miércoles, 30 de junio de 2021

La muerte del cliché femenino en la novela negra



Rosamund Pike en una imagen de la película 'Perdida'.
Rosamund Pike en una imagen de la película 'Perdida'.

La muerte del cliché femenino en la novela negra

Las mujeres revolucionan el género y salen de los roles que las recluían en los papeles de víctima, psicópata, esposa o mujer fatal


Juan Carlos Galindo
Madrid, 25 de septiembre de 2019

Zoe Bennett, restauradora de arte, se ve envuelta en un robo de joyas en el museo en el que trabaja. Ha sido engañada pero reacciona y va a por quienes le han arruinado la vida. No es una mujer fatal, ni una psicópata, no está deprimida y se encuentra lejos de ser una víctima, como demuestra todo lo que sigue después en Una bala con mi nombre (Susana Rodríguez, Harper Collins), uno de los múltiples ejemplos que hay ahora en las librerías de que algo está cambiando en la novela negra. Siempre ha habido grandes escritoras en el género. Además, las mujeres leen mucho más y son la mayor parte del público de los festivales. Pero en la ficción han tardado en estar representadas más allá de ciertos clichés. Un grupo de escritoras han dado un giro a todo esto. Hablamos con algunas de ellas para explicar qué ha evolucionado y cuánto camino queda por recorrer.

Los crímenes que la literatura narra ahora son verdaderos

De izquierda a derecha Susan Atkins, Patricia Krenwinkel y Leslie van Houten

Los crímenes que la literatura narra ahora son verdaderos

Renovado por autores como Carrère y de plena actualidad gracias a premios y éxitos de ventas, el género desembarca en Europa desde EE UU


JUAN CARLOS GALINDO
Madrid 17 ABR 2018 - 04:51 COT

En un mundo de crímenes horribles, identidades artísticas superlativas y gusto por las historias basadas en hechos reales hay un género que condensa estos factores, los manipula y ofrece al lector un relato, a veces inquietante a veces reparador, en el que ni realidad ni ficción son lo que eran. Con el antecedente en español de Operación masacre de Rodolfo Walsh (1957) pero fundado unos años más tarde por Truman Capote y Norman Mailer con A sangre fría y La canción del verdugo, el true crime ha recogido el fruto plantado por el nuevo periodismo para transformarse en un género híbrido, en el que el yo del autor gana protagonismo y en el que se hace uso de la crónica mezclada con la ficción. Emmanuel Carrère abrió la veda del éxito a principios de siglo con El adversario (Anagrama) y le dio la vuelta al género. Ahora, llibros como Laetïtia y el fin de los hombres de Ivan Jablonka –premio Medicis, premio Le Monde– o el reciente Premio Alfaguara conseguido por Jorge Volpi con Una novela criminal trasladan a Europa una efervescencia que ya lleva años en el mundo anglosajón.

Ross Macdonald / Lew Archer: duro, triste, apasionante y real como la vida


El martillo azul, de Ross Macdonald (RBA) | Uñas azules y Policiaca
Ross Macdonald

Lew Archer: duro, triste, apasionante y real como la vida


Juan Carlos Galindo
24 de julio de 2013


Lew Archer: duro, triste, apasionante y real como la vida

Ross Macdonald (seudónimo de Keneth Millar, California, EE UU, 1915- 1983) terminó abruptamente con las aventuras de Lew Archer en 1976 con El martillo azul (RBA, traducción de Aníbal Fernández). La vida fue cruel con el maestro de la novela negra de posguerra y un Alzheimer devastador le dejó sin capacidad para escribir y borró de su memoria sus creaciones.

Arnaldur Indridason / El rey de la novela negra en un país sin crímenes






Arnaldur Indridason: el rey de la novela negra en un país sin crímenes

El autor islandés nos habla de la vida de su personaje, de las preguntas sin respuesta de su país y de sus novelas y hasta de elfos


Juan Carlos Galindo
29 de noviembre de 2013




El escritor islandés Arnaldur Indridason, en Barcelona.Ampliar foto
El escritor islandés Arnaldur Indridason, en Barcelona. GIANLUCA BATTISTA.

Al llegar por la tarde a Reikiavik, cuando uno observa los vastos páramos que tienen como único fin las pesadas nubes que aplastan el horizonte y se deja envolver por una noche gris y brumosa que no llega a serlo del todo, entiende por fin la oscuridad, la tristeza y la búsqueda de respuestas que reinan en las novelas de Arnaldur Indridason(Reikiavik, 1961) y que atormentan a su antihéroe, el policía Erlendur Sveinsson. El escritor recibe a EL PAÍS en un hotel de Reikiavik, con la enorme torre de la iglesia de Hallgrímskirkja de fondo. Indridason, cuerpo grande, ojos pequeños, mirada cómplice unas veces, tímida otras, responde en islandés, idioma que ve amenazado, con algunas frases en inglés y tímidos gestos de afinidad hacia su interlocutor cuando habla, bien o mal, de Erlendur. En cambio, si lo que se aborda es la compleja situación de un país perplejo tras la brutal crisis de 2008, Indridason se vuelve hacia la traductora y, muy serio, responde en islandés.

martes, 29 de junio de 2021

Pilar Reyes / “Para ser editora necesitas lecturas, curiosidad y grandes dosis de optimismo”


La editora Pilar Reyes.
La editora Pilar Reyes.

Pilar Reyes: “Para ser editora necesitas lecturas, curiosidad y grandes dosis de optimismo”

Nacida en Bogotá hace 49 años, es directora de la división literaria del grupo Penguin Random House; es decir, la responsable final de sellos como Lumen, Reservoir Books, Literatura Random House, Debate, Taurus y, por supuesto, Alfaguara, que acaba de recibir el Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial del Ministerio de Cultura


Babelia
25 de junio de 2021


¿Qué tres virtudes debe tener alguien que se dedica a la edición?

Lecturas, curiosidad y grandes dosis de optimismo.

Pilar Reyes / La literatura colombiana es de heridas profundas

Pilar Reyes



"La literatura colombiana es de heridas profundas": Pilar Reyes


Diego León Giraldo

10 de junio de 2021

Los libros han atravesado y trazado la vida de Pilar Reyes. Incluso antes de sus siete años cuando las lágrimas se le desgranaban leyendo Corazón, regalo de la abuela Alicia, una poeta que en vacaciones montaba con sus demás nietos las obras que escribía Carlos José Reyes, padre de Pilar, dramaturgo e historiador del teatro colombiano.

Pilar Reyes / Entrevista

 

Pilar Reyes


Pilar Reyes

ENTREVISTA 






lunes, 28 de junio de 2021

Vidas paralelas / Lemebel y Perlongher

Pedro Lemebel

Vidas paralelas

Lemebel y Perlongher los escritores crisálida, 
Federico Galende
28 de abril de 2017

Una noche de 1991: a Perlongher el sida se lo comía y Pedro Lemebel le dio un abrazo y le regaló un guante de encaje blanco. Era un guante sin par, como ellos, que no volvieron a verse porque Néstor murió al año siguiente.

Llega carta de Brasil. Ella la lee. En la carta él le cuenta que la noche anterior asistió a un psicodrama que terminó convertido en una psicomedia de gritillos con deseos de jubilación. Así que ha tenido que mandarse un speech: que en todo esto hay mucha muerte y poco deseo, y que el deseo de muerte solo sirve para pringar los yiros furiosos de la lumpenería patrullada, el desafío a la ley, los revientes del cuerpo.

Pedro Lemebel / Bésame otra vez forastero



Pedro Lemebel
BESAME OTRA VEZ FORASTERO


Ahí está garabateada en el muro de su noche, con sombrero de punto, tacos y cartera roja; sola y hambrienta teje su telaraña azul lado a lado de esta calle de notarías y oficinas, a cinco cuadras de mi barrio. Oscura y delicada saca un cigarrillo; la vieja no fuma, por eso no lo prende, espera la figura del joven, que desde el fondo de la calle avanza al ritmo elástico de las zapatillas, lo piensa mientras se acerca, olfatea el aire roído de la noche buscando ese olor fresco, con los ojos semicerrados por el deleite y el alquitrán de sus pestañas, se pasa la lengua por el descolorido bigote y sueña y pasa borrosa por su entelado cerebro la historia imprecisa de sus quince años. Es la vieja, la madonna con enaguas de franela esperando a los corceles que vengan a comer de su mano; guachito venga les susurra, ya pues mijito les grita, oye cabro cómo tenís el pajarito. Así vocifera la nonagenaria, bien sujeta en las piernas enclenques; venga un ratito mijo, está muy vieja señora, aquí detrasito escóndase conmigo, está muy oscuro señora, siéntese aquí mijo lindo a verse la suerte con esta pobre vieja, aquí en esta escalera helada y sáquese la pichulita, no le tenga miedo a esta anciana leprosa, a este ángel azul, la dulce compañía de los liceanos vírgenes, que llegan solitarios a ofrecerme la fina piel de su sexo; aquí está la abuela milagrosa, que acaricia con su garra de seda el pálpito de la sangre en los prepucios, la vieja de guardia, niñera impúdica lamiendo los penes infantiles, la gallina que empolla quinceañeros, que los arrastra a su cueva de sábanas con mentholatum, hasta la fauce de su útero desdentado; bésame repite acezando, bésame por favor, mi muchacho, mi niño hermoso, que veo alejarse por las membranas rotas de mis cuencas, de mis ojos que te persiguen mientras cruzas la calle, que se rebalsan de agua ligosa y la enorme lágrima la despierta y por un momento mueve la boca sin sonido, baja el escalón, guachito no se vaya, mijito venga, taconea unos acrobáticos pasos y lo pierde en la carrera alérgica del muchacho al doblar la esquina. Entonces vuelve cansada a su peldaño y mira con ojos de agua turbia, tratando de buscar el sol en su tremenda noche. Es la misma señora que riega cardenales en el piso de enfrente, sólo diez metros de aire separan mi ventana de la suya. Durante el día, enmarcada en el alfeizar, teje y espera paciente que el sol se ponga de luto, va hilando los últimos destellos que enreda en su cabeza blanca para verse más hermosa. Escucho oculto en la sombra el "Para Elisa" de su caja de música, me llega distorsionado por los años el timbre de su voz lunática, puedo ver, con los ojos cerrados, el espejo y su cara blanca en la luna dorada de azogue; canta y ríe, se mancha la boca de crayón, se da vueltas lentamente, entonces tengo miedo, miedo de abrir los ojos, miedo de asomarme a la ventana,miedo que me mire, miedo que sus ojos de gallina enferma, rodando calle abajo, alcancen al niño que huye en bicicleta, que desaparece en la perspectiva ruinosa del barrio, porque tuvo asco y al mismo tiempo deseos de subir la escalera de enfrente, de ver de cerca el ojo sumergido que le guiñaba la vieja, quiere ir lejos sobre los pedales porque llegó a tocar la manilla de bronce y se introdujo en la pieza fresca de aspidistras y cortinas de hilo, subió hace un rato la escalera, sucumbiendo al deseo del ojo desvelado llamándolo desde el balconcito, ella le mostró la pierna, bajándose la media de lana entre los cardenales, hizo revolotear sus manos incoloras en el aire indicándole que cruzara; y ya es muy tarde para que el jugoso muchacho se arrepienta, porque descubrió en el baño su pelaje genital, entonces el balconcito es un desafío, y el ojo de la vieja, que cuelga en mitad de la noche, lo hace perder la cabeza; y va y viene, entrando y saliendo de la ventana -¿Qué le pasa que no se sienta?- Es la edad del pavo mujer, no te fijas que pegó el estirón de pronto-. Poca más y se nos casa, poco más un poquito más le pide la vieja y él acepta y se baja los pantalones y le dice toma vieja, cómetelo, mámatelo, así sin dientes, boquita de guagua, mamita, sigue no más, vieja de mierda, así suavecito, más rápido, cuidado que viene, viene un río espeso a inundarte la pieza, una corriente de cloro que me baja del cerebro, borrándome la imagen del espejo, donde la vieja ternera hunde su cabeza entre mis piernas y se aprovecha de ese momento para besarme, clava su lengua con rabia en mi boca y en el paladar me deja, por muchos años, el gusto rancio del pasado.

La vida sin miedo de Maribel Verdú

Maribel Verdú


La vida sin miedo de Maribel Verdú

La actriz protagoniza ‘Ana Tramel. El juego’, la producción de TVE basada en la novela de Roberto Santiago, un papel al que accedió cuando la pandemia cambió su forma de ver la vida


Juan Sanguino
Madrid, 23 de junio de 2021


“Cumplir 50 años ha sido para mí un antes y un después, ahora tengo una nueva vida”. Maribel Verdú asegura que ha perdido el miedo. Cuando le ofrecieron el papel protagonista de Ana Tramel. El juego, la serie de TVE que esta semana compite en el festival de Montecarlo, la actriz dijo que no una y otra vez. A pesar de que los productores Gerardo Herrero y Mariela Besuievsky sean amigos suyos de toda la vida (“Hasta estuvieron en mi boda”, señala) le daba pánico enfrentarse, por un lado, a unos largos textos legales complicados de memorizar y de expresar con naturalidad y, por otro lado, a un personaje como Ana Tramel, “una mujer autodestructiva, llena de odio y adicta a todo menos al juego”, según describe la actriz. ¿Por qué acabó aceptando entonces?

domingo, 27 de junio de 2021

El vuelo maldito de los escritores


Tareas de rescate de cuerpos de víctimas junto a los restos del Boeing de Avianca que se estrelló en Mejorada del Campo en 1983. 


El vuelo maldito de los escritores

Jorge Ibargüengoitia y otros literatos murieron en el accidente aéreo de Mejorada del Campo, hace ahora 35 años


Arturo Lezcano
20 de diciembre de 2018


Jorge Ibargüengoitia salió de su casa en París, abrió la puerta del taxi y miró hacia el balcón para despedirse de su esposa. El escritor mexicano iba a tomar un vuelo a Bogotá, con escalas en Madrid y Caracas. Era 26 de noviembre de 1983. A esa misma hora también partían hacia el aeropuerto Charles de Gaulle otros literatos latinoamericanos: el peruano Manuel Scorza, la argentina Marta Traba y su marido, el uruguayo Ángel Rama. A ellos se les sumaba la pianista catalana Rosa Sabater. Un mismo motivo los subía a ese avión rumbo a Colombia: el I Encuentro de la Cultura ­Hispanoamericana. Nunca llegarían. Tras hora y media de vuelo, en el descenso hacia Barajas, el vuelo 011 de Avianca, un Jumbo bautizado como Olafo, se precipitó sobre las lomas de Mejorada del Campo. Murieron 181 personas. Solo 11 sobrevivieron.

Juan García Ponce / Jorge Ibargüengoitia





Jorge Ibargüengoitia
Por Juan García Ponce

      Jorge Ibargüengoitia fue mi jefe cuando lo conocí. Para explicar esto, hay que hacer un poco de su historia personal en la que yo no participo. Él y Manuel Felguérez, amigos desde siempre, habían estudiado en el Colegio México con los hermanos maristas y la preparatoria en el que entonces se llamaba Colegio Francés Morales y que después fue el Centro Universitario México. Tiempos legendarios de la amistad de Jorge y Manuel. Jorge lo ha narrado muy sabrosamente en una entrevista a Manuel en la Revista Mexicana de Literatura, dirigida en aquel entonces por Carlos Fuentes, Emmanuel Carballo y Tomás Segovia, y en varios de sus cuentos. Jorge y Manuel eran boy scouts en el no menos legendario GrupoIII. Sin soñar en que algún día lo conocería personalmente, había visto en la revista Escultismo una fotografía de Manuel con uniforme de boy scout y el título “Scout Especialista en Especialidades”. Las especialidades eran unos triangulitos honoríficos de distintos colores, según el tema al que se refirieran, e iban desde ser especialistas en nudos, hasta en pistas o enfermería. Se ponían en la manga del uniforme y Manuel tenía trece de esas especialidades. Como boy scout en la lejana Mérida, pasó a ser uno de mis ídolos. ¡Eso sí que era saber! Después, mi familia y yo nos vinimos a México. Me inscribieron, claro está, en el Instituto México. En tanto, Jorge y Manuel se habían peleado con el jefe del GrupoIII con motivo de un Jamboree en Europa y se habían ido por su cuenta. Viajaron por gran parte de Europa ya no como scouts sino como turistas, pero utilizando tramposamente todas las ventajas que podía proporcionarles el hecho de presentarse como boy scouts. Pero el espíritu scout no se había perdido en ellos. Ya tenían edad suficiente para ser roberts. Formaron lo que se podía considerar un grupo disidente. Yo había seguido siendo scout en el grupo del Instituto México, pero éste tenia poco espíritu scout y no me gustaba. Me adherí inmediatamente al grupo de Jorge y Manuel, sobre el que me contó un amigo. ¡Ellos sí que conocían el placer de ser boy scouts! Y al mismo tiempo, Manuel era más atrevido en sus costumbres que Jorge, también más serio y menos irónico ­según dice en la entrevista. Nuestro primer campamento fue al Valle de las Monjas. En él, sin que Jorge y Manuel tomaran partido, nuestra patrulla se dividió, dirimiendo sus dificultades a golpes. ¡Era en serio un grupo independiente! Ser rudo, para Jorge y Manuel, era saber ser scouts; por lo demás, eran muy estrictos en las disciplinas propias del escultismo. ¡Cómo sabían de bien poner pistas, por ejemplo! ¡Con qué enormes fogatas preparadas por ellos nos protegíamos del frío! Jorge era delgado y serio hasta parecer triste, aunque no lograba disimular siempre su espíritu burlón, sobre todo para rebajar cualquier pretensión. Con nuestro grupo disidente emprendíamos actividades tan opuestas como ir al Ajusco o a Chachalacas, o sea, a las heladas montañas y al mar tropical. Luego, dejé de ver tanto a Jorge como a Manuel durante mucho tiempo.

Juan Villoro / Jorge Ibargüengoitia / Instrucciones para vivir en México

Jorge Ibarguengoitia
Universidad de Iowa en 1976.

Viaje literario por el México de Jorge Ibargüengoitia

Juan Villoro abre con un libro de su compatriotra esta serie en la que cada día un escritor mexicano recomienda una obra para conocer mejor su país


La Feria virtual de EL PAÍS en la Feria de Guadalajara empieza hoy la serie Viaje literario por México. Cada día un escritor mexicano recomendará un libro de un compatriota suyo que nos permita conocer mejor su país. Participarán Juan Villoro, Cristina Rivera Garza, Jorge Volpi, Guadalupe Nettel, Xavier Velasco...
Empezamos este Viaje literario por México con la recomendación de Juan Villoro:
En Instrucciones para vivir en México, Jorge Ibargüengoitia logró el mejor manual de supervivencia para un país que suele ser un misterio (especialmente para los mexicanos). El libro recoge una selección de las columnas que publicaba dos veces a la semana y escribía a toda prisa el lunes para confirmar que tenía el mejor trabajo del mundo: de martes a domingo estaba libre. Armado de un excepcional sentido del humor, el cronista y novelista se adentró en los enigmas de la vida diaria y el cambiante drama de la identidad (¡que trabajo nos cuesta parecernos a nosotros mismos!). Convencido de que nacer bajo el signo de Acuario, determinó que tendría goteras de por vida, Ibargüengoitia vio los desastres cotidianos con una ironía que casi los volvía entrañables. La añeja y exótica sabiduría de sus tías, las profecías de las sirvientas, las frases escuchadas en el barrio de Coyoacán y las tertulias de cantina entraron a sus páginas como el coro griego de un moderno Aristófanes.Sin ser un sibarita de la catástrofe, descubrió que el caos divierte, encontró festivos anticuerpos contra el mal y dejó una guía de cómo sobrevivir a las molestias de los vecinos, los engaños del gobierno, la solemnidad de los intelectuales y, algo casi imposible de lograr, la música de las estudiantinas.

EL PAÍS



MÉXICO LINDO Y QUERIDO
Triunfo Arciniegas / Muchacha / Playa Bruja
Idalia Candelas / En México es difícil ser soltera y vivir sola a los cuarenta
Vargas Llosa / El muro y el flaco
Monumento al compositor del Danzón Zacatlán, Pedro Escobedo
Héctor Aguilar Camín / Lamento mexicano
Asesinos / Un último interrogante en el caso de Pilar Garrido
Relato de un día de pánico en la zona cero del terremoto de México
Lecciones de gastronomía / El pan que nos une
Festival José Alfredo Jiménez / Recorrido de cantinas
La volcánica vida de Chavela Vargas / Olvido, sexo, alcohol y balazos
Así espiaba la policía política del PRI a Octavio Paz
La misteriosa vida de Miguel Bosé en México
Elmer Mendoza / Los lectores de novela negra se comportan como escritores
Alfonso Cuarón / En México existe un profundo racismo, pero las cosas están cambiando
Vargas Llosa / El populismo mexicano
México lindo y qué herido / ¿Narcocementerio? No, los policías también lo usaban.
Un domingo violento completa un sangriento fin de semana con casi ochenta muertos
México atraviesa la época más sangrienta de su historia
La maldición del aguacate
Todo el horror de México se concentra en una calle de Michoacán


Jorge Volpi / Viaje literario por el México de Juan García Ponce


Viaje literario por el México de Juan García Ponce

Jorge Volpi continúa esta serie para conocer mejor México a través de la obra de un autor casi olvidado


La Feria virtual de EL PAÍS en la Feria de Guadalajara sigue hoy con la segunda entrega de la serie Viaje literario por México (cada día un escritor mexicano recomendará un libro de un compatriota suyo que nos permita conocer mejor su país) Participarán Juan Villoro, Cristina Rivera Garza, Jorge Volpi, Guadalupe Nettel, Xavier Velasco...
Hoy el turno es para Jorge Volpi:
Juan García Ponce, Crónica de la intervención (1982) Esta novela descomunal (publicada recientemente como el tomo VI de la Obra reunida de su autor) es quizás una de las novelas más injustamente olvidadas de la literatura mexicana de la segunda mitad del siglo XX, tanto por los críticos como por los lectores. En ella, García Ponce se propuso no sólo escribir la Gran Novela del 68 —en mi opinión, sólo Palinuro de Méxicode Fernando del Paso se le compara—, en un fresco que abarca un sinfín de personajes que se mueven entre las tensiones políticas y la intimidad más azarosa, sino insistir en los juegos de identidades y en los intercambios eróticos que le apasionaron hasta el final de su vida. Nadie que esté dispuesto a sortear su casi millar de páginas saldrá indemne de su lectura.


sábado, 26 de junio de 2021

Sarah Moss / “Hay un modelo de masculinidad que no tiene cabida en el mundo de hoy”

 

Sarah Moss


Sarah Moss: “Hay un modelo de masculinidad que no tiene cabida en el mundo de hoy”

En ‘Muro fantasma’, uno de los títulos de la llamada ‘brexlit’, la novelista habla de un grupo de nostálgicos que tratan de revivir la Edad de Hierro.


Laura Fernández
Barcelona, 7 de septiembre de 2020

La novelista Sarah Moss, en una imagen reciente.
La novelista Sarah Moss, en una imagen reciente.

Urdió la trama justo después de que Donald Trump ganara las elecciones y de que Reino Unido votara sí al Brexit. La novela Muro fantasma (Sexto Piso/Angle Editorial) narra la historia de Silvie, una adolescente atrapada en un falso poblado de la Edad de Hierro con su padre, un conductor de autobús obsesionado con los britanos, su sumisa madre, un grupo de estudiantes y un brumoso profesor universitario; y, aunque el libro no habla directamente de la política, sí critica el aura de elogio al pasado que impregna a sus personajes. Convertida en un clásico instantáneo, la novela de Sarah Moss se ha considerado un claro exponente de brexlit, es decir, de literatura sobre el Brexit.

Sarah Mos / Una huída al pasado remoto

La inquietante novela de Moss recientemente publicada en castellano.
 

Sarah Moss, una huída al pasado remoto

Una escritora británica crea un inquietante mundo donde el regreso a la Edad de Hierro es una opción a una modernidad asfixiante


Renzo Rosello
13 de septiembre de 2020

Es profesora de escritura creativa y realmente lo parece. Sus libros comienzan a tener éxito y sobre todo a conquistar a miles de lectores, sobre todo de habla inglesa, aunque su obra comienza a ser traducida al español y también en este idioma comienza a ganar cada vez más adeptos. Su predilección por cierto toque fantástico la coloca en la literatura de género, en lo que de manera muy simplificada podría llamarse de “terror”.

Sarah Moss: «Pertenecer a una tierra no puede ser sinónimo de excluir, ni de levantar muros»

Sarah Moss


Sarah Moss: «Pertenecer a una tierra no puede ser sinónimo de excluir, ni de levantar muros»


EFE
14 de septiembre de 2020

Sarah Moss: «Pertenecer a una tierra no puede ser sinónimo de excluir, ni de levantar muros»

Breve, precisa y alabada por la crítica anglosajona, la novela Muro fantasma, de Sarah Moss, recién publicada en español, invita a cuestionarse el auge de los nacionalismos y de las fronteras. «Tenemos que encontrar formas de sentir que pertenecemos a un sitio sin creer que somos dueños», dice a EFE.