miércoles, 31 de agosto de 2022

John Cheever / La geometría del amor




John Cheever

LA GEOMETRÍA DEL AMOR


Era una de esas tardes lluviosas en las que el departamento de juguetes de Woolworth's, en la Quinta Avenida, está lleno de mujeres que parecen recién salidas de un lecho adúltero, y en ese momento compran un regalo para su hijo pequeño antes de regresar a casa. Aquella tarde concreta había unas ocho o diez, bonitas, fragantes y bien vestidas, pero con el aire cariacontecido de las mujeres a quienes poco antes ha desnudado un caradura cualquiera en una anónima habitación de hotel del centro de la ciudad cuando están a punto de volver al hogar, a recibir los abrazos de un niño cariñoso. Era Charlie Mallory, que acababa de comprar un destornillador en el departamento de ferretería, quien había llegado a dicha conclusión. No era un juicio de orden moral. Se le ocurrió generalizar principalmente para conferir algún interés y animación a la lasitud de una tarde de lluvia. Las cosas iban muy despacio en su oficina. Después del almuerzo, había empleado su tiempo en reparar un fichero. Para eso quería el destornillador. Una vez formulada esa conjetura, miró más de cerca los rostros de las mujeres y le pareció hallar en ellos alguna confirmación de su fantasía. ¿Qué otra cosa que no fueran las congestiones y los desengaños del adulterio podía prestarles un aire tan espiritual, tan lloroso? ¿Por qué suspiraban tan profundamente al tocar las cosas con que juega la inocencia? Una de las mujeres llevaba un abrigo de piel parecido al que Mallory había regalado en Navidad a su mujer, Mathilda. Observando con más atención, vio que no sólo era el abrigo de Mathilda, sino Mathilda en persona.

John Cheever / Miscelánea de personajes que no figurarán





John Cheever
MISCELÁNEA DE PERSONAJES
QUE NO FIGURARÁN
Traducción de Aníbal Leal

1. La bonita joven del encuentro de rugby Princeton-Darmouth. Va y viene detrás de la gente distribuida sobre el límite del campo. Aparentemente no tiene amigo, un compañero especial, pero todos la conocen. Todos decían su nombre (Florrie), todos la veían con agrado, y cuando ella se detuvo a hablar con unos amigos, un hombre apoyó la palma de la mano en la cintura de la joven, y al sentir el contacto (a pesar del buen tiempo y el verdor del campo de juego) en el rostro del hombre se dibujó una expresión sombría y pensativa, como si experimentara anhelos inmortales. Florrie tenía los cabellos de un hermoso oro oscuro, le caía un rizo sobre los ojos y miraba a su través. Tenía la nariz quizá demasiado fina, pero el efecto era sensual y aristocrático, los brazos y las piernas eran redondos y bien torneados, pero de ningún modo femeninos, y sus ojos violetas bizqueaban. Era la primera mitad del encuentro, aún no se habían anotado puntos y el equipo del Darmouth envió fuera la pelota. Fue un tiro desviado que apuntó directamente a los brazos de la joven. Recibió con elegancia la pelota; parecía haber sido elegida para eso, y permaneció así un segundo, sonriente, inclinada, observada por todos, antes de devolverla con un movimiento torpe y encantador. Se oyeron algunos aplausos. Después, todos desviaron los ojos de Florrie al campo, y un segundo después ella cayó de rodillas y se cubrió el rostro con las manos, contraídas con violencia por la excitación. Parecía muy tímida. Alguien abrió una lata de cerveza y se la pasó, y ella se incorporó y volvió a recorrer el límite del campo, y salió de las páginas de mi novela porque nunca volví a verla.

John Cheever / Un caballero de Nueva Inglaterra




John Cheever

Un caballero de Nueva Inglaterra




Ignacio Martínez Pisón
11 de septiembre de 2011


En El nadador, la película de Frank Perry basada en el célebre relato homónimo de John Cheever, aparece éste haciendo un brevísimo cameo. La escena tiene lugar en un jardín en el que se está celebrando una fiesta junto a la piscina. El protagonista, el iluminado nadador interpretado por Burt Lancaster, saluda a varios de los invitados y se detiene apenas un segundo para estrechar la mano de un caballero de chaqueta blanca y sonrisa insegura que se presenta como John Nesville. El tal Nesville, por supuesto, no es otro que Cheever, quien en 1966, año en que esas imágenes fueron rodadas, atravesaba uno de los momentos más dulces de su trayectoria de escritor: había publicado ya sus dos mejores novelas (Crónica de los Wapshot y El escándalo de los Wapshot) y varias recopilaciones de magníficos relatos, seguía siendo uno de los colaboradores emblemáticos de The New Yorker y, acaso por primera vez en su vida, no le faltaban el dinero ni el reconocimiento. ¿Cómo sería la imagen que por entonces John Cheever tenía de sí mismo? Seguramente muy parecida a la que brevemente nos ofrece John Nesville: la imagen de un hombre próspero, mundano y distinguido que nunca ha tenido problemas de integración en su entorno, una pequeña comunidad de clase media-alta del noreste de Estados Unidos. Esa imagen podrían completarla algunos de los detalles iconográficos con los que el propio Cheever gustaba de aderezar sus entrevistas (la casa de nobles y antiguas paredes, la vieja mecedora al calor del hogar, el paseo con los perros perdigueros), y el resultado final se acercaría mucho al arquetipo tradicional del decente caballero de Nueva Inglaterra.

martes, 30 de agosto de 2022

Lucia Berlin / B.F. y yo

 



Lucia Berlin
B. F. y yo


    Me gustó de entrada, nada más hablando con él por teléfono. Voz áspera, pausada, en la que se adivinaba una sonrisa… y sexo, ya saben a qué me refiero. De todos modos, ¿cómo es que nos hacemos una idea de la gente solo por su voz? La señorita de información telefónica es entrometida y condescendiente, y ni siquiera es una persona de verdad. Y cuando el tipo de la televisión por cable dice que nuestra satisfacción es una prioridad para ellos y quieren complacernos, lo delata el tono de desdén.

Lucia Berlin / Y llegó el sábado

Ilustración de Banksy

Lucia Berlin
Y llegó el sábado


    El trayecto del calabozo municipal a la cárcel del condado pasa por la cima de las montañas sobre la bahía. La avenida está bordeada de árboles y aquella última mañana se veía brumosa como una pintura china antigua. Solo el ruido de los neumáticos y los limpiaparabrisas. Nuestros grilletes tintineaban como instrumentos orientales y los prisioneros, con sus uniformes naranjas, se mecían acompasadamente como monjes tibetanos. Os reís. Bueno, a mí me pasó lo mismo. Sabía que era el único blanco en el autobús, y que todos aquellos tipos no eran el dalái lama, pero la escena era hermosa. Quizá me reí porque me sentí ridículo al verla así. Karate Kid me oyó reír. Seguro que el viejo Chaz tiene el cerebro empapado en alcohol, debió de pensar. Ahora la mayoría de los que van a la cárcel son chavales metidos en el crack. Me dejan a mi aire, creen que no soy más que un viejo hippy.

lunes, 29 de agosto de 2022

Vargas Llosa / ¿Novelas policiales?



Ilustración de Fernando Vicente


Mario Vargas Llosa

BIOGRAFÍA

¿Novelas policiales?


19 de junio de 2022

Confieso que me inquieté mucho cuando oí que Javier Cercas iba a escribir una novela policial. ¿Quién le mandaba a uno de los mejores escritores de nuestra lengua, después de haber escrito esas obras maestras que son, entre otros libros suyos, “Soldados de Salamina”, “Anatomía de un instante” y “El Impostor”, escribir una de esas novelitas que tienen más de adivinanza y cálculo que de literatura? 

Vargas Llosa / Los dictadores

Ilustración de Fernando Vicente


Mario Vargas Llosa

BIOGRAFÍA

Los dictadores

2 de enero de 2022

He renunciado a encontrar el periódico francés que publicó el texto de los cinco profesores que protestaron contra mi elección a la Academia Francesa, pero reconozco que esa protesta era legítima. No así, sin embargo, que, según los periódicos peruanos, esos profesores me tacharan de “pinochetista”. Nunca lo fui. El mismo día del golpe de Pinochet, en 1973, lo ataqué duramente en la televisión francesa y debo haber firmado, además, cerca de veinte manifiestos protestando contra los crímenes cometidos por la dictadura chilena, a la que incluso fui a criticar a Santiago de Chile y a solidarizarme con sus adversarios.

Vargas Llosa / Feria del Libro de Buenos Aires

Ilustración de Fernando Vicente

 

Mario Vargas Llosa

BIOGRAFÍA

Feria del Libro de Buenos Aires

Argentina celebra estos días el amor a la letra impresa en la ciudad más literaria que conozco después de París, la que tenía las mejores editoriales de América Latina y nos hizo leer a todos los latinoamericanos


14 de mayo de 2022

Me encuentro en un café de La Recoleta con Juan José Sebreli, a quien siempre he respetado, incluso en una época de liberalismo frenético. La primera vez que nos vimos, en París, hace muchos años, tuvimos una discusión feroz sobre “Rayuela” de Julio Cortázar, a la que yo defendía y él atacaba, como un juego un tanto superficial. Debo reconocer que él tenía razón, y que el deslumbramiento que me producía esa novela ha perdido mucho de su prestigio en esta época, como todos los libros que, como los de Julio Cortázar, se dedicaban a jugar. Le digo que los libros de Cortázar, que me parecen más importantes ahora, son los de los cuentos fantásticos. No sé si él asiente.

sábado, 27 de agosto de 2022

La esposa de Sylvester Stallone, Jennifer Flavin, le pide el divorcio después de 25 años de matrimonio

 

Sylvester Stallone y su esposa, Jennifer Flavin, en una cena en honor del actor celebrada durante el festival de cine de Cannes, en mayo de 2019.DOMINE JEROME/ABACA

La esposa de Sylvester Stallone, Jennifer Flavin, le pide el divorcio después de 25 años de matrimonio

La exmodelo ha puesto una demanda de separación en Florida. La pareja lleva junta desde 1988, casada desde 1997 y tiene tres hijas en común

Madrid, 25 de agosto de 2022

Se le acabó el amor a Sylvester Stallone. Jennifer Flavin, exmodelo y esposa del actor, ha interpuesto una demanda de separación del intérprete de Rocky y Rambo, tal y como ha dado a conocer ella misma a la revista People. Flavin, de 54 años, y Stallone, que en julio cumplió 76, llevaban 25 años casados.

Con barba y cabello cano / Sylvester Stallone rejuvenece diez años al dejar de intentar parecer joven

 



Sylvester Stallone
Capturas del vídeo con el que Sylvester Stallone ha saludado a sus fans desde sus cuentas oficiales de Twitter e Instagram y en el que muestra su cabello y barba canosos.


Con barba y cabello cano: Sylvester Stallone rejuvenece diez años al dejar de intentar parecer joven

El vídeo que el héroe de acción de 73 años ha publicado en las redes sociales ha levantado el halago unánime. Al renunciar al tinte y el afeitado en favor de la naturalidad, 'Rambo' ha conseguido quitarse lustros de encima


Óscar Tévez
31 de enero de 2020

Hollywood y la industria del entretenimiento en general son un terreno abonado para la ilusión de la eterna juventud. Madonna tiene 61 años, pero sigue dando brincos sobre los escenarios; Tom Cruise se niega a dejar de salvar el mundo y tirarse de edificios altos en sus películas aunque vaya a cumplir este año 58, y de Cher, que cumple en mayo 74, circula un divertidísimo meme que alerta sobre el calentamiento global junto a una foto suya y nos cuestiona: "Debemos empezar a pensar en la clase de mundo que queremos dejarle a Cher una vez hayamos muerto".

La guerra sucia de Arnold a Sylvester que sale a la luz 25 años después




La guerra sucia de Arnold a Sylvester que sale a la luz 25 años después

Mensajes ocultos en películas, maniobras en los despachos de Hollywood y declaraciones arrogantes: la pelea por el cetro de la masculinidad musculada tiene dos nombres


Guillermo Alonso
27 de septiembre de 2018


Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone en Cannes en 1990. Es su primera foto juntos.

En una industria (la del entretenimiento) que suele enfrentar a las mujeres tachándolas de divas y resaltar la amistad entre hombres considerándolos colegas es necesario y refrescante recordar la lucha de titanes que durante lustros mantuvieron los dos epítomes absolutos de la masculinidad de finales del siglo XX: Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone. Una lucha hoy terminada, pero que ha vuelto a la actualidad gracias a un artículo de Vulture que se publicó hace un año, pero las redes han popularizado de nuevo esta semana.

viernes, 26 de agosto de 2022

Daredevil Born Again / Frank Miller y David Mazzuchelli firman una obra maestra


Buenos Lectores: Daredevil: Born Again.

Daredevil Born Again

Frank Miller y David Mazzuchelli firman una obra maestra, la que es sin lugar a dudas la mejor historia de Daredevil.

RAÚL LÓPEZ
23 de abril de 2016

Daredevil estaba casi desechado como personaje, quizás por ese motivo no dudaron cuando un insistente Frank Miller se presentó a filas como nuevo dibujante del personaje, primero acompañado a los guiones por un cumplidor Roger Mckenzie para a los pocos números asumir también las tareas de escribir sus historias y convertirse en autor completo de la serie regular. Lo que vino a continuación es conocido por todos, poco a poco nos demostró que no había personajes malos, y que la historia sólo recordaría a los autores valientes por haber sido capaces de usar una voz propia. Hablar del Daredevil de Frank Miller es recordar a Elektra, Bullseye, los bajos fondos, La mano y sus ninjas,… y claro está Born Again, obra que inevitablemente sale a la palestra cuando se recuerda su paso por el personaje a pesar de que entre su primera etapa al frente de la serie y la que sería una de sus mejores creaciones tuvieron que pasar cuatro largos años.

Frank Miller / Daredevil: El hombre sin miedo

Daredevil El Hombre Sin Miedo Frank Miller Saga Completa ...

Frank Miller

Daredevil: El hombre sin miedo

Reseña de la imprescindible miniserie Daredevil el hombre sin miedo de Frank Miller y John Romita Jr. en la que es su edición hasta la fecha.
Por Raúl López
28 de julio de 2017

El origen de Daredevil: El hombre sin miedo se lo debemos a la esposa de John Romita Jr., a fin de cuentas era ella quien insistía a su marido que debía llevar a cabo un proyecto junto a Frank Miller, de esta forma, John se dirigió a Frank y le propuso un proyecto protagonizado por el canadiense, hay que recordar que años antes y en viaje en coche de regreso de una convención compartido entre Chris Claremont y Frank Miller ya había trabajo Frank con Logan, es más, había sentado junto a Claremont unas bases que décadas después aún perduran con lo que volver a realizar una historia protagonizada por el mutante canadiense no entraba entre sus preferencias. El caso es que Miller tenía un proyecto entre manos que había sido denegado, el guión de una historia destinada a, como hicieron anteriormente con Logan, moldear el origen de Daredevil para que fuese usado en los años posteriores como el decálogo del guardián de la cocina del infierno. La diferencia en esta ocasión es que dicho manuscrito en realidad se trataba de un proyecto a modo de teleserie que jamás vio la luz así que, ¿porqué no aprovecharlo y que se convirtiese en ese proyecto que les llevase a unir sus talentos? El nº de páginas poco a poco fue aumentando según avanzaba el proyecto, y lo que originalmente iba a tener el tratamiento de una novela gráfica de 64 páginas terminó convirtiéndose en una miniserie de cinco entregas en la que juntos reconstruyen el origen de Matt Murdock convirtiendo estos cinco números en su año uno particular, o como a ellos les gustaba decir, la biblia de Daredevil.

Daredevil de Frank Miller / Elektra


Frank Miller no ha visto la serie de Daredevil en Netflix
Daredevil y Elektra

Daredevil de Frank Miller: Elektra

Carlos Martí9 de julio de 2008

Recientemente ha salido a la venta el segundo tomo de una colección que recopila la etapa más recordada de un autor, Frank Miller, y que dejó una huella indeleble en Daredevil, el Hombre sin Miedo.

jueves, 25 de agosto de 2022

Jean-Jacques Sempé / Nada es simple








Jean-Jacques Sempé
NADA ES SIMPLE

Juan de la Colina

Me encanta de Jean-Jacques Sempé su línea, esa manera de dibujar tan fácil, en apariencia. Uno piensa, viendo su trabajo, que dibujar es natural como respirar. Me encanta su color, tan simple y eficaz. Y me encanta su humor, por supuesto.No hay duda de que Sempé trabaja rápido y mucho tiempo. Dibuja multitudes, muchedumbres, dibuja estadios, edificios, ciudades. Sus personajes, pequeños y frágiles, se ven extraviados en semejantes paisajes urbanos, superados por una aplastante realidad. Nada es fácil, todo se complica. Sempé nació en Burdeos en 1932. Estos son sus títulos: El pequeño Nicolás (junto con Goscinny, 1960), Nada es sencillo (1962), Todo se complica (1962), La ascensión del señor Lambert (1974) y De madrugada (1983)

Sempé / París y las ausencias

 



París y las ausencias

  • Blackie Books continúa su empresa dedicada a Jean-Jacques Sempé con uno de sus libros capitales, 'El señor Lambert', una colosal lección de las posibilidades narrativas de la ilustración

La ficha

'Sempé'. El señor Lambert. Trad. Miguel Azaola. Blackie Books. Barcelona, 2017. 64 páginas. 17,90 euros.


PABLO BUJALANCE
28 Noviembre, 2017 - 06:00h

En Chez Picard, uno de aquellos emblemáticos bistrós parisinos, la clientela, enteramente masculina, se cita a diario en el hueco que el horario reserva al almuerzo para dar cuenta del menú: los martes, terrina del chef; los miércoles, conejo a la cazadora; los jueves, alcachofas a la vinagreta. Las conversaciones giran invariablemente entre el fútbol y la política, en una liturgia de distribución idéntica jornada tras jornada. Uno de los clientes es el señor Lambert, que ocupa su sitio sin falta en la misma mesa junto al resto de trabajadores, mientras la camarera toma nota de las bebidas, postres y otros complementos del menú. De pronto, a partir de un día cualquiera, la comparecencia de Lambert en Chez Picard empieza a sufrir perturbaciones. Lo mismo llega tarde, cuando todos los demás han almorzado ya, que demasiado pronto, cuando el restaurante aún espera vacío al resto de comensales. Pocos días después, Lambert no aparece. En torno a sus injustificadas ausencias, los demás cotillean sobre los posibles motivos de su extraño comportamiento, hasta que el propio Lambert confirma su interés en cierta señorita a la que visita a diario aprovechando la hora del almuerzo. A partir de aquí, los desplantes y las comparecencias de Lambert en Chez Picard servirán de termómetro con el que evaluar la salud de la relación amorosa que el protagonista ha entablado. Por muchos motivos se puede decir que en El señor Lambert no sucede nada. Y por tantas otras cabe afirmar que este libro, que el dibujante Jean-Jacques Sempé (Burdeos, 1932) publicó en 1965 a modo de conmovedora carta de amor al París en el que reside desde los 18 años, es una de las obras maestras de la ilustración del siglo XX, y también una asombrosa pieza de ingeniería literaria. Pues pocas creaciones revelan con tal claridad las posibilidades del dibujo a la hora de contar una historia. Ahora, la editorial Blackie Books acaba de rescatar esta delicia en virtud de su particular idilio con Sempé, del que ya ha publicado Marcelín y Catherine, el libro alumbrado mano a mano con Patrick Modiano. Este nuevo lanzamiento de El señor Lambert, de cualquier forma, constituye un regalo muy a tener en cuenta en estos tiempos. Más aún si se trata de que usted, lector, se lo regale a sí mismo.

miércoles, 24 de agosto de 2022

Vargas Llosa / Cervantes

 


Mario Vargas Llosa

BIOGRAFÍA

Cervantes

El libro de Santiago Muñoz Machado parece haber sido planeado a lo largo de toda una vida de averiguaciones y lecturas, a fin de saber en qué sociedad y de qué modo surgió aquel libro que deslumbró a Europa


30 de abril de 2022

Mi primera tentativa para leer Don Quijote de la Mancha fue un fracaso. Estaba todavía en el colegio y las palabras antiguas, que debía consultar a cada paso en el diccionario, y las frases tan largas me confundían. Terminé por rendirme. Años después, cuando estaba en la universidad, un precioso librito de Azorín, “La ruta de Don Quijote", me incitó a intentarlo de nuevo. Esta vez sí, lo leí de principio a fin, gozando en cada frase y en cada página, con la historia de esa pareja dispar, el alargado caballero idealista, empeñado en transformar la realidad para que se parezca a la de sus libros y sus sueños, y su terrestre escudero, pragmático y ventral, que trata de retener a su amo en la cruda realidad para que no se pierda en las nubes de su fantasía. 

Vargas Llosa / El efecto Sartre

 

Ilustración de Fernando Vicente


Mario Vargas Llosa

BIOGRAFÍA

El efecto Sartre

Sostiene en su libro Rafael Uzcátegui que el anarquismo, ideología equivocada desde el principio y sin futuro, goza de buena salud. En su obra expone una tesis sobre la causa del infantilismo de la izquierda latinoamericana



5 de junio de 2022


¿Usted creía que los anarquistas habían desaparecido? Nada de eso, gozan de muy buena salud según el venezolano Rafael Uzcátegui. Acaba de publicar un libro, muy crítico del gobierno de Nicolás Maduro, al que acusa de maltratar y torturar a los presos políticos y de los asesinatos cometidos contra los críticos como él. Es miembro de múltiples asociaciones, ha renunciado a tirar bombas y pegar tiros,  y trabaja por la más noble de las causas: defender a los presos políticos y buscar protección y países que quieran recibir a los refugiados de cualquier índole. Sus ensayos son insólitos, porque la izquierda en América Latina no suele sostener tesis tan democráticas  como las suyas. Además, no sólo es un teórico, sino un hombre de acción.

Faulkner / Señor del laberinto





Mario Vargas Llosa

BIOGRAFÍA

Señor del laberinto

James Joyce inventó los recursos de la novela moderna, pero Faulkner los aprovechó mejor. Tres libros recuperan hoy episodios, entrevistas u obras del autor estadounidense


15 de mayo de 2021



FERNANDO VICENTE


Jacobo Bergareche es educado y simpático, hasta que le tocas ciertos temas, donde aparece su verdadera personalidad. Se le ocurrió irse a Estados Unidos y allá se fue. Pero no a Nueva York ni a Los Ángeles, como la gente normal, sino a Texas. ¿Y a qué diablos se fue a ese riquísimo Estado de petroleros y cowboys? A ver honky-tonks, y bailar “bien agarradito” en esos antros “de palabra sonora y cantarina”. Visitó también billares y garitos de diversa índole y, por supuesto, comió en las mejores hamburgueserías del mundo. Como tenía que vivir, armó un negocio que le duró cuatro años. Se encontró, además, con el Harry Ransom Center y sus cuarenta y tres millones de documentos, donde sospecho que pasó buena parte de los cuatro años leyendo y donde descubrió, entre otras maravillas, las cartas de amor que William Faulkner le escribió a su amante, “una tal Meta Carpenter”, mientras estuvo trabajando en Hollywood como guionista.

martes, 23 de agosto de 2022

Barbara Swan / Cuentos de hadas

 


Barbara Swan
CUENTOS DE HADAS


Barbara Swan / Anne Sexton

 


Barbara Swan
ANNE SEXTON





Anne Sexton / Y uno para mi señora


Anne Sexton



Anne Sexton

y uno para mi señora


Anne Sexton / And one for my dame


Un comerciante nato,

mi padre hizo mucha pasta

vendiendo lana a Fieldcrest, Woolrich, Whasta.

Un farsante nato,

podía vender cien balas empapadas

de aquella cosa blanca, calcular las millas y las ventas

facturadas

y ganar dinero.

En casa, cada frase que soltaba

había contentado antes a un cliente que, con mantequilla, le

pagaba.

Todas sus palabras

las había ensayado una vez tras otra, en cualquier formato,

en el hombre a quien vendía el que llenaba nuestro plato.

Mi padre sobrevolaba

sobre el pudin de Yorkshire y la carne de ternera

un feriante, ambulante, vendedor y jefe indio de tercera.

¡Roosevelt! ¡Willkie! ¡y la guerra!

Qué inepta me juzgaba

con mi corazón de solterona y mi aplauso de niña pava.

Cada noche en casa

mi padre se enamoraba de unos mapas rotos como harapos

mientras la emisora luchaba sus batallas con los nazis y los

japos.

Excepto cuando se escondió

en su dormitorio en una borrachera de tres días,

escribió itinerarios complicados, rellenó el maletero de

licorerías,

su equipaje a juego,

y guardó una reserva confirmada,

su corazón latiendo ya sobre las rutas rojas de su nación

amada.

Me siento a mi mesa

cada noche sin ningún lugar a dónde ir,

los arrugados mapas de Milwaukee y Búfalo de souvenir,

todo EE.UU.,

sus cementerios, sus absurdas líneas horarias,

a través de rutas como venas finas, capitales como piedras

funerarias.

Murió en la autopista,

golpeado de la nuca a la espalda,

su pañuelo blanco por la ventanilla de su Cadillac gualda,

Mi esposo,

de unos ojos tan azules como un álbum de fotografías,

comercia lana:

carretes, cajas y ovillos de los que estira, con desgana,

hasta alcanzar el hilo

y decir Leicester, Rambouillet, Merina,

cruzada, aceitosa y gruesa, amarilla como vieja nieve andina.

Y cuando vuelves a irte, mi amor,

¡Sí, señor! ¡Sí, señor! Y uno es para mi señora,

tus cajas de muestrarios con el nombre de mi padre escrito

por su cuidadora.

tu itinerario abierto,

sus peajes recaudando codiciosos,

sus autopistas levantadas como amores nuevos, crudos,

presurosos.