Fernando Gaitán |
Los recuerdos de Fernando Gaitán que cuenta Dago García
Con humor y nostalgia, el vicepresidente de Producción de Caracol habla del fallecido libretista.
2 de febrero de 2019
“De las cosas que hizo Fernando Gaitán en la televisión colombiana que cambiaron la historia de la telenovela fue que acabó de matar a la Cenicienta, y eso Disney no se lo va a perdonar nunca. Por eso, va a pasar una buena temporada en un ‘purgatorio’ antes de ir al cielo”, dice con humor Dago García.
El vicepresidente de Producción del canal Caracol, quien además es libretista de televisión y cine, fue uno de los amigos más cercanos de Fernando Gaitán y admirador de su trabajo. Y trata de reponerse del golpe de su muerte hablando con humor de lo compartido.
“Él ayudó a acabar con el mito de la Cenicienta porque antes las heroínas se volvían princesas cuando llegaba el príncipe. Él impulsó el cambio de la perspectiva ética de la mujer, a la que construye su éxito a punta de trabajo, y ya en la cúspide hace realidad el amor”, agrega.
La amistad de García y Gaitán duró 30 años y los unía mucho más que compartir la letra inicial de sus apellidos.
“Yo le echo a usted los cuentos que nos contaba Fernando (Gaitán) rapidito, resumidos, pero era un tipo que podía estar narrando una historia durante una hora”, sigue, y aunque pocos lo crean, no hablaban de los proyectos de cada uno o de sus trabajos en canales que siempre han sido competencia, como Caracol, casa de García, y RCN, donde Gaitán dejó sus grandes éxitos.
Lo suyo era una relación estrecha, cercana, de compinchería. Incluso, García le dio un papel en una de sus películas, 'Mi abuelo, mi papá y yo', en la que lo personificó de un sacerdote que bautizaba a un niño. Según contó García, lo llamó de afán para este rol, y Gaitán, siempre dispuesto a hacer felices a sus amigos, se puso el traje sacerdotal y ‘actuó’.
La última vez que hablaron, cuenta García, fue el lunes. “Íbamos a estar juntos en el Carnaval de las Artes, de Barranquilla, en un conversatorio el 15 de febrero”.
La charla fue para armar el ‘plan Barranquilla’, desde conversatorio hasta los planes por hacer.
García y Gaitán se conocieron porque tras un taller de libretos que hicieron García y la también libretista Juana Uribe, quisieron juntar a los creadores de guiones para televisión.
“Estábamos empezando en nuestras carreras y, sin ningún ánimo gremial, quisimos acercarnos”, dice. Además de García, Uribe y Gaitán llegaron Juan Manuel Cáceres y Mónica Agudelo, entre otros. En el listado de ese momento (finales de los años 80) también estaban Mauricio Navas, Mauricio Miranda y Felipe Salamanca, por nombrar a algunos de esa generación.
“Fernando y yo teníamos muchas cosas en común: ambos teníamos dos hijas y nos separamos de nuestras primeras esposas como al mismo tiempo (Marta Osorio y Esperanza González, respectivamente). Igualmente, nuestros nietos llegaron en momentos cercanos y pasamos a ocupar cargos administrativos (García en Caracol y Gaitán en RCN, también como vicepresidente de Producción), en tiempos similares”, cuenta.
“Y, a pesar de que siempre trabajamos en la competencia, esto nunca afectó nuestra amistad. Nunca hablábamos de eso y si lo hacíamos, era para burlarnos de que el uno le estaba ganando al otro”, afirma.
Además, tuvieron a sus más importantes ‘hijos’ televisivos en épocas cercanas. Mientras 'Yo soy Betty la fea' nació en 1999, el de García, 'Pedro el escamoso', llegó al mundo de la televisión nacional en el 2001.
Nunca hablábamos de nuestros trabajos y si lo hacíamos, era para burlarnos de que el uno le estaba ganando al otro
“Nuestra generación de libretistas venía recogiendo lo sembrado por grandes como Julio Jiménez, Marta Bossio y Bernardo Romero. El paso fue darle un estatuto al personaje cómico como protagonista y hacer esa tarea en la telenovela”, precisa.
Y aunque los dos, en las épocas de Betty, anduvieron mucho como habitantes de la rumba, “yo me envejecí y Fernando se quedó joven. Yo le decía que le lucía la noche y la noche le lucía a él”.
En ese mundo nocturno, Gaitán tuvo tres bares, “pero él fue mal negociante. Y para ser buen negociante se necesita tener desconfianza. Fernando no veía competencia en los demás, solo lo bueno. Era más generoso de lo que le convenía. Yo digo que fue un buen cliente, pero un mal dueño”.
Entonces, todo lo puso en las telenovelas que escribió. Y, aquí, García afirma que otro de sus atributos fue dar el paso de “la novela aristocrática a la burguesa. En sus creaciones, la fuente de riqueza era el trabajo. Y si no se trabajaba, había crisis. La mala empresa quebraba, muy lejos de las series gringas donde los ricos son ricos para siempre”, comenta.
Pero hay más. García dice que nunca entendió cómo Gaitán era capaz de volver emocionante una junta directiva de una empresa. “Yo creo que ha sido el único escritor del mundo que ha logrado que una reunión financiera dure 15 capítulos y la gente no se aburra”, como sucedía en 'Café' con Cafexport y en 'Yo soy Betty la fea' con Ecomoda.
Los cuentos largos, de mínimo una hora, en los que Gaitán era protagonista se acabaron. “Se fue el mejor contador de cuentos, mucho mejor que guionista. Nos va a hacer mucha falta. De verdad, mucha falta me va a hacer”.
En memoria de Fernando Gaitán
Vuelve 'Yo soy Betty la fea'. Este lunes y de lunes a viernes, en el horario de las 10 p. m., RCN transmitirá de nuevo esta producción, la máxima creación de Gaitán.
El mismo día. Con siete años de diferencia, el mismo día (29 de enero), fallecieron la libretista Mónica Agudelo y Gaitán, grandes amigos. Felipe Agudelo, hermano de Mónica, dice que aunque no cree en esas cosas, sí lo sorprendió.
Agradecimiento. David Ramírez, quien representó a Wilson Zastoque, el vigilante de Ecomoda en ‘Yo soy Betty la fea’, fue uno de los actores que más tiempo permaneció en la despedida de Gaitán. Dijo que tenía mucho que agradecerle al libretista, que en sus inicios en ‘Betty’, siempre le escribió líneas.
Recuerdos. Sandra Gaitán, hermana de Fernando Gaitán, cuenta que de niño, él se inventaba historias en torno a Mickey Mouse y hacía radionovelas en las que el libretista era el experto en los caballos.
La guerrera. Sandra Gaitán también contó que su hermano la empoderó y que de verdad, ella se siente una guerrera como Gaviota, de 'Café', telenovela que él le ayudó a transcribir durante cuatro meses.
EL TIEMPO
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