martes, 23 de febrero de 2016

El País del Desangrado Corazón / Cambiando ELN por FARC

Ilustración de Marzena Ablewska-Lech


CAMBIANDO ELN POR FARC
Por Gustavo Álvarez Gardeazábal


El país, entretenido por primera vez en su historia en un lío de calzoncillos y asustado por la capacidad de engaño del presidente Santos, no ha reparado en un proceso que puede ser la semilla de la nueva guerra, si es que ésta se acaba.


Como el fundamento de la paz reside en quien vaya a quedarse con el negocio de la droga. Y como ese negocio con el paso de los años no solo sirvió para financiar a las Farc, sino también para aupar nuevos liderazgos y homogeneizar territorios, la posibilidad de la firma del acuerdo en La Habana está precipitando, lenta pero inexorablemente, un reemplazo de las Farc por el ELN.

Los elenos, luego de aquella cúspide de los secuestros en masa de Cali y de haber sido drásticos en no permitir negociar con droga, cayeron finalmente en el mismo espiral. Y ahora, cuando ven el vacío que van a dejar las Farc en ese negocio, están tomando posiciones y reemplazándola antes que se vaya.

En Antioquia, el Catatumbo y la Costa Pacífica, el fenómeno se está viviendo a plenitud. Y como en ambas regiones el negocio de la coca y del oro ilegal ha sido manejado por muchachones guerrillos que no tienen ninguna formación ni marxista ni católica, pero si una loca ambición de riqueza, el asunto se precipita.}

Enfrentarlos no parece misión de un Ejército acobardado ni herramienta de un presidente obcecado por el Nobel. Cambiar de gallardetes en una organización caduca cuando lo importante no es el uniforme sino la plata, les va a resultar muy fácil a faruchos y elenos.

Hacer la paz con las Farc para que los elenos los reemplacen es una estupidez. Volver al tiempo de la crueldad y los secuestros millonarios, mucho peor.


ADN
BOGOTÁ, FEBRERO 22 2016


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