Pablo Neruda
Biografía
EN LA TORRE
En esta grave torre
no hay combate:
la niebla, el aire, el día
la rodearon, se fueron
y me quedé con cielo y con papel,
solitarias dulzuras y deberes.
Pura torre de tierra
con odio y mar lejanos
removida
no hay combate:
la niebla, el aire, el día
la rodearon, se fueron
y me quedé con cielo y con papel,
solitarias dulzuras y deberes.
Pura torre de tierra
con odio y mar lejanos
removida
por la ola del cielo;
en la línea, en la palabra, cuántas
sílabas he dicho?
en la línea, en la palabra, cuántas
sílabas he dicho?
Bella es la incertidumbre del rocío,
en la mañana cae
separando
la noche de la aurora
y su glacial regalo
permanece
indeciso, esperando el duro sol
que lo herirá de muerte.
No se sabe
si cerramos los ojos o la noche
abre en nosotros ojos estrellados,
si cava en la pared de nuestro sueño
hasta que abre una puerta.
Pero el sueño
es el veloz vestido de un minuto:
se gastó en un latido
de la sombra
y cayó a nuestros pies, deshabitado,
cuando se mueve el día y nos navega.
Ésta es la torre desde donde veo
entre la luz y el agua sigilosa
al tiempo con su espada
y me apresuro entonces a vivir,
respiro todo el aire,
me enajena el desierto
que se construye sobre la ciudad
y hablo conmigo sin saber con quién
deshojando el silencio
de la altura.
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