viernes, 20 de diciembre de 2019

Los 25 mejores libros del siglo XXI / Marjane Satrapi / Persépolis











Los 25 mejore

libros


del siglo XXI

No 20

Marjane

Satrapi

PERSÉPOLIS

El fanatismo religioso 





Daniel Tubau
8 de noviembre de 2010

Persépolis es la novela gráfica en cuatro tomos de Marjane Satrapi en la que cuenta su propia vida. Como muchas personas, Satrapi vivió bajo una dictadura, la del sha Reza Pahlevi, y tuvo la suerte de que al comienzo de su adolescencia el régimen fue derribado. Yo viví lo mismo en otra época, en la España de Franco: tuve el tiempo justo de conocer la dictadura pero la suerte de disfrutar casi toda mi vida de la democracia.

En el comic (y en la adaptación al cine), el padre y el tío le cuentan a Marjane, cuando todavía es una niña, cómo obtuvieron el trono los Pahlevi, apoyados por los ingleses que querían hacerse con el petróleo de la zona; recuerdan al primer sha y lo comparan con el actual Reza, que es todavía peor y exclaman: “¡Nada peor nos puede pasar ya!”. Pero sí les pasó, porque esa segunda parte buena de mi vida y de los que eran niños o jóvenes cuando murió Franco no se produjo en la vida de los iraníes, que pronto descubrieron que una dictadura sangrienta podía ser sustituida por otra aún peor.
El libro de Satrapi es una delicia, y también lo es la película. Aunque está llena de cuestiones políticas, la dictadura, el fanatismo religioso, la represión, la guerra entre Irán e Irak, es en realidad la biografía de una niña que, en el terrible mundo que se le viene encima, tiene la oportunidad de escapar y viajar, primero a Austria y después a Francia.

En la actualidad, Marjane vive en París, la misma ciudad en la que se refugió durante años Jomeini, el hombre que provocó su exilio de Irán. Es seguro que sueña con regresar algún día a su país, pero ella misma dice que no puede quejarse, por respeto a todos aquellos que viven allí, bajo una infame dictadura religiosa y militar y que no han tenido la posibilidad de escapar como ella (entre ellos sus propios padres).
Es muy recomendable volver a leer los libros de Satrapi y ver la película para recordar que fueron los fanáticos religiosos los que impusieron el velo a las mujeres, algo que olvidan muchos que ahora aseguran que el velo es una opción libre de las mujeres en el Islam.
Hace poco me sorprendió leer unas declaraciones de Fatima Mernissi es las que hablaba del uso del velo como si fuera un acto libre. La misma Mernissi que escribió en 1993 un prólogo a su libro El poder oculto en el que hacía un penetrante análisis del asunto del velo:
“Quiero proponer aquí que tanto las campañas a favor del velo en los ochenta como el terrorismo en los noventa forman parte de una estrategia infame para silenciar a los ciudadanos y frenar el proceso democrático. La extensión del terrorismo justificado por la religión en los años noventa es una respuesta atormentada de una sociedad musulmana mutilada, cuyas fuerzas progresistas fueron reprimidas salvajemente, en parte precisamente por esas campañas sistemáticas que pretendían esconder la mitad de la población detrás de un velo”.

Y más adelante lo dice todavía más claramente:
“Las campañas que se llevaron a cabo en los años ochenta para reforzar la obligatoriedad del velo tuvieron muchos efectos trascendentales. En primer lugar constituían un ata­que a la democracia: obligada a ponerse el velo, la mitad femenina de la población se hizo invisible como por arte de magia, volvió a la esfera doméstica y dejó de participar en la vida pública. Fue una manera de advertir a las mujeres que no había lugar para ellas en la esfera pública, que de hecho también estaba vedada a la otra mitad de la población”.

Cualquier persona es libre, por supuesto, de vestir como quiera, pero el problema, y eso es algo que Mernissi parecía saber entonces y que ahora parece no recordar, es que las mujeres bajo el Islam no son libres de vestir ni de actuar como quieran. Y no se trata sólo de las leyes de los gobiernos más o menos islámicos o de la tolerancia oficial, sino de la dictadura y la presión y represión familiar: el estado moderno, la defensa de los derechos humanos y de la democracia nacieron en gran parte para luchar contra la represión familiar y grupal. Contra el control y el abuso ejercidos por los más cercanos.

Como bien muestra Satrapi, en Irán no ir cubierta de la cabeza a los pies con una horrible manta negra no es que fuera una opción de libertad, es que era lo único posible y permitido. A mujeres que se negaban a vestir así las detenían, las pegaban o incluso las echaban ácido en la cara

El problema de las dictaduras o de cualquier pensamiento represivo es que poco a poco se va instalando en nuestra conciencia y redefiniendo incluso lo más evidente e indiscutible, y acabamos hablando como nuestros guardianes. Por eso es especialmente agradable ver que tal cosa no le ha sucedido a Satrapi, como pudimos comprobar hace poco cuando dio una conferencia en contra del reciente (2010) golpe de estado del líder supremo Jamenei y el presidente Amadineyah y la impugnación de unas elecciones en las que con toda probabilidad ganaron los partidarios del cambio.

Marjane Satrapi


Nace el 22 de noviembre de 1969 en Rasht (Irán), en el seno de una familia acomodada y de ideología progresista. Tras la difícil situación política imperante en su país en los años posteriores a la revolución de 1980, es enviada a Viena a proseguir sus estudios secundarios. De regreso a Irán, se matricula en Bellas Artes en la Universidad de Teherán, obteniendo un máster en Comunicación Visual. En 1994 se traslada a Francia, país en el que aún reside en la actualidad, recalando en Estrasburgo, donde estudia Artes Decorativas, y posteriormente en París. Pese a que su vocación inicial era ser grafista, a partir de 1997 se dedicará a la ilustración de libros de cuentos para niños como Adjar o Los monstruos tienen miedo de la luna, en editoriales como Nathan Albin Michel.
En París conoce a Christophe Blain, lo que le permite entrar en contacto con los miembros del colectivo L´Association, que le sugieren convertir sus recuerdos de infancia y adolescencia en un cómic. El resultado será Persépolis, cuyo primer tomo, publicado en el 2000 por L´Association, obtiene el premio “Coup de coeur” al mejor autor revelación del Festival de Angoulême. Un año después, el segundo tomo recibe, también en Angoulême, el Premio al Mejor Guión. Los tomos tercero y cuarto alcanzan una aclamación aún mayor, que consagra a su autora a nivel internacional: en España, Persépolis es galardonada en 2003 con el 1º Premio de la Paz Fernando Buesa Blanco.


Concluida la saga de Persépolis, Satrapi ha publicado nuevas obras: Bordados (2003) presenta una serie de reflexiones sobre la condición femenina, mientras que Pollo con ciruelas (2004; Premio al Mejor Álbum del Salón de Angoulême 2005) es una historia ambientada en su Irán natal y protagonizada por un hombre que ha perdido la ilusión de vivir.
Después del éxito cosechado con Persépolis, vino la adaptación a la gran pantalla, de mano de la propia autora y el también dibujante de cómics Vincent Paronnaud. Dicha adaptación también obtuvo un gran éxito de público y crítica, al ganar el Premio de la Crítica en Cannes 2007 y el Premio César 2008 al mejor guión adaptado, además de estar nominada a Mejor Película de Animación en los Oscar 2008.
En un mundo con tan pocas mujeres dibujantes como es el del cómic, y un país dominado por el machismo como Irán, la aparición de una autora de espíritu rebelde hace de Marjane Satrapi un personaje singular. Pero la verdadera razón por la que ha llenado portadas en todo el mundo y ha llegado a lo más alto ha sido conseguir que una obra como Persépolis trascienda a la misma sociedad, rompa todas las fronteras y se convierta en un símbolo de tolerancia y libertad.


LOS 25 MEJORES LIBROS DEL SIGLO XXI


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