sábado, 23 de septiembre de 2023

Ute Lemper y Neruda, pareja imposible

Pablo Neruda

Ute Lemper y Neruda, 

pareja imposible

La cantante alemana encalla en su esfuerzo de llevar al escenario los poemas de amor del Nobel chileno. Su gira española visita siete ciudades


BORJA HERMOSO Barcelona 8 FEB 2014 - 19:01 CET

Ute Lemper, el viernes en Barcelona. / GIANLUCA BATTISTA
Ute Lemper es alemana (Münster, 1963), vivió en París mucho tiempo, lleva 17 años instalada en Nueva York aunque no quiere oír hablar de pasaporte estadounidense, canta en alemán, en inglés, en francés, en italiano, ahora también en español y pronto lo hará en portugués. El chino y el ruso quedan lejos, pero ya verán como todo se andará.
Se atreve lo mismo con las tormentas de Bertolt Brecht que con las locuras de Bukowski, lo mismo con las falsas ternuras de la chanson que con el aullido etílico del cabaret, lo mismo es Piaf que Brel, Leo Ferré que Lotte Lenya, Celan que Neruda, igual le da Astor Piazzolla que Kurt Weill, Costello que Sondheim, transita con parecida comodidad entre la tristeza sonora del bandoneón que entre el jolgorio flamenquero de un buen cajón. Ha sido la chica deseada por todos en fastuosos montajes de Cabaret o Chicago en Broadway o el West End, se encierra en teatros a la italiana de grandes capitales y en fríos auditorios de provincias de esos que algún concejal o consejero de Cultura supo sacarse de la chistera, mueve en el escenario su privilegiada estructura ósea como si fuera la replicante de Blade runner, susurra y chilla, silba y se acaricia un hombro, deja entrever una pierna sin fin, guiña un ojo, enseña la espalda, reanuda sin freno el rito de la seducción, convierte el show en un híbrido de teatro, música y acto sexual.

La gente es cada día más inculta, más plana y más maleducada”
Por si fuera poco, los posicionamientos del personaje contra las extremas derechas europeas (fue muy sonada en los noventa su personal cruzada contra Le Pen) y las injusticias sociales, y su visión del papel del arte, son de alto voltaje. Sobre esta última cuestión, por ejemplo, su pesimismo es elocuente: “Hubo épocas en las que el arte y el pensamiento influyeron profundamente en la política; hablo de los años sesenta, Vietnam, el feminismo y todo eso, pero también de los años veinte, un tiempo en el que el arte fue de verdad revolucionario y rompió muchos resortes del conservadurismo. Hoy, el arte es un puro producto comercial y los artistas no asumen riesgos. Hoy el arte está dormido, es como un mueble en un apartamento bonito, un mueble frío que cumple una labor estética y de puro entretenimiento. La consecuencia de ello es que la gente es cada día más inculta, más plana, también más mal educada”.
Y todo eso es Ute Lemper, pero todo eso, pese a su empírica e indiscutible capacidad de fascinación, no es garantía de éxito. Tanto eclecticismo tiene sus peajes, porque no es lo mismo ver a la Lemper cantando en alemán la entartete musik (música degenerada), que sulfuraba a los nazis, que asistir a su nueva aventura escénico-discográfica, una incursión musical por los poemas de amor de Pablo Neruda. Vasta misión. Pero ya se sabe, lo honorable de las misiones no tiene por qué ir necesariamente acorde con el éxito del resultado.
La cantante arrancó el viernes por la noche en el Palau de la Música Catalana de Barcelona su gira por siete ciudades españolas para presentar su nuevo disco, Forever. Los poemas de amor de Pablo Neruda, un tributo personal al escritor y diplomático chileno que ganó el Nobel en 1971.

Me daba bastante miedo banalizar su mensaje con mis canciones”
“Neruda fue uno de los pocos personajes capaz de unir con eficacia y belleza el arte y la política, pero precisamente por eso mismo, me daba bastante miedo banalizar su mensaje con mis canciones. Así que me concentré en sus poemas de amor, que no son románticos, sino desgarradores, a veces violentos, siempre entre el deseo de felicidad y la imposibilidad de ser felices”, explicaba hace unos días Ute Lemper desde su casa de Manhattan en una conversación telefónica con este diario.
Resulta conmovedora la irrefrenable gana de probar cosas nuevas por parte de esta artista. Ute Lemper asegura, y habrá que creerla, que este disco sobre Neruda se lo ha pagado ella, y que se ha gastado en él un montón de dinero que, vaticina, no recuperará. “Mire, yo me arriesgo, siempre. Y este proyecto de Neruda es la prueba. Me he gastado un montón de dinero para grabarlo, ya no se hacen discos así, de concepción tan compleja, con canciones hechas sobre la base de un material literario, con arreglos especiales en cada una de ellas, a caballo entre la world music, el jazz, el tango, la música clásica… es un viaje, es un reto, pero me gustan los viajes complicados”.
La gira de Lemper / Neruda pone en marcha sobre el escenario una miniorquesta de seis voces que acunan a la maestra de ceremonias: bandoneón, guitarra acústica, piano, chelo, violín y cajón. Ute Lemper ha elegido 11 piezas del autor de 20 poemas de amor y una canción desesperada, y las interpreta, claro, a su manera.

El arte hoy es como un mueble frío que cumple una labor estética”
El esfuerzo es enorme, el resultado se queda en magma sin rumbo. El espíritu del poeta rojo y el mar profundo de la Isla Negra quedan bien lejos de todo esto. Tanto, que al final del espectáculo —y a petición de los propios promotores de la gira—, Lemper se tiene que poner el sombrero negro ahuevado y desgranar varios de los éxitos que hicieron de ella lo que en verdad es, y no otra cosa: una excelsa cantante de cabaret.
Así, el viernes por la noche en el Palau cayeron Lili Marlene y Mackie Messer (Mackie el Navaja), la estrella hizo al público silbar los estribillos y todo acabó entre algodones. Antes, con las versiones atormentadas (y tormentosas) de poemas nerudianos como Tus manos o El poema más triste número 20 todo había transcurrido más bien en un clima de perplejidad.
El verbo español de Ute Lemper no es su verbo francés, ni el inglés, ni por supuesto el alemán, no acaba de captarse bien, la voz sigue embriagando, sí, pero si hablamos de poesía de Neruda, lo ideal sería que los versos se entendieran.
Bueno, no es tan grave, a Umberto Tozzi también le salía mejor Ti amoen italiano que Te amo en español. Eso sí, Mis manos en tu cintura de Adamo era soberbia. Eso hay que reconocerlo.


La diva y España

Tras su paso por el Palau en Barcelona —“el teatro más bonito del mundo” — dijo la cantante nada más salir al escenario el viernes—, la excursión española de Forever recalará en otras seis ciudades, dividida en dos partes.
La gira llegará hoy a Altea y pasará por Galicia la próxima semana.Santiago, el día 14 y Vigo, el 15.
La artista alemana volverá a finales de abril para otras tres citas: Logroño, el 26; Pamplona, el 27; y Madrid, el 28.
Ute Lemper alterna esta gira con actuaciones por el mundo de su espectáculo Paris days, Berlin nights.
Está preparando un nuevo disco, el último de su trilogía de autores latinoamericanos, esta vez sobre textos del escritor brasileño Paulo Coelho.



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