domingo, 14 de noviembre de 2021

Cristina Peri Rossi / Messenger



Summer Breeze, 2018
Malcolm Liepke

Cristina Peri Rossi
MESSENGER

Era viernes a la noche
una semana sin vernos
sin hablarnos
un resentimiento
una melancolía
no teníamos hijos que en el futuro
pudieran reprocharnos el maltrato
la indiferencia el rencor
A las doce de la noche me metí en el messenger
con la esperanza de encontrarte por casualidad
te encontré
entonces me dio un ataque de celos
¿con quién estarías comunicándote por messenger
a las doce de la noche de un viernes solitario?
Me enviaste un hola
te contesté un hola
me preguntaste cómo estás
te dije que bien
¿qué iba a decirte?
entonces te dio un ataque de cólera
querías que estuviera mal
por lo menos tan mal como estabas tú
posiblemente yo estaba peor pero no me quejaba
-el dolor es la emoción más fuerte,
más que la ternura la caridad la piedad o la ilusión-
sabía perfectamente que no me ibas a perdonar esa respuesta
nunca en la vida (estar bien)
comenzó el bombardeo
tú estás bien y yo aquí mal
así eres tú
ya me has olvidado –dices-
una semana y ya estás con otra –dices-
(si estuviera con otra ¿para qué iba a entrar al messenger?)
tres años y medio de amor no te valen para nada
me has arruinado la vida
me la has desgraciado
siempre supe que iba a ser así
con lo que yo te cuidé
te cuidé la pierna atropellada
te cuidé el hígado enfermo
así me lo pagas –dices-
(¿dónde había escuchado antes ese guión?
En la vida, estúpida, en la vida,
la vida es una pésima guionista)
Te recordé que fuiste quien se marchó de mi casa
siempre te estás yendo
y cuando te vas, aliviada, luego de haber follado
si me muero de dolor de pena o de algo
no puedo contar contigo
pero contaste conmigo cuando tenías la pierna rota –dices-
es verdad te lo agradecí muchísimas veces
no sabía que había contraído una deuda tan grande
-no tienes sentimientos –dices-
en un recurso que se llama proyección
del que nada sabes más que el uso continuado
-esto demuestra lo que eres
lo poco que te importan tres años y medio de amor
yo estoy aquí volviéndome loca
y tú en el messenger comunicándote con otra-dices-
te recuerdo que cuando entré al messenger ya estabas conectada
-te estaba buscando
te mandé un mensaje diciendo te echo de menos-contestas-
no me extraña que me eches de menos
lo raro sería que fuera yo quien te echara de menos
¿no tienes ningún buen recuerdo de estos tres años y medio? –me dices
claro que los tengo pero a veces los malos los ocultan
entonces desapareces del messenger súbitamente
te vas sin una palabra
y yo comprendo que es tu vengancita
ahora soy yo quien no puede dormir
tú roncarás satisfecha
Esto es el amor
señores y señoras
un manicomio para dos personas
y algunas otras que aparecen o desaparecen
pero sin jefe.


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