Warsan Shire
SOUVENIR
Trajiste la guerra contigo
sin darte cuenta, quizás, sobre tu piel
en valijas apuradas
en fotografías
plumas de guerra en tu pelo
bajo tus uñas
quizás estaba
en tu sangre.
Viniste a veces con familias enteras,
a veces con nada, ni siquiera tu sombra
aterrizada en tierra nueva como una aparición con fuerte acento
jeans rígidos y sonrisa desesperada,
lista para adaptarte, trabajar duro
olvidar la guerra
olvidar la sangre.
La guerra se sienta en los rincones de tu living
se ríe contigo con tus programas de televisión
llena los silencios en todas tus conversaciones
suspira en las pausas de los llamados telefónicos
te da excusas para dejar situaciones
reuniones, gente, países, amor;
la guerra se acuesta entre vos y tu compañera en la cama
separa detrás de ti frente al lavatorio del baño
hasta tu dentista saltó hacia atrás del agujero espacio-temporal
de tu boca. Sospechas
que probablemente fue la guerra lo que vio,
tanta sangre.
Conoces la paz como alguien que ha sobrevivido
a una larga guerra,
la tomas un día a la vez porque todo
tiene el aroma de una posible guerra;
sabes cuán fácilmente puede empezar una guerra
un momento calma, al siguiente sangre.
La guerra da color a tu voz, la entibia incluso.
No hay inclinación sobre si fuiste
la asesina o la llorona.
Nadie pregunta. Quizás fuiste ambas.
No has besado a nadie desde hace tiempo.
Para ti, todo sabe a sangre.
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