miércoles, 11 de octubre de 2023

Benhúr Sánchez / Fernando Soto Aparicio


Fernando Soto Aparicio


Séptimo aniversario

Querido Fernando:

No sé qué dirá el tiempo de ti. El tiempo que primero nos arruga la piel, reduce la mirada y luego nos desaparece.

Ni cenizas deja, Fernando.

No sé cuántas páginas tuyas perdurarán, no serán olvido. Cuántas de ellas serán imágenes unidas al recuerdo de tantos que buscarán ser oráculo y, sin remedio, se transformarán también en polvo.

Cuántos párrafos tuyos construirán escenas en la imaginación de tus lectores.

Sé que muchos denigraron de ti por tu postura frente al mundo, por el borbotón de palabras con las que sentaste en tantos libros una visión que siempre creíste era tu única religión posible, tu único medio de vivir: la literatura.

Algunos te ultrajaron porque decidiste vivir de las palabras e hiciste todos los trabajos que fueran necesarios para subsistir en esta sociedad que nunca ha creído en la imaginación como medio honesto de vivir.

Otros sacrificaron tu imagen de palabrero mayor porque decidiste escribir guiones para telenovelas y así solventar tus necesidades, un oficio de supervivencia (hubo otros que escribieron guiones para cine y no los decapitaron) y luego los transformaste en libros que fueron muy leídos porque tus libretos siempre tuvieron la fuerza de la realidad para aquellos que noche a noche se identificaron con el universo que armabas en cada uno de ellos.

En tu oficina en Bogotá, Calle 17 con Carrera Séptima, sobria como la celda de un monje, donde sólo habitaba el traqueteo de tu máquina de escribir, pasabas tus días resolviendo intrigas, buscando desenlaces, soñando escenarios y vestuarios y no sé en qué momento partías el tiempo para que te quedara el suficiente para escribir tus narraciones, las que algunos pensábamos eran tus verdaderas obras literarias, tus poemas, tus comentarios sobre tus viejos y nuevos contemporáneos.

También entregabas tus originales a las editoriales. Además, ganabas premios nacionales e internacionales.

No sé que dirán el tiempo de ti, Fernando, el único que otorga el Honoris Causa de lo verdadero. No sé qué dirá de tus obras, con tantos envidiosos de tu facilidad de escribir, de tu capacidad inagotable para crear mundos.

De tu generosidad.

De tu fortaleza para combatir vicisitudes, desprecios, desconocimientos y ligerezas de aquellos que te miraron displicentes y, sin leerte siquiera, vilipendiaron tu legado.

No sé, con los años, qué habrá más allá de “La rebelión de las ratas” y “Cartas a Beatriz”, “Mientras llueve” y “Viva el ejército”, “Camino que anda” o “Todos los ríos son el mismo mar”.

Setenta y dos títulos tuyos, Fernando.

¿Alguien rezará tu “Oración personal a Jesucristo”?

Aún habita en mi interior la casa de Gustavo Andrade Rivera en Bogotá, donde te conocí en 1968, cuando el anfitrión nos hizo un homenaje porque los dos habíamos sido finalistas en el Premio Planeta de Novela en Barcelona, España, en ese año.

Hoy sólo sé que te quedarás en mi corazón hasta que el tiempo tampoco diga nada sobre mi y los dos seamos un suspiro en la larga noche de la nada.

O un amplio olvido para la sinrazón del mundo que nos ha tocado vivir.

Tu amigo de siempre:

Benhur Sánchez Suárez

Octubre 11, 2023 (a los noventa años de su nacimiento)




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