sábado, 17 de agosto de 2024

Sofi Oksanen / Cuando las palomas cayeron del cielo

 




Cuando las palomas cayeron del cielo, Sofi Oksanen (Salamandra)


Inés Macpherson

22 de abril de 2014

La autora de Purga lo ha vuelto a hacer. Ha vuelto a mirar en las profundidades del ser humano, en los recovecos oscuros que permiten al hombre sobrevivir a cualquier precio, y lo ha convertido en una gran novela de amor, ideales, intriga y odio. Y todo en un marco histórico que Europa entera conoce a grandes rasgos, como es la Segunda Guerra Mundial o la creación de la URSS, pero del que desconoce muchos aspectos que Sofi Oksanen nos desvela poquito a poco. Porque se habla mucho de Alemania, de la URSS… Pero, ¿y los que estaban en medio, entre el fuego cruzado? ¿Y los que tuvieron que sufrir el ir y venir de tropas de distinto color que los pisoteaban sin importarles nada? Cuando las palomas cayeron del cielo, publicado en octubre de 2013 por Ediciones Salamandra, es de aquellos libros que no hay que dejar escapar porque, aunque de manera sutil, sabe mostrar al monstruo que algunos llevan en su interior.

ARGUMENTO

La narración gira en torno a tres personas tan diferentes como irremediablemente unidas. Por una parte, Roland y Edgar, dos primos que, tras su paso por un campo de adiestramiento alemán en Finlandia, combaten contra la brutal ocupación soviética. Por otra, Juudit, la joven esposa de Edgar, que ha quedado atrapada entre los dos bandos y asiste, desconcertada, al júbilo que se produce cuando los alemanes toman el control del país. Así, mientras Juudit duda de las verdaderas intenciones de los nazis tanto como del futuro de su matrimonio, marcado por la falta de pasión, Roland no deja de anotar sus impresiones en un diario con la esperanza de que algún día sirva para dar a conocer la verdadera historia de Estonia. Ambos comparten una extraña relación con el enigmático Edgar, que representa como nadie la infinita capacidad de adaptación de ciertas personas cuando se ven sometidas a una situación extrema.
(Contraportada de la editorial)

OPINIÓN

Como en su anterior novela, Sofi Oksanen nos vuelve a regalar un retrato coral de verdugos y víctimas con un trasfondo histórico que todos conocemos pero que, en el fondo, desconocemos. Porque conocemos los grandes rasgos, lo que nos contaron de esas naciones inmensas que quisieron devorar Europa y someter a todos aquellos que fueran diferentes. Pero no nos contaron las historias de los pueblos que vieron cómo su nacionalidad era reprimida, sometida y despreciada; cómo sus hombres debían luchar por un bando y después debían luchar por el otro o morir, o ser encarcelados por haber colaborado con el régimen anterior. Porque cuando el ser humano quiere poder, le da igual lo que tenga que destruir: sean familias, pueblos, ciudades, países enteros… lo destruye sin importarle el precio ni las consecuencias. Durante las tres décadas que componen esta novela, Oksanen muestra el devenir histórico de un país, pero lo hace mediante un retrato psicológico de gran profundidad, enseñando cómo las guerras, las dictaduras y los conflictos pueden transformar a una persona, cómo pueden afectarla, cómo pueden destruirla… o convertirla en un monstruo capaz de cualquier cosa para evitar que se vea lo que realmente se esconde bajo la fachada.

Los personajes de Oksanen están perfectamente perfilados, cada uno con sus sombras y sus pasiones, sus secretos y sus ilusiones, que deberán enfrentarse a la realidad que les acecha a la vuelta de la esquina, cada vez que un ejército decide cambiar el color de Estonia por el suyo, hasta que Estonia parece ser un recuerdo que debe ser rescatado tras ser pisoteado una y otra vez. Pero más allá del elemento histórico, de las aberraciones de las guerras y las invasiones, más allá de los horrores de los campos de concentración nazis o los exilios en Siberia, lo que domina esta extraordinaria Cuando las palomas cayeron del cieloes la tensión interior de los tres protagonistas. Aparecen más personajes, pero siempre los vemos a través de los ojos de Roland, Edgar y Juudit. Y cada uno de ellos representa, de forma impecable, tres maneras muy distintas de enfrentar la vida. Por un lado tenemos a Roland, un hombre con unos principios y unos ideales claros, que quiere luchar por ellos. Un incidente cambiará por completo su vida y su forma de ver el mundo, pero seguirá teniendo esa fuerte convicción de sobrevivir, pero sin abandonar nunca lo que cree correcto, lo que defiende. Por otro lado, tenemos a Edgar, que es todo lo contrario a su primo Roland: empeñado en prosperar a cualquier precio, bajo cualquier bandera, se esfuerza en ocultar quién es bajo identidades falsas, bajo historias falsas, inventando otras historias falsas para aquellos que quieran creerle. Cruel, despreciativo y egoísta, representa esa capacidad del ser humano de convertirse en un camaleón porque las ideas no importan, solo triunfar. Sin embargo, poco a poco iremos descubriendo que ese afán de triunfar, de esconder quién es realmente, oculta algo más importante que es incapaz de aceptar, de reconocer, porque sería su ruina bajo cualquier bandera. O quizás porque se avergüenza de sí mismo como de su mujer, Juudit. Ella representa a la perfección esa persona que no sabe muy bien lo que ocurre, que desconfía y a la vez desea poder tener una vida mejor sin enterarse mucho de lo que pasa a su alrededor. Pero a veces, la realidad llama a la puerta y te arroya hasta que ves lo que no querías ver. Aunque a veces lo hace demasiado tarde, o con unas consecuencias que no se pueden detener.

La forma directa y a la vez poética con la que Sofi Oksanen hilvana el relato, yendo de una época a la otra sin importar los saltos temporales – porque lo que importa es lo que se cuece en el interior de las almas humanas, no su tiempo – consigue que uno pueda perderse en esa vorágine de inquietud y desamparo que vivieron aquellos que tuvieron que sufrir la incógnita de saber qué bandera hondearía al día siguiente en su ciudad, o de quién podían fiarse. Transmite la angustia, la agonía y el desánimo a la perfección, mientras nos invita a adentrarnos en la mente fría y calculadora de un hombre sin escrúpulos a quien la guerra parece arrancarle la poca humanidad que tiene (si es que la tuvo alguna vez), y nos explica una extraña historia de amor que vislumbramos entre páginas, mientras leemos sobre dobles juegos, traiciones, mentiras y resistencias. Y no solo la resistencia política, sino la resistencia total, a no querer ceder, a no querer sobrevivir, sino vivir…

Cuando las palomas cayeron del cielo es una novela excelente, bien estructurada, que te lleva lentamente por los recovecos de la historia y de la mente humana para demostrar las diferentes caras del engaño y el amor, para demostrar que en el momento en que te niegas a ti mismo y decides jugar la carta de la mentira y el disfraz, difícilmente podrás volver a ser quien eras… si es que eres capaz de recordarlo, convertido en el monstruo que has creado.

ENCUENTROS Y DESENCUENTROS




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