Harriet Andersson con Ingmar Bergman 21 de marzo de 1953 |
Ingmar Bergman
HARRIET ANDERSSON
Un verano con Mónica estaba planteada como una película de presupuesto reducido, y por tanto se iba a rodar con limitados recursos y un mínimo de personal. Vivíamos en la isla de Ornó, en un albergue llamado Klockargården, y cada mañana nos llevaban en barcos de pesca a un grupo de islas exóticas que estaban en el extremo del archipiélago, a unas horas de navegación.
Harriet Andersson Un verano con Mónica |
El trabajo cinematográfico es una actividad fuertemente erótica. La proximidad a los actores no tiene reservas, la entrega mutua es total. La intimidad, el afecto, la dependencia, la ternura, la confianza, la fe ante el mágico ojo de la cámara, nos dan una seguridad cálida, posiblemente ilusoria. Tensión, relajamiento, respiración común, momentos de triunfo, momentos de fracaso. La atmósfera está irresistiblemente cargada de sexualidad. Tardé muchos años en aprender finalmente que un día la cámara se para, los focos se apagan.
Harriet Andersson con Ingmar Bergman |
Ingmar Bergman
La linterna mágica
Tusquets, Barcelona, 1978, pp. 181-183
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