viernes, 15 de febrero de 2019

La librería y la valentía silenciosa de Penelope Fitzgerald


'La librería' y la valentía silenciosa 
de Penelope Fitzgerald
  • El filme de Isabel Coixet reaviva el interés por la obra de Penelope Fitzgerald
  • La autora publicó su primer libro a los 59 años y sufrió graves penurias económicas
  • La adaptación al cine de esta novela autobiográfica suma 12 nominaciones a los Goya


ANA BELÉN GARCÍA FLORES
26.01.2018 | actualización 08h19

Perteneciente a una larga estirpe de escritores e intelectuales, Penelope Fitzgerald (Lincoln, 1916-Londres, 2000) estaba abocada desde la cuna a un futuro vinculado a las letras, pero el destino, ayudado por un matrimonio complicado, le cambió las reglas y demoró su vocación más de lo esperado.


Penelope despuntó con varios textos literarios en la Universidad de Oxford, donde conocería a su esposo el abogado Desmond Fitzgerald con el que tuvo tres hijos. Ambos compartían la pasión por los libros y fundaron una revista con relativo éxito.
Penelope Fitzerald, 1986La escritora británica Penelope Fitzerald, 1986. Imagen: Tara Heinemann
Tras la IIGM, Desmond ya no volvió a ser el mismo. Hundido por el horror que había presenciado en el frente africano, cayó en el alcoholismo y llegó a ser acusado de estafa por falsificar unos cheques.
Las circunstancias arrastraron a la familia a una espiral de penurias económicas, que les condujo a vivir en una destartalada barcaza sobre el Támesis o en un albergue para indigentes. La escritora nunca comentó a sus allegados las estrecheces que atravesaron y jamás pidió ayuda. Comenzó a salir del pozo cuando se empleó como profesora.
Una escritora brillante
La autora británica, considerada como una de las voces más brillantes de su generación, acabo zambulléndose de lleno en la escritura a los 59 años, tras la muerte de su marido. Penelope aseguró en una entrevista que alumbró su primer libro, The Golden Child, para distraer a Desmond cuando agonizaba de un cáncer.
Fitzgerald plasmó parte de sus experiencias de vida en algunas de sus ocho novelas, entre ellas, Human voicesAt Freddie’s y The bookshop (La librería), escrita en 1978. La directora Isabel Coixet se enamoró de este conmovedor relato que describe como “maravilloso y durísimo”, y lo trasladó a la pantalla tras una larga espera de casi una década.
El filme, estrenado el diez de noviembre de 2017, Día de las Librerías en España, acumula más de 300.000 espectadores y suma doce candidaturas a los Goya, entre ellas la de mejor guion adaptado.
La cinta de Coixet ha reavivado el interés por la obra de Penelope Fitzgerald, publicada por Impedimenta en España, que ha dado luz a una edición especial de La librería prologada por Terence Dooley, albacea literario y yerno de la autora, que aborda los entresijos de la creación de esta novela con gran carga autobiográfica.
La ambientación se sitúa en 1959 y perfila un retrato amargo de la historia de Florence Green (interpretada en la cinta por Emily Mortimer). Una corajuda viuda que encara la estrechez de miras y el rechazo de sus chismosos vecinos en una recóndita aldea. Esta mujer lucha contra viento y marea por cumplir su sueño: regentar una librería desde la que se plantea ofrecer joyas literarias como Lolita, de Nabokov.
Green es el trasunto de la novelista, que se estableció junto a su familia durante tres años en la pequeña localidad costera de Southwold. Allí trabajó en una librería huyendo de la pobreza y la adaptación no le resultó nada fácil.
“Ella siempre había residido en Londres y debió resultarle muy asfixiante vivir en una comunidad pequeña. No se sintió tan repudiada y abandonada como Florence por los habitantes de la aldea, pero sí que llegó a notar que por su situación económica, que al final llegó a ser desastrosa, ciertos vecinos dejaban de hablarle y de relacionarse con ella”, explica Pilar Adón, editora de Impedimenta y estudiosa de la obra de Fitzgerald.
nullLa directora Isabel Coixet junto a Emily Mortimer, que interpreta a Florence Green en el filme
Los finales de la novela y la película son diferentes. Isabel Coixet confiesa que optó por aligerar el nihilismo y la dureza de la pluma de la británica hacia un cierre más optimista. La narración es un canto al amor por los libros, la valentía y el empeño por cumplir las aspiraciones personales.
“Creo que a la gente le está llegando la historia porque está relacionado con lo qué les ocurre, cualquiera que haya sufrido bullyng o rechazo lo puede sentir, pero siempre, siempre, hay que buscar un sueño”, aseguraba la realizadora catalana a RTVE.es. El filme también obtuvo en la pasada Feria del Libro de Fráncfort el premio a la mejor adaptación literaria.
La propia escritora también sufrió marginación. El “éxito callado” le llegó, de nuevo, de forma tardía. Tuvo que enfrentar las críticas cuando se alzó con el Premio Booker, el más prestigioso de las letras anglosajonas, por su novela A la deriva.
“Cuando ganó el Booker fue muy, muy, incomprendida porque nadie se creía que hubiera ganado sobre el resto de finalistas (…) A raíz de la película hay más demanda de la novela [La librería]. Su obra se está reeditando desde hace pocos años, prologada por grandes escritores que la admiran. Ahora está empezando a ser conocida y valorada, incluso en Reino Unido, pero antes no, como le ha ocurrido a muchas escritoras”, afirma Pilar Adón.
Maestra de la palabra exacta, gran viajera e investigadora incansable de la literatura, llegó incluso a dominar varios idiomas para leer las novelas originales que le interesaban. Su última creación, La flor azul, sobre la Alemania del siglo XVIII, fue escrita poco antes de su muerte y está considerada su mejor trabajo.
Una excelencia que se plasma en una obra que exhibe frente al drama, chispazos de humor inesperado como resistencia ante los embates de la vida.




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