Mavis Gallant |
Mavis Gallant,
maestra canadiense del relato corto
La prestigiosa autora vivió en París gran parte de su vida, pero escribió siempre en inglés, "el idioma de la imaginación"
Nació en Montreal, era bilingüe y vivió en París desde jovencita, pero la novelista Mavis Gallant escribía en inglés porque era para ella “el idioma de la imaginación”. Su carrera la desarrolló instalada en la capital francesa. Triunfó primero en Estados Unidos, y se recorrió la Europa de la posguerra, un periodo por el que pasó por la España “triste” de los cincuenta. Marcada por una infancia infeliz, la pérdida temprana de su padre y el abandono de su madre, publicó en la revista The New Yorker más de un centenar de cuentos en los que abundaban los personajes desarraigados. La escritora falleció el pasado martes 18 de febrero a los 91 años en su domicilio de París después de sufrir una larga enfermedad.
Nacida Mavis de Trafford Young el 11 de agosto de 1922, hija única de padre británico y madre estadounidense, creció alejada del núcleo familiar. Con apenas cuatro años, sus padres la inscribieron en un internado de monjas, donde aprendió primero el francés, aunque en sus ratos libres leía novelas en inglés. A los 10 años, su padre murió de una enfermedad del hígado. Pero ella no lo supo hasta años más tarde. Simplemente le dijeron que había viajado a Inglaterra. “En muchas de las historias que escribo alguien desaparece. Y muy a menudo es el padre. Y a menudo se acompaña de la sensación de que nada es seguro”, relató a The New York Times.
Su madre se casó de nuevo al poco tiempo, se mudó a Nueva York y dejó a la pequeña con familiares en Ontario. Después la llevó de internado en internado por Canadá y Estados Unidos, hasta un total de 17. Con 18 años, todavía menor de edad en aquella época, Mavis decidió volver por su cuenta a Montreal. Era la II Guerra Mundial, y muchos hombres jóvenes se encontraban en el frente, por lo que pudo acceder a trabajos en principio cerrados a las mujeres: los ferrocarriles canadienses, la sala de montaje de la National Film Board de Canadá y finalmente el diario hoy desaparecido Montreal Standard, donde inició su carrera como periodista.
“Me gustaba ese trabajo, pero no era la vida que quería. Quería escribir, escribir, escribir. Y hacerlo antes de los 30. Porque los 30 entonces ¡me parecían los 50!”, explicó hace años la autora al semanario Le Nouvel Observateur. Después de un breve matrimonio con el músico John Gallant, del cual mantuvo el apellido, decidió viajar por Europa y se dio dos años para vivir de la literatura. Se instaló finalmente en París en 1951. El mismo año logró que The New Yorker publicara su primer relato, Madeline’s Birthday.
“Escribir fue difícil. Si piensa que fue coser y cantar, le digo yo que no. Nunca aconsejaría a un chico joven hacerlo, salvo si realmente lo desea”, declaraba la novelista, que recordaba la pobreza de aquellos años. Cuando su situación se lo permitía, seguía viajando por el continente en busca de historias y situaciones nuevas. En la capital francesa, también cubrió la revuelta de Mayo del 68.
Su primer libro de colección de cuentos, The other Paris, se publicó en 1956 en Estados Unidos, al que siguió una larga lista. También publicó dos novelas, Green Water, Green Sky y A Fairly Good Time, así como una obra de teatro, What is to be done? En Francia no fue traducida hasta el año 1988. A pesar de seguir publicando regularmente en grandes revistas, la mayoría de sus colecciones seguían siendo difíciles de encontrar incluso en Estados Unidos hasta que el New York Review of Books reeditó en 2002, 2003 y 2009 tres nuevos libros de cuentos escogidos.
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