Gabrielle Wittkop |
Gabrielle Wittkop
Juego de imaginación y memoria
Gabrielle Wittkop acaba de publicar con Cabaret Voltaire la novela Cada día es un árbol que cae, una desconcertante ficción dentro de ficción, un insólito diario de una vida que no existe. En este título se entrelaza la voz en primera persona de Hippolyte en su diario y la de un narrador omnisciente que, en tercera persona, explica a la protagonista y sus circunstancias. La narración ensortijada de Hippolyte atrapa al lector. En sus palabras se entretejen la mitología griega con una belleza exuberante, la de la poesía del vívido lenguaje que ha colonizado el diario de Hippolyte. Sus palabras, escritas en secreto, se deslizarán por nuestros secos paladares, ávidos de sensaciones que, como parece mostrarnos la protagonista, deberían provenir de los lugares más remotos.
Cada día es un árbol que cae exuda arte y nostalgia, sudores y orines. Esta pequeña pero poderosa novela emana aromas de incienso y jazmín. Es esta novela la profanación de una vida completa, una vida imaginada hasta en sus más complicadas y turbias aristas.
Narrada a caballo entre la distante, pero impúdica, tercera persona y la primera persona de Hippolyte en un honesto acercamiento a sus diarios, Cada día es un árbol que cae sorprende y embelesa por la profundidad y el descaro de sus suntuosas descripciones, por el cálido vapor que, no podía ser de otra manera, desprenden muchas de sus páginas. Una novela que hará las delicias de los voyeurs literarios que cada vez más demandan una exquisitez, como la que destila esta obra, en sus lecturas.
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Autora: Gabrielle Wittkop. Título: Cada día es un árbol que cae. Traducción: Lydia Vázquez Jiménez. Editorial: Cabaret Voltaire.
ZENDA
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