viernes, 28 de enero de 2022

Somerset Maugham / Ashenden o el agente secreto / Reseña

 


Somerset Maughan

Ashenden, o el agente secreto

Jaime Molina

Sin ser ni mucho menos la mejor obra de Maugham, hay que reconocerle a este libro el mérito que sin duda tiene. Ashenden o el agente secreto es una novela episódica de espías en la que, si bien cada uno de sus capítulos no son del todo independientes, puesto que están sutilmente conectados, bien podría considerarse como un libro de relatos, tal vez el primer libro de relatos de espías de la literatura moderna.

Ashenden se le atribuye haber sido el arquetipo o el modelo de historia que más tarde serviría de inspiración a autores como Chandler o Hammett, no tanto por la temática que abordaban sus novelas, sino por la estructura narrativa, el estilo sobrio y rudo de los personajes, los diálogos cortantes, precisos, escuetos, o el sentimiento de vacío que se desvela a veces en los protagonistas.

Personalmente, lo que atrajo mi curiosidad y me incitó a leer este libro fue el hecho de conocer que estaba basado en las experiencias personales de Maugham como miembro del servicio de inteligencia. Sin querer ahondar demasiado en elementos biográficos, simplemente mencionaré como dato anecdótico que, al estallar la Primera Guerra Mundial, el escritor intentó alistarse pero, debido a su edad, sólo le dejaron colaborar como conductor de ambulancias. Posteriormente su esposa Syrie influyó para que formase parte del servicio de inteligencia británico y, de este modo, Somerset Maugham se convirtió, por derecho propio, en el primer escritor espía. Ashenden es, por tanto, el alter ego de Maugham y a través de este personaje, el lector conoce las diferentes peripecias por las que pasó el escritor como agente secreto del espionaje británico en Europa, durante los años de la Primera Guerra Mundial, en diferentes países como Suiza, Italia, Francia o incluso la Rusia revolucionaria de 1917. Ashenden, o el agente secreto no sólo fue la primera novela de espías, sino que, además, sentó las bases de toda la literatura de género posterior, que si bien resulta mucho más sofisticada y depurada en autores como Graham Greene, John LeCarré o Ian Fleming; el mérito de Maugham radica en haber iniciado esa nueva tendencia literaria.

La primera historia, titulada «R.» nos evoca a la famosa «M.» de la serie de James Bond. Tras la sigla «R.» se esconde el misterioso coronel que se encarga de reclutar a Ashenden como oficial de la inteligencia británica y este episodio nos narra cómo sucedió ese encuentro y cómo se produjo la entrevista. La primera misión del protagonista será en Suiza, en el capítulo titulado «Una visita a domicilio» en la cual deberá desenmascarar a un espía británico que, para cobrar su sueldo, emite informes totalmente falsos. Los primeros casos de Ashenden no son demasiado espectaculares ni emocionantes, sino más bien tienen un caracter burocrático, en el sentido de que la mayor parte de su trabajo consiste en observar y emitir informes, lo que no hace sino reforzar la veracidad de los casos narrados pues, el trabajo cotidiano de los espías es mucho más monótono que el que aparece idealizado en el cine por personajes como James Bond o similares.

Uno de los mejores capítulos del libro es el de «El mexicano calvo«, en donde nuestro protagonista acompaña a otro espía, el susodicho mexicano calvo, hasta Italia, en donde un agente griego que trabaja para los de los alemanes debe ser eliminado. En el siguiente episodio, continuación del anterior, Ashenden tiene que persuadir a una bailarina italiana para que traicione a su amante, un agente alemán, y puedan tenderle una trampa para arrestarlo. Parte de esta historia y de otra titulada «El traidor» serían utilizadas por Alfred Hitchcock en su película «El agente secreto«, con Peter Lorre haciendo de «mexicano calvo».

En otras historias Ashenden se pasea por París o por la rusa revolucionaria y en éste último Maugham mezcla el relato de espías con una anécdota de un surrealismo que roza lo cómico y que, precisamente por ser tan estrambótica, no me cabe la menor duda de su veracidad: la del hombre que muere absurdamente por no querer escapar con sus compañeros, al empeñarse en recuperar su ropa interior que había extraviado en el hotel.

Ashenden es un agente secreto refinado, un patriota al servicio de su majestad al que imaginamos siempre con traje impecable y modales educados. Desde ese punto de vista, tiene muchos factores en común con el mítico Bond, salvo por algunos detalles cruciales: Ashenden no es un seductor; de hecho resulta extremadamente distante, en especial con las mujeres y, en ocasiones, ligeramente ingenuo, como cuando se deja engañar por el mexicano calvo durante una partida de cartas, en la que éste le gana dinero con facilidad. Sin embargo, Ashenden posee una virtud notable y crucial para un espía: la capacidad de observación, especialmente en los detalles: la disposicion de unos muebles, o el color de los trajes o de los vestidos, por citar algunos ejemplos. Como alter ego de Maughan, Ashenden es, a su manera, el arquetipo del perfecto dandy inglés, culto, educado, inteligente y refinado.

Maughan fue un escritor muy popular en su tiempo y, como ya he mencionado al principio, ésta no es su mejor obra. Sin embargo, Yo siempre he preferido al Maugham cuentista que al novelista. No en vano, a lo largo de su vida, escribió más de un centenar de relatos cortos, todo un recorrido narrativo en un género -el del relato- que tradicionalmente ha sido dejado de lado. A pesar del éxito que Maugham llegó a conocer en vida -muchas de sus obras fueron adaptadas al cine- este escritor ha sido criticado como un creador ramplón y sin estilo propio. No es esa mi opinión, desde luego, y creo que merece la pena leer los relatos de Maugham. Estoy seguro de que les sorprenderá su alta calidad literaria.

Ashenden, o el agente secreto. Somerset Maughan. Editorial Debolsillo


CICUTADRY




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