martes, 1 de julio de 2025

Los 80 años de Debbie Harry / La estrella de Blondie que superó la tragedia a través de la rabia de punk

 


Los 80 años de Debbie Harry: la estrella de Blondie que superó la tragedia a través de la rabia de punk 

Carlos Megía
CARLOS MEGÍA
30 JUN 2025 - 22:30 COT
Cuando a Debbie Harry le preguntan qué siente al cumplir 80 años (nació el 1 de julio de 1945 en Miami), asegura que prefiere no pensarlo demasiado. “Mi madre solía decir que tenía 25 y yo estoy igual. Y la verdad es que no quiero tener la misma vida que cuando era más joven. ¡Ya lo he hecho! Esa es la belleza de envejecer; ya sabes de qué se trata. Lo llevas en el corazón, en el alma y en la memoria…”, respondía el icono del rock en una reciente entrevista concedida a 'The Times'.
En estas ocho décadas de vida, la que naciera como Angela Trimble y mucho más conocida por ser la vocalista de la mítica banda Blondie (fundada junto al que fuera su pareja, Chris Stein), efectivamente lo ha hecho casi todo. Nacida fruto de una aventura extramatrimonial, fue dada en adopción a los tres meses y se crio en Nueva Jersey en el seno de una familia de clase media. Antes de cofundar Blondie en el Nueva York de mediados de los setenta, fue gogó, secretaria, camarera, corista y hasta conejita Playboy. En aquellos años frecuentó la escena artística de Warhol, experimentó con las drogas y vivió el 'underground' anticipando el icono de contracultural en el que ella misma se convertiría.
Su vida continuó encerrando muchas existencias en una sola también después de crear una de las formaciones new wave más influyentes del mundo. La responsable de éxitos tan incombustibles como One Way or Another, Call Me, Maria o Heart of Glass también fue musa en la pantalla de David Cronenberg, John Waters o Martin Scorsese. Ahora encara la tercera edad en activo y tan talentosa, punk e irreverente como siempre. Hace solo un par de años tocó en Glastonbury (en la imagen) reconfirmando un talento inconmensurable e inagotable.
Descrita por el fotógrafo David LaChapelle como “la definición de lo cool”, Harry aún sustenta el título. Durante su juventud, la artista logró personificar el espíritu del punk logrando una perfecta mezcla entre lo angelical de su rostro de muñeca rubia con su actitud sexy y provocadora. A punto de cumplir 80 años, acaba de protagonizar una campaña para Gucci fotografiada en Londres por Nan Goldin y sigue haciendo gala de un estilo que podría definirse como una mezcla explosiva de punk, androginia y glamour. “Me gusta ser gamberra, reírme y hacer bromas un poco gruesas y tiendo a juntarme con gente irrespetuosa, divertida e inteligente”, manifestó en 'S Moda'.
Con ropa de segunda mano, camisetas rotas, medias de rejilla, cuero y tachuelas, la estadounidense logró crear un estilo propio que inspiraría a diseñadores como Vivienne Westwood, Jean-Paul Gaultier o Marc Jacobs. “Debbie fue el prototipo de la chica 'cool'. Una mezcla de belleza, peligro, humor y estilo sin esfuerzo”, dijo sobre ella este último.
Además de vender cuarenta millones de discos con el grupo Blondie, en su currículo figuran otros tantos logros para una mujer que, como ella misma ha confesado, prefirió anteponer su ambición profesional a otras facetas típicamente asociadas al universo femenino como la maternidad. Suya es la primera canción con partes rap en ser número uno en Estados Unidos en 1980, Rapture, y temas como 'Heart of Glass', una canción que desató polémica por mezclar guitarras punk con ritmos disco, son considerados obras maestras que influyen en artistas contemporáneos como Lady Gaga, Charli XCX o Miley Cyrus, solo algunas de las que han citado a Harry como fuente de inspiración.
Su vida personal ha estado salpicada por estrambóticos y trágicos episodios desde su nacimiento. En su libro de memoria 'Face It' (De cara), publicado en 2019 y traducido al año siguiente por Libros Cúpula, narró algunas de sus vivencias más duras: desde su adicción a la heroína hasta cuando le embargaron la casa por no pagar impuestos pasando por la noche en la que fue violada a principios de los setenta, antes de convertirse en una estrella de la música. Según contó, un hombre la siguió a ella y a Stein hasta su casa y allí, tras amenazarlos con un cuchillo, ató a Stein, robó sus guitarras y la violó. “Las guitarras robadas me dañaron más que la violación”, escribió aclarando en posteriores entrevistas que, tras la agresión, se sintió “más avergonzada que asustada” y prefirió seguir con su vida sin denunciar los hechos. Jamás ha querido ser retratada como una víctima.
El libro también repasa otras vivencias que a la mayoría le resultarían traumatizantes, desde tener un acosador (la inspiración para la canción 'One Way or Another') hasta escapar de un coche supuestamente conducido por el asesino en serie Ted Bundy. “Debería poner un aviso en la portada: no sé si algo de todo esto es real o no”, bromeó ella misma en 'The New York Times' respecto a su biografía.
El sentimiento de abandono que la ha acompañado desde que se enteró que era adoptada a los cuatro años de edad también ha marcado su vida. Siendo ya adulta decidió contratar a un detective privado para que encontrara a su madre, una pianista que renegó de su hija. “Tuve que respetarlo. Si me hubiera ocurrido de niña, habría sido devastador”.
Sus padres adoptivos, dueños de una tienda de regalos, hubieran querido una vida más convencional para ella, pero Deborah quería “salir al mundo” y jamás pensó en sentar la cabeza. “Mis padres estaban orgullosos de que hubiera logrado algo porque simplemente pensaban que era una drogadicta. Resulta que sí lo era, pero también hacía música, así que no importaba. Creo que estarían contentos de cómo ha sido mi vida”, confesó en 'The Times'.
A pesar de que mantuvo una relación de 16 años con la otra mitad de Blondie, el guitarrista Chris Stein, nunca llegaron a casarse ni tuvieron hijos. “Creo que habría sido una pésima madre. Aunque, ¿quién sabe? Aplaudo a cualquiera que críe una familia, pero por alguna razón no es algo que me afecte. Supongo que hay algo que falta en mis cromosomas”, ha dicho. Ha ejercido, sin embargo, como madrina de las dos hijas de que Stein tuvo con la actriz Barbara Sicuranza, Akira y Valentina. La primera falleció a causa de una sobredosis a los 20 años de edad.
Junto a Stein vivió algunos de sus momentos más oscuros: de la adicción a la heroína que los llevó a pasar por una clínica de rehabilitación hace unos años a la enfermedad autoinmune de él que los mantuvo alejados de los escenarios. Una vez recuperado, el dúo volvió a la carga: en 1997, Blondie alcanzó el número uno con 'Maria'. Actualmente, Blondie está trabajando en un nuevo álbum previsto para lanzarse en 2025, lo que marcará su regreso a los estudios tras su último disco, 'Pollinator', que vio la luz en 2017.
Uno de sus temas más famosos, 'Call Me', forma parte de la banda sonora de 'American Gigolo', película protagonizada por Richard Gere como un escort de lujo. Debbie escribió la letra en apenas una tarde desde la perspectiva del personaje de Gere, como si él estuviera hablándole a sus clientas: “Call me, my love, call me anytime…”. El tema fue número 1 en Estados Unidos durante seis semanas, se convirtió en uno de los mayores éxitos de Blondie y consolidó a Debbie Harry como un icono más allá del punk.
En la actualidad, a Harry no se le conoce pareja sentimental, aunque ha bromeado acerca de que suele frecuentar las tiendas de una conocida cadena de bricolaje estadounidense en busca de hombres fornidos con los que coquetear. También ha confesado que durante su juventud mantuvo relaciones con mujeres y, aunque nunca ha militado activamente como figura 'queer', se ha convertido en un ícono LGBTQ+ por su actitud inclusiva, su estética andrógina y su forma de abordar la sexualidad desde la más absoluta libertad. Una adelantada a su tiempo que huyó de etiquetas también en lo sentimental.


Tal y como confesaba a esta revista, la Harry octogenaria sigue haciendo gala de la curiosidad que la ha acompañado durante toda su vida. Se asoma a Instagram y TikTok, cotillea nuevos artistas y confiesa su fascinación por la controvertida rapera Doja Cat. Una admiración tan refrescante, moderna e irreverente como lo ha sido toda su trayectoria encima de los escenarios y también fuera de ellos.

EL PAÍS 



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