Mary Oliver
HURACÁN
como nada que te
puedas imaginar. El viento
desgarró los árboles, la lluvia
cayó durante días fuerte
y sesgada. El dorso de
la mano sobre todas las cosas.
Vi a los árboles doblarse y sus hojas
caer y volver a la tierra. Y eso
fue todo. Y este fue un solo huracán
que sobrellevé, el otro fue de una
clase diferente, y duró más. Entonces
sentí mis propias hojas ceder
y caerse. El dorso de la mano
sobre todas las cosas. Pero
escucha lo que le pasó a los
árboles: hacia el final de ese verano
soltaron hojas nuevas de sus ramas
cortadas. Era la temporada incorrecta, sí,
pero no pudieron detenerse. Parecían
postes de teléfono, y no les importaba.
Y después de las hojas llegaron los pimpollos.
Porque para algunas cosas
no hay temporadas incorrectas,
que es lo que sueño que me pase a mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario