A SOLAS CON Lily King
Cristina Pernas
24 de febrero de 2016
Yo no la he leído Euforia, la he devorado. Lo que la escritora Lily King ha conseguido en este libro que os presento es novelar un episodio de la vida de la antropóloga Margaret Mead, y reconstruirlo dejando volar su imaginación para adentrándonos en un relato increíble. Margaret Mead, brillante y bastante atípica para su época, fue una antropóloga polémica, célebre por sus estudios sobre la sexualidad en los adolescentes polinesios, por su bisexualidad declarada y por su rigor científico.
No tardé ni un día en devorar sus 272 páginas que comienzan cuando el antropólogo Andrew Bankson, aislado en Nueva Guinea donde investiga a la tribu Kiona, se encuentra en sus horas más bajas en las que incluso se plantea la idea del suicidio. Irrumpen entonces, en su vida un matrimonio también de antropólogos, Nell y Fen, que huyen de la violenta tribu Mumbanyo y que se acabarán instalando cerca de él, para estudiar a la tribu Tam. Surgirá entre ellos, un tenso triángulo amoroso entre ellos, en el que los celos, posesión, dura competencia o lucha de egos, les acabarán llevando a un viaje sin retorno y sin salida.
Lily King ha sido un afortunado descubrimiento y ya estoy buscando otros de sus títulos. Creció en Massachusetts y estudió Literatura Inglesa en la University of North Carolina y en Chapell Hill. Publicó su primera novela "The Pleasing Hour" en 1999 con la que recibió el Barnes and Noble Discover Award. También nos ha regalado historias como "The English Teacher" en 2005 y "Father of the Rain" en 2010, que han hecho de ella una de las voces más singulares de la actual narrativa norteamericana. Y hoy está aquí en "Mujer después de los 40", pues me ha concedido una entrevista preciosa para hablarnos de "Euforia", la novela seleccionada por The New York Times como uno de los 10 mejores libros del 2014.
1. "Euforia" es una novela que se mastica, se huele y se toca. Mantiene una intensidad dosificada con inteligencia, de forma que interrumpir la lectura para el lector es francamente difícil. ¿Cómo llegó esta historia hasta ti? ¿Por qué decidiste hacerla tuya?
La idea de Euforia me vino a la cabeza mientras leía una biografía de la antropóloga Margaret Mead. En aquel momento estaba comenzando a escribir mi tercera novela, así que durante varios años me dediqué de manera casual e intermitente a ir documentándome. Por esta razón, Euforia fue creciendo de manera muy lenta en mi imaginación. Lo que hago es que voy anotando las ideas que se me ocurren en mi cuaderno de trabajo. Allí anoto algunos detalles que acaban normalmente sugiriéndome diálogos o acaso una escena completa; y cuando así sucede, las voy dejando escritas. Por eso cuando de veras me puse a escribir la novela prácticamente tenía una idea completa de cómo iba a ser.
2. Cuéntanos algo sobre Lily King "escritora" ¿cuáles son tus pequeños rituales para escribir? ¿Y tus vicios?
Soy más bien una escritora matutina. Cuando mis hijos se van para la escuela comienzo a trabajar lo más rápido que puedo; desayuno y leo parte del diario antes, claro. No bebo café, pero sobre las diez o diez y media siempre me tomo un té fuerte con leche. Me da energía. Escribo con lápiz en un cuaderno de papel con líneas. Siempre escribo el primer borrador a mano. Luego lo paso al ordenador. Últimamente me he acostumbrado a encender la vela que me regaló una amiga; sentir su olor me da ganas de escribir.
3. Leí hace tiempo un artículo en el Periódico Clarín, en el que preguntaban a autores de la talla de Paulo Coelho, Rosa Montero o Federico Andahazi, cuál era el proceso que seguían para crear un personaje. ¿Cómo sucede en tu caso?
Después de haber escrito los primeros capítulos sentí que no conocía lo suficiente a mis personajes, así que dejé de lado el lápiz y el cuaderno y me abrí un archivo en el ordenador y escribí las biografías de los tres protagonistas. Cada una de ellas comenzaba así “Nací…” y escribí como veinte páginas. Lo imaginé todo de ellos y las cosas que les habían ocurrido desde su nacimiento hasta el momento en el que comienza el libro. Me fue muy útil. La mayoría de esa información no entró en la novela, pero me ayudó a comprender a mis personajes y también tuvo el efecto positivo de darme la confianza necesaria para escribir con autoridad sobre ellos.
4. Y hablando de personajes, hay dos cosas que me gustaría comentarte: Primero, me llama mucho la atención el antropólogo Bankson. ¿Cómo surge un personaje con ese equilibrio, sensibilidad y fuerza al mismo tiempo? Y en segundo lugar, supongo que es obligado preguntar sobre, ¿qué hay de Margaret Mead en la protagonista, Nell Stone?
El modelo real para el personaje de Andrew Bankson es Gregory Bateson, el antropólogo inglés del que Mead se enamoró en Nueva Guinea en 1933. El triángulo amoroso que se establece entre él y su marido, Reo Fortune, fue la inspiración para el libro. Todo lo que leí sobre Bateson hizo que me enamorase también de él. Al principio pensé que debía escribir sobre la forma en que Mead se enamora de él, utilizando el punto de vista de ella. Pero cuando comenzaba a escribir el segundo capítulo, cuando Bankson intenta suicidarse sin éxito, me sentí tan cerca de él, me puse tan de lleno en su pellejo, que me di cuenta de que la novela en verdad era su historia y debía ser contada desde su punto de vista. Así que, de alguna manera, su voz narrativa acabó imponiéndose.
5. Y ya que citamos a Nell Stone, la protagonista femenina de Euforia, es una mujer valiente, decidida e independiente que lucha por lo que quiere sin tapujos. Aunque como bien dice ella "condicionada por los demás".
Desde luego que he tomado prestadas algunas cosas que le ocurrieron realmente a Margaret Mead y las he incorporado al personaje de Nell Stone. Pero la parte inventada supera a ésta con creces. Nunca tuve la intención de recrear la vida de Mead o su personalidad. No tengo ni idea de cómo era ella realmente, en su vida cotidiana. Puedes leerte una biografía completa y ser incapaz de recrear una sola línea de diálogo con la voz de ese personaje. Así que no te queda más remedio que inventártelo. Y yo de una manera muy consciente quería que Nell tuviese una identidad propia, con su personalidad y su destino, diferente de la de Mead.
6. ¿Qué hay de Lily King tras este personaje?
Qué curioso. Me parece que Nell es mucho más valiente, asertiva, agresiva y ambiciosa que yo. Es una persona intrépida que parece no tener miedo de nada. Me parece que yo habría escrito las notas igual que ella. También se ha de decir que ambas estamos enamoradas de una manera bastante apasionada de Andrew Bankson.
7. La ambientación de la novela es magistral, porque sin llegar a recrearte en descripciones exhaustivas de la selva, el lector se siente dentro de ella desde el primer momento. ¿Cómo lo consigues? ¿En qué aspectos incides al tratar a este personaje con tanta presencia en la historia?
Gracias. Que me digas esto significa mucho para mí porque es lo que realmente me proponía. No me gustan las descripciones exhaustivas, y tampoco quiero que en una novela se note la investigación que ha realizado el escritor. Intenté servirme de las descripciones lo menos que pude para que así los detalles que sí uso resulten inesperados para el lector. En lugar de decir que algo está húmedo, pongo una almohada cuyas plumas son como grapas de barro. Ese tipo de cosas. Me parece que el efecto del calor era mucho peor y los insectos mucho más implacables a como yo los describo, pero no podía estar todo el tiempo machacando al lector con ello, así que tuve que confiar en que el lector sería capaz de ir rellenando esos huecos de la narración. Honestamente he de decirte que el lector hace gran parte del trabajo por mí. El acto de lectura es un acto mucho más imaginativo de lo que la gente cree. Yo pongo una serie de detalles y el lector los completa.
8. Las matemáticas en las relaciones a tres siempre son excluyentes porque es prácticamente imposible que no surjan alianzas, afinidades o en el caso de la novela, deseo y amor, entre dos dejando a uno de los actores fuera de la ecuación. ¿Qué te llevó a plantear este triángulo amoroso siempre imperfecto?
No, este es el único periodo de la vida de Margaret en el que estaba interesada y por esa misma razón. Me encantaba la idea de la imposibilidad del triángulo amoroso, y el poder establecer esa misma imposibilidad en un espacio extremo, un lugar difícil de soportar incluso sin estar inmerso en la agonía de un intenso triángulo sentimental. Adoraba la idea de que cada uno de ellos necesariamente habría de sentirse insatisfecho, con ganas de más. Esta es la razón por la que, como escritora, siempre buscas una situación de este tipo, en la que la gente quiere cosas que son difíciles de conseguir. Y tener esos tres personajes llenos de deseos imposibles de satisfacer da a la historia un plus de tensión.
9. Esta última pregunta va dirigida no ya la escritora sino a la mujer que hay tras "Euforia". Ese deseo de posesión que guía muchas de nuestras relaciones se da… ¿por qué amamos lo que necesitamos o porque necesitamos lo que amamos?
¡Guau! Menuda pregunta. El amor verdadero no tiene que ver con la posesión, aunque sí el deseo. Creo que es el deseo lo que exige la pertenencia. El amor, cuando se da sin miedo, no necesita nada más.
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