuevas traducciones al inglés de Stephen Mitchell de La Ilíada y La odisea. Estas versiones son ordenadas y menos líricas que las grandiosas traducciones de Falges, pero las emociones profundas se asoman poderosamente desde esas sutilezas.
Serrat habla sobre el paso del tiempo y otros asuntos
El cantante catalán aborda su retiro y cómo está afrontando su nueva
20 de octubre de 2924
Joan Manuel Serrat, de 80 años, ha ofrecido una sincera reflexión sobre su vida, el tiempo y la creación artística en una reciente entrevista en El País. Tras su retirada de los escenarios en 2022, con su última actuación en el Palau Sant Jordi, el cantautor catalán ha aprovechado estos años para disfrutar de la tranquilidad y la libertad que le brinda su tiempo, aunque sin perder de vista el impacto del paso de los años.
Serrat habla con serenidad y cierta nostalgia sobre su decisión de retirarse, sin arrepentimientos, aunque confiesa haber sentido algunos momentos de melancolía. En su retiro, ha descubierto un ritmo de vida más pausado, disfrutando de pequeños placeres como observar la naturaleza, una experiencia que le permitió apreciar lo efímero y valioso del tiempo: "El tiempo pasa muy rápido. Y especialmente a medida que envejeces lo notas más. Y cuando pasa te das cuenta de la gran importancia que tiene. Estamos en manos del tiempo, totalmente. Y haríamos bien en utilizarlo de las formas que nos fueran más satisfactorias. Lo que también pienso es que confundimos perder el tiempo con usarlo en utilidades no lucrativas: puedes trabajar y ganar dinero, puedes practicar deporte y ganar salud, puedes hacer un mueble y ganar en estética…", ha expresado.
A continuación, el catalán ha reflexionado así: "Siempre hay un ganar detrás de la inversión del tiempo. Pero también se pueden hacer cosas sin ganar nada. Con el tema de la pandemia y el encierro, durante aquellos días, yo, que tengo la fortuna de vivir en una casa unifamiliar y con un pequeño jardín, pude percibir un fenómeno maravilloso: volvieron a aparecer los pájaros. En la medida en que desaparecían los coches surgían los pájaros. Lo cual me llevó a desplazar mi atención del mundo de la lectura al mundo de la observación. Y cada día iba viendo milagros: cómo el territorio iba recuperando su terreno. A medida que vas perdiendo el tiempo te das cuenta de lo escaso que es", ha indicado.
El músico, que sigue componiendo, se muestra crítico con la industria musical actual, afirmando que la forma de presentar un disco ha cambiado drásticamente, y teme que el formato esté en vías de extinción. Serrat también aborda temas más personales, como la pérdida de seres queridos, la gestión de esos vacíos y la creciente preocupación por el estado del mundo. Con una visión pesimista sobre el progreso, denuncia la banalización de la política, la pérdida de derechos y el poder de las grandes corporaciones tecnológicas.
También habla sobre Joaquín Sabina y su posición política: "No ha renegado de la izquierda. Él dice cosas espontáneas como espontáneo que es y con poca reflexión... a veces. No creo que sea un momento para renegar de una serie de ideales que necesitan más que nunca ser reivindicados. La lista de derechos humanos debería añadirse a los derechos constitucionales del individuo. Y a partir de ahí, el Estado debería ser coherente con estos derechos. A veces los derechos humanos se quedan en discusiones parlamentarias y no se consigue avanzar. El progreso tiene mucho camino por recorrer".
Finalmente, ha terminado así su intervención sobre su compañero de 'Dos pájaros de un tiro': "Avanzamos poco. El progreso no es la inteligencia artificial. El progreso es que la cantidad de pobres por metro cuadro disminuya, que los jóvenes puedan desarrollar sus habilidades, que son muchas, y sobre todo que no sean estigmatizados por la sencilla razón de que no los entendemos. No podemos caer en lo que advertía Machado: 'Ayer dominadora, envuelta en sus andrajos, desprecia cuanto ignora'. No podemos despreciar lo que ignoramos".
No negaré a estas alturas mi admiración por Han Kang, una autora que me sorprendió gratamente en «La vegetariana», pero que admiré aún más tras leer «Actos humanos». El estilo poético que inunda su prosa es fácilmente reconocible, y no por ello deja de sorprenderme y entusiasmarme cada vez que empiezo un nuevo libro suyo.
Idioma original: coreano Título original:희랍어 시간 Traducción: Hèctor Bofill y Hye Young Yu para La Magrana (en catalán) y Sunme Yoon para Penguin Random House (en castellano) Año de publicación: 2011
Idioma original: coreano Título original: 채식주의자; Chaesikju-uija Traductora: Sun-me Yoon Año de publicación: 2016
Santi
3 de julio de 2017
¿Qué imagina uno cuando ve una novela titulada La vegetariana? Probablemente, una historia en la que la protagonista deja de comer carne, y este cambio es presentado como un paso hacia la sabiduría y la salud, hacia una mayor calidad de vida. Una apología del veganismo en forma narrativa.
Destry Allyn Spielberg, el pasado viernes en el Festival de Cine de Sitges.MASSIMILIANO MINOC
Destry Allyn Spielberg: “Claro que soy una ‘hija de’, pero qué hago, ¿vuelvo a nacer para dejar de serlo?”
La hija menor del creador de ‘Indiana Jones y el templo maldito’ debuta como directora con una película que presenta en el Festival de Cine Fantástico de Sitges. “Me espero unas críticas malísimas”, dice
Coralie Fargeat, directora de ‘La sustancia’: “Demi Moore estuvo dispuesta a asumir los riesgos de exponerse tanto, de desnudarse”
En ‘La sustancia’, Coralie Fargeat se aprovecha del género de terror para denunciar la violencia que sufre el cuerpo de la mujer y relanza la carrera de una actriz icono: Demi Moore
Itene Crespo
12 de octubre de 2024
Desde que puede recordar, el cine de terror ha sido para Coralie Fargeat (París, 48 años) el que ha llenado sus sueños y visiones cinematográficas y cinéfilas. Menciona a David Cronenberg y John Carpenter como sus máximos referentes cuando empezó a pensar en ser directora a los 16. Lo cual, incluso a día de hoy, añade un escalón más a la dificultad de entrar en la industria como mujer, de conseguir que te financien una película. Eso explicaría, en parte, por qué pasaron 14 años entre su primer corto (Le télégramme, 2003) y su primer largo(Revenge, 2017); y 20 años exactos desde su segundo corto, Reality+, donde pudo asomarse a los temas y formas que le interesaban, y su segundo largo, La sustancia (en cines el 11 de octubre), estrenado en el Festival de Cannes, donde se alzó con el premio al mejor guion tras una ovación de 13 minutos y un agradecimiento generalizado por recuperar a una actriz icono de los noventa, Demi Moore.
Coralie Fargeat, durante un rodaje.CHRISTINE TAMALET
“Las dos películas, Reality+ y La sustancia, están relacionadas, porque giran alrededor de la idea de que siempre habrá una versión mejor de ti”, explica la directora, aún eufórica tras su estreno en Cannes. “Siempre fantaseamos con ser mejores porque todo a tu alrededor te hace sentir que no eres lo bastante buena o que hasta que no alcances la perfección, o lo que tú consideras perfección, siempre serás una versión peor de ti misma”.
La violencia física, verbal y emocional hacia la mujer, el esfuerzo necesario, el ninguneo, el auto-odio y las trabas que (se) ponen las mujeres están en el corazón del cine de esta directora que tiene tantas ganas de provocar como de entretener y generar un pequeño cambio. “No tuvimos tantas oportunidades en el pasado, pero hoy solo en el cine francés hay otras directoras hablando de la mujer y de nuestro cuerpo de otras formas,Julia Ducournau [Titane],Noémie Merlantcon Las chicas del balcón… Me encanta que estemos teniendo tanta repercusión y oportunidades de contar lo que llevamos dentro, pero hay que seguir rompiendo el muro y reconstruirlo colocando los ladrillos en otro orden”, dice entre risas.
Margaret Qualley, Coralie Fargeat, Dennis Quaid y Demi Moore en la presentación en Los Ángeles de 'La sustancia' el 16 de septiembre.ALIAH ANDERSON (WIREIMAGE)
Porque, por muy en serio que hable, no pierde de vista la necesidad de hacerlo desde el entretenimiento. “Por eso el terror es la mejor forma de hablar de ciertos temas, porque te permite ser excesiva, liberar tu locura”, explica. La manera en que el cuerpo de la mujer es observado, juzgado y criticado es violenta, “por lo que el género del body horror es el mejor para contar esa violencia”. Sin escatimar en sangre, vísceras o gore. En La sustancia, Demi Moore es una exestrella del fitness televisado; desesperada porque la sigan mirando con deseo. Encarga un misterioso producto, llamado “la sustancia”, que creará (literalmente) una mejor y más joven versión de ella (Margaret Qualley). Habla de violencia verbal, psicológica, emocional, violencia autoinfligida por la necesidad de la validación, aún más complicada pasados los 40. “Dennis Quaid interpreta la encarnación de esa violencia. Es el símbolo de situaciones que aún vivimos y no quería cortarme, porque esos comentarios y vejaciones son el espejo en que nos miramos, y la forma en la que torturamos nuestro cuerpo es un reflejo de esa violencia exterior”, continúa Fargeat.
Demi Moore, en una imagen de 'La sustancia'.CHRISTINE TAMALET / UNIVERSAL STUDIOS
La sustancia nació cuando, cumplidos los 40, se dio cuenta de que se estaba dejando llevar por ideas peligrosas. “Creía que por mi edad ya era el fin, que ya no iba a tener un lugar en la sociedad, que ya no importaba a nadie… Soy una mujer educada, feminista, y aun así estos pensamientos entraban en mi cabeza”, reflexiona. “Quería hablar de lo difícil que es aceptar el paso del tiempo, el mito de Dorian Gray llevado a todos los niveles. Hablo de edad, pero también de no aceptar la idea del cuerpo perfecto… Me ha pasado en cada etapa de mi vida. Cuando eres joven tu culo no está bien y tus tetas tampoco, creces y tus tetas ya te parecen bien, pero otra parte de tu cuerpo ya no lo está… Eso viene de lo que recibimos del exterior, de esa mirada masculina que ha estructurado nuestro mundo. Han empezado a entrar otras miradas, pero no es suficiente”.
En cuanto empezó a escribir el guion supo que necesitaba una protagonista que “fuera un mito y un símbolo”. Demi Moore, icono de belleza noventero, personificaba el mensaje de La sustancia. “Pensé en ella después de leer su autobiografía, que recomiendo”, apunta, “descubrí a una mujer fuerte, superinnovadora en su tiempo, inteligente, instintiva y siempre fuera de lo normal, por lo que me di cuenta de que entendería muy bien esta historia que se sale de la norma”. Aceptó al instante. “Estuvo dispuesta a asumir los riesgos de exponerse tanto, de desnudarse, confió en mí y creo que vio enseguida que podría crear algo muy fuerte como actriz”. Para la protagonista de Striptease o Una proposición indecente, La sustancia significa una nueva etapa y poner el foco no en ella, como mujer madura olvidada por la industria, “no ser víctima”, dijo en Cannes, sino dirigirlo al problema en sí y a quien lo causa.
Sophia Loren y Marcello Mastroianni, en un momento de 'Matrimonio a la italiana' (1964), de Vittorio de Sica.CORDON
Aquellas décadas doradas en las que el cine italiano se sintió el mejor del mundo
Los 90 años cumplidos por Sophia Loren, el siglo desde el nacimiento de Mastroianni y las cinco décadas sin Vittorio de Sica refuerzan el recuerdo de un desfile irrepetible de genios, estrellas y obras maestras
Tom Cruise: "Nicole Kidman y yo dijimos que con 70 años estaríamos en una mecedora del porche de nuestra casa recordando 'Eyes Wide Shut'"
FOTOGRAMAS celebra el 25 aniversario de 'Eyes Wide Shut', de Stanley Kubrick, recuperando la entrevista a Tom Cruise publicada en nuestra revista en 1999.
ARCHIVO FOTOGRAMAS recupera la entrevista a Tom Cruise del número 1.871 de nuestra revista, perteneciente a septiembre de 1999, con motivo del 25 aniversario de 'Eyes Wide Shut', la película co-protagonizada por la que fuera su esposa en aquella época, Nicole Kidman, y dirigida justo antes de morir por Stanley Kubrick.
Sobre la experiencia de trabajar con Stanley Kubrick: "Al principio estaba nervioso"
"No me llamó por teléfono. Hizo que alguien le consiguiera mi número de fax y me envió uno. Decía: 'Este es mi número. Llámame. Quiero hablar contigo sobre un proyecto en el que me interesa que participes'. Estuve mirando el fax durante media hora sin decidirme a llamarlo. No sabía qué decirle. Llamé a Sydney Pollack para comentarle lo nervioso que estaba. Después empecé a pensar que él era un ser humano como yo y que todo iba a ir bien. De hecho, al hablar con él me sentí estupendamente. Sobrepasar el tiempo estipulado en un principio para rodar no era ningún problema. Tú estás haciendo una película con Stanley Kubrick y eso debe ser una experiencia inolvidable. Hacía repetir mucho las tomas porque las estaba explorando. Mientras rodaba una escena todavía estaba trabajando en ella, reescribiéndola. Creo que esto se aprecia al ver la película. El necesitaba hacer esta exploración, utilizar todo ese tiempo para rodar cada plano. Tenia confianza total en sus ideas, no le importaba trabajar en una escena y dejar que esta evolucionara. Al ver sus películas me siento como un voyeur mirando cómo estas se van desarrollando. Trabajar con él fue más de lo que esperaba. Al principio yo estaba nervioso, porque había leído muchas cosas sobre él y había visto sus películas. Ya sé que para alguien que, como yo, vive rodeado de rumores es ridículo, pero estaba nervioso."
“Kubrick estaba muy contento con los resultados finales. Y estaba realmente impaciente porque Nicole y yo la viéramos, y quería que estuviéramos nosotros solos. Yo habría preferido verla en Londres con él, pero por problemas de tiempo fue imposible. Al verla, mi primera sensación fue de sorpresa y fascinación. Me sentí increíblemente orgulloso de haber participado en aquella película. Estoy en casi todas las escenas, había visto casi todas las tomas y, aun así, me resultó sorprendente ver el resultado en pantalla de 18 meses de trabajo. Hablé con Stanley por teléfono durante horas para discutir sobre el mercado al que iba dirigida y sobre qué lanzamiento publicitario era el más adecuado. No quise que mis padres vieran la película el día del estreno. Preferí enseñársela a solas en Australia. Me preocupaba la reacción de mi madre, pero es una mujer muy especial y la aceptó perfectamente. El doctor William Harford fue difícil de interpretar. A veces lo encontraba frustrante. Hay cosas de él que me gustan y otras que no. Trabajé mucho con Stanley para comprender su conducta, la forma en que se retrotrae y se encierra en sí mismo, en la seguridad que le da su propia autoridad como doctor."
Sobre lo que el público iba a opinar de 'Eyes Wide Shut': "Siempre me preocupo"
"No me pregunté en ningún momento qué iba a opinar la gente de la película. Cuando leí el guion me gustó y eso era lo único importante. Era un guion afectivo, emotivo, provocativo, y trabajar con Kubrick en cada escena era una experiencia extraordinaria, porque te daba el paisaje con la menor cantidad de color posible. Quería que el público participara de la película. Les proponía preguntas, los consideraba expertos. Aunque se dice que el público al que van destinadas mis películas es el juvenil, creo que cada una intenta ajustarse a su posible audiencia. Todas las películas son diferentes y nunca sabes cómo funcionarán en la taquilla. Yo siempre me preocupo, me cuesta distanciarme de la experiencia. Por eso me gusta estar metido en otro rodaje cuando se estrena una película en lugar de estar nervioso en casa."
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Sobre su relación con Nicole Kidman: "Puede ser agotador, pero es peor estar sin ella"
"El hecho de que sea ella mi mujer aporta otro elemento al film. Somos actores y pareja al mismo tiempo. No sé si Kubrick quería desde el principio una pareja casada. Aunque se ha hablado mucho de ello, él nunca me comentó nada. Creo que se dio cuenta de que el hecho de que estuviéramos casados ayudaba a la película. Pero creo que ante todo quería dos actores que fueran capaces de hacer aquellos papeles. Estoy contento de que no se nos pidiera hacer esta película cuando empezábamos nuestra relación. Habría sido mucho más difícil para nosotros. Ya sé que mucha gente opina que es difícil hacer que una pareja funcione cuando ambos son actores, pero hay que internarlo. Lo peor son las temporadas de separación. Con Nicole tenemos establecido un plazo de dos semanas para encontrarnos. No importa que yo esté en Australia y ella en Londres. Se coge un avión y asunto terminado. Puede ser agotador, pero es peor estar sin ella. Además están los niños. Es maravilloso estar casado con ella. Es una mujer fascinante y siempre muy generosa y creativa en su vida. Creo que soy una persona muy afortunada. Tengo muchas ganas de volver a trabajar con ella en un futuro."
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Sobre la muerte de Stanley Kubrick: "No sabíamos que estuviera enfermo"
"Me llamó Leon -colaborador de Stanley del que nos hicimos amigos- para decírmelo en plena noche. Estaba en Australia y dos segundos después ya estaba hablando con Nicole y con la mujer de Stanley, Christiane, y con... no sé, estuve toda la noche al teléfono. Al principio no me lo creía. Solo había dos personas que me llamaban a esas horas de la madrugada, Stanley y Nicole. Cuando sonó el teléfono esperaba escuchar a uno de ellos. La experiencia que habíamos tenido los tres había sido muy intensa. Aunque sabia que era el final, me costó admitirlo. Incluso en el funeral, era como estar allí esperando que aquello no tuviera lugar. No sabíamos que estuviera enfermo. Tenía una energía sorprendente y trabajaba muy duro: a veces me enviaba faxes a las 3 de la madrugada. Fue un shock, algo imprevisto, especialmente después de haber hablado con él dos días antes. Al principio estaba muy afectado, pero después me preocupó más la forma en que afectó a Nicole y a Christiane."
Sobre el oficio de ser actor: "Mi experiencia con Kubrick fue agotadora"
"Me gusta trabajar duro. Para mí, en el momento en que me implico en algo, ya no es trabajo. Hacer de vampiro, de conductor de coches de carreras o de psicólogo no significa que huya de mí mismo. Creo que se trata de una forma de creatividad, de expresión, de entender aquella forma de vida. Actuar es algo natural. Los niños, mis hijos, ya lo hacen. Al hacer un papel aportas aspectos de tu propia personalidad mientras exploras y creas otro tipo de personaje. Descubres así cosas de ti mismo, algunas que te gustan y otras que no. Es un reto, es el placer del momento. Es lo que me gusta de hacer películas, el trabajar con otro actor o con el director y crear algo mágico y aprender de los demás. Aunque doy el 100 por cien de mi mismo en todos mis trabajos, es evidente que 'Eyes Wide Shut' era todo un reto para mi, y que era inevitable que me viera envuelto por este personaje más que por cualquier otro."
"No creo que nadie piense que está haciendo una película pequeña en el momento de hacerla. Es injusto decir que solo hago grandes producciones. 'Nacido el 4 de julio' (1989) era en su momento una película de poco presupuesto. Incluso 'Eyes Wide Shut' lo es. También 'Jerry Maguire' era una historia intimista y 'Magnolia', la película de Paul Thomas Anderson que acabo de rodar, sería lo que se acostumbra a decir una película pequeña, independiente y de bajo presupuesto. Me alegro de haber hecho 'Magnolia' después de 'Eyes Wide Shut', porque me ha ayudado en la transición desde aquel personaje. Mi experiencia con Kubrick fue agotadora, diferente a lodo lo que había hecho antes, y hacer un papel secundario en 'Magnolia' me vino muy bien antes de afrontar 'Misión imposible 2'. Quise trabajar con Paul Thomas Anderson desde que vi 'Boogie Nights'. Cuando vino al rodaje de 'Eyes Wide Shut 'y me habló de la película que estaba preparando acepté enseguida."
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Sobre la prensa, la fama y los premios: "Nunca espero ganar cuando me nominan"
"Yo creo que no estoy habituado a la fama, toda la parafernalia de los grandes estrenos la llevo bien, pero considero que todo se ha hecho muy grande en los últimos años y la cosa ha ido a peor. La prensa hoy funciona así: todo empieza como un rumor sin fundamento y acaba ocupando titulares en los grandes medios de comunicación. Hay momentos en que se escriben cosas sobre ti o tu familia que resultan ultrajantes. Durante años siempre puse la otra mejilla, pero llega un momento en que tienes hijos que van a la escuela y que, aunque les digas que todo eso que leen sobre sus padres es basura, han de soportar los comentarios de los demás. Es entonces cuando tú dices basta y decides contratar a buenos abogados para intentar responsabilizar a la prensa de esos actos irresponsables que hacen para poder vender más diarios. Y, por supuesto, ni Nicole ni yo lo hacemos por dinero. Porque con las indemnizaciones que cobramos pagamos a los abogados, destinando el resto a obras de caridad."
"Nunca espero ganar cuando me nominan a un premio. En el momento que abren el sobre estoy convencido de que no dirán mi nombre. Tampoco espero que me nominen por 'Eyes Wide Shut'. Es imposible predecir eso. No puedo saber cuánto dinero hará una película, ni qué dirán los críticos o qué opinarán los miembros de La Academia de Hollywood."
Sobre los críticos de cine y la violencia en Hollywood: "Es responsabilidad de los padres no permitir que sus hijos vean según qué cosas"
"Creo que siempre he tenido el apoyo de la crítica. Algunos me han seguido desde el comienzo de mi carrera. Cada uno tiene su opinión. Unos odian unas cosas que otros pueden adorar. Es normal. No me enfado por las malas críticas, aunque algunas veces ante algún comentario excesivo pueda pensar que aquel tipo no tiene ni idea de lo que está hablando. De todas formas, creo que he tenido suerte. No creo que se pueda decir de ninguna de mis películas que ha sido totalmente desastrosa. Nunca he lamentado haber rechazado un papel, o haber aceptado hacer otro. Cuando a veces siento que no he estado muy bien en una película, no me martirizo por ello, intento aprender de mis errores y aprovechar eso en el futuro."
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"Creo que es ridículo culpar a Hollywood, de hechos lamentables como el de Littleton. Siempre ha habido violencia en las películas. Habría qué hacer un análisis película a película, pero es injusto atacar a la industria en pleno. ¿Por qué no gastamos más dinero en educación? ¿Por qué no controlamos la legislación en materia de armas? Yo veo películas violentas y disfruto con ellas como disfruto con las que no lo son. No me considero por ello una persona violenta. Está claro que es responsabilidad de los padres no permitir que sus hijos vean según qué cosas. ¡Es muy fácil decir que la culpa es de Hollywood! Lo único que me han inspirado las películas son ganas de ser actor. Cuando vi '2001: Una odisea del espacio' quería ser astronauta, pero también crecí viendo 'Creature Feature' en televisión... y nunca quise ser un hombre lobo."
Sobre cómo veía su futuro como actor en 1999: "Si todavía quieren que siga haciendo películas cuando tenga 75 años..."
"Tengo muchas esperanzas puestas en 'Misión imposible 2'. Estoy disfrutando mucho al trabajar con el director John Woo. Da una emoción única a las escenas de acción. Son como un ballet. Si todavía quieren que siga haciendo películas cuando tenga 75 años, aquí estaré yo. Hablábamos un día con Nicole a poco de empezar el rodaje de 'Eyes Wide Shut' que, cuando tuviéramos 70 años y estuviéramos en una mecedora, en el porche de nuestra casa, miraríamos atrás y recordaríamos aquella película que habíamos hecho con Stanley Kubrick como uno de los momentos más maravillosos de nuestra experiencia común."
