Marcin Sacha crea universos surrealistas, en los que enigma y naturalidad se mezclan de forma innata, composiciones en las que luces y sombras hacen un trabajo extra llevándonos por caminos, muchas veces sombríos hasta lugares en los que, no siempre, queremos estar. En su obra podemos observar esas sombras que se producen a determinadas horas del día y que producen cierto escalofrío.
Fotografías con una enorme profundidad, casi tienes la sensación de ser engullido por ellas, que puedes introducirte y formar parte de esos lugares, historias con giros inéditos, historias en las que la magia y la fantasía se unen a la sensibilidad del autor o a la del espectador, dependiendo de cuanto te permitas participar.
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