lunes, 14 de agosto de 2023

Transgresor y surrealista / Quién fue Arthur Rimbaud

 

Arthur Rimbaud según Sábat


Transgresor y surrealista: quién fue Arthur Rimbaud, el poeta maldito más influyente del siglo XX

Su poesía irreverente y trágica es una de las más exquisitas de la lengua francesa. Y es el precursor de la llamanda Generación Beat.



Adriana Muscillo
10 de noviembre de 2017


“Nada ordinario germina de esa cabeza. Será un genio del mal o un genio del bien”. Esta fue la sentencia bastante premonitoria de su maestro de escuela, después de que Jean Nicolas Arthur Rimbaud –o, simplemente, Arthur Rimbaud– que murió en Marsellael 10 de noviembre de 1891, hace 130 años, ganara todos los premios de lectura, literatura y latín de su escuela.

Enfant terrible, maldito entre los malditos –junto a Baudelaire, Mallarmé, Verlaine–, su poesía irreverente y trágica es una de las más exquisitas y bellas de la lengua francesa jamás escrita.

Inscripto en la corriente simbolista, su estilo transgresor y surrealista lo coloca como precursor de relevantes autores como William Burroughs, Henry Miller, Anaïs Nin y toda esa camada denominada “Generación Beat”.

El abrumador talento poético sumado a la expresión melancólica y cruel de este niño-adolescente de tez pálida, voz quebradiza, cabello revuelto y ojos tan transparentes como desdichados enamoraron a Paul Verlaine y hasta lograron que el gran Victor Hugo lo considerara “el Shakespeare niño”.

Los murales de Arthur Rimbaud son comunes en Charleville-Mézières, el lugar de su nacimiento. Escribió un poema satirizando a la burguesía de la ciudad, y su trabajo fue considerado tabú allí. Dmitry Kostyukov para The New York Times
Los murales de Arthur Rimbaud son comunes en Charleville-Mézières, el lugar de su nacimiento. Escribió un poema satirizando a la burguesía de la ciudad, y su trabajo fue considerado tabú allí. Dmitry Kostyukov para The New York Times

Una madre despiadada

Rebelde hasta lo imposible, Arthur Rimbaud, que había nacido en la ciudad francesa de Charleville el 20 de octubre de 1854, tuvo una madre exigente y despiadada que lo castigaba encerrándolo en el granero de la casa.

La mujer se había quedado sola con cinco hijos y esa fue la manera que encontró de educarlos. En el hermosísimo poemario de nombre Iluminaciones (1886), una de las hondas poesías de Rimbaud dice así:

Los murales de Arthur Rimbaud son comunes en Charleville-Mézières, el lugar de su nacimiento. Escribió un poema satirizando a la burguesía de la ciudad, y su trabajo fue considerado tabú allí. Dmitry Kostyukov para The New York Times
Los murales de Arthur Rimbaud son comunes en Charleville-Mézières, el lugar de su nacimiento. Escribió un poema satirizando a la burguesía de la ciudad, y su trabajo fue considerado tabú allí. Dmitry Kostyukov para The New York Times

“En un granero, donde fui encerrado a los doce años, conocí el mundo, ilustré la comedia humana. En una despensa aprendí la historia. En cierta fiesta nocturna, en una ciudad del Norte, encontré a todas las mujeres de los antiguos pintores. En un viejo pasaje de París me enseñaron las ciencias clásicas. En una magnífica mansión cercada por todo el Oriente realicé mi inmensa obra y pasé a mi ilustre retiro. He braceado mi sangre. Mi deber me es remitido. No hay ni que pensar más en ello. Soy realmente de ultratumba y nada de comisiones”.

Es por causa de la asfixiante atmósfera que reinaba en su hogar que este joven poeta se escapaba una y otra vez de su casa. La primera, fue en plena guerra franco-prusiana (1870-71) cuando tenía 16 años.

Manuscrito de Arthur Rimbaud.
Manuscrito de Arthur Rimbaud.

Se fue sin un peso a París y terminó preso a mano de los alemanes por haberse colado en el tren. Lo sacó un profesor de nombre Izambard, quien, además, pagó la fianza y lo hospedó en su casa por un tiempo. Allí, se vincula con editores de renombre en Francia y les muestra sus poesías. Pero enseguida debe regresar al hogar.

El joven Arthur no se salvó de la paliza de su vida. Pero eso no impidió que siguiera fugándose hasta lograr, por fin, su libertad.

"Iluminaciones", de Arthur Rimbaud (Colihue, $530).
"Iluminaciones", de Arthur Rimbaud (Colihue, $530).

Su relación con Verlaine

“Ven, querida gran alma, te esperamos, te queremos”, escribió desde París el creador del malditismo y agregó en el sobre un boleto de tren.

Paul Verlaine, que ya era un poeta consagrado, había quedado maravillado con los originales de Las primeras comuniones y El barco ebrio, que había recibido de Arthur Rimbaud. Así es como el joven poeta de Charleville se mudó a vivir con Paul Verlaine y su esposa de 17 años y embarazada.

Comienza aquí un período en el que ambos poetas salían a emborracharse con ajenjo, fumar opio y drogarse con hachís por las calles de París, espantando a los reductos literarios pero, también, es la época de mayor y mejor producción literaria de ambos, especialmente, de Rimbaud. Hasta que, en una de esas noches de excesos, este enfant terrible termina hiriendo a un fotógrafo con una vara metálica y su amigo, para salvarlo, debe enviarlo de regreso a la casa de la infancia.

Verlaine y Rimbaud. Detalle de "Le coin de table", de Henri Fantin-Latour. The Granger Collection, New York.
Verlaine y Rimbaud. Detalle de "Le coin de table", de Henri Fantin-Latour. The Granger Collection, New York.

Pocos meses después Rimbaud vuelve a París a buscar a Verlaine, quien deja a su esposa y a su bebé recién nacido y se va con su joven amante a Londres. Allí pasan penurias económicas y se llevan mal, se dice que Rimbaud era despectivo con Verlaine, quien se va a Bruselas y quiere amigarse con su esposa. 

Pero Rimbaud lo sigue a Bruselas, discuten y, en medio de una borrachera, el joven poeta resulta herido de un disparo en la muñeca y su amante, condenado a dos años de cárcel.

El poeta francés Paul Verlaine en un retrato de Gustave Courbet.
El poeta francés Paul Verlaine en un retrato de Gustave Courbet.

El infierno de Rimbaud

De regreso en Charleville, Arthur escribe Una temporada en el infierno, en la que hace referencia a su tormentosa relación con Verlaine. Esta obra es la única que publica en vida. Contrató a un impresor inglés y sacó solo cien copias, la mayoría de las cuales terminó arrumbada en un sótano hasta que mucho después, a comienzos del siglo XX, un crítico francés las encontró y conocieron un éxito abrumador.

De hecho, el libro, que contiene intertexto a La Divina Comedia, a la Biblia y al Fausto de Goethe, es considerado un ícono del simbolismo francés.

En Harar. La última foto conocida de Rimbaud, de su época de comerciante en Abisinia.
En Harar. La última foto conocida de Rimbaud, de su época de comerciante en Abisinia.

También, hubo una película de cine sobre el romance entre estos dos poetas franceses, Total Eclipse (1995), de la directora polaca Agnieszka Holland, con Leonardo Di Caprio como Rimbaud y David Thewlis como Verlaine.

En 1886, Rimbaud escribió, en Londres el delicioso y a la vez polémico poemario Iluminaciones, con delicados y melancólicos poemas como estos:

Antiguo

¡Gracioso hijo de pan! En torno a tu frente coronada de florecillas y hayas, tus ojos, bolas preciosas, se agitan. Manchadas de parda hez, tus mejillas se ahuecan. Tus colmillos resplandecen. Tu pecho semeja una cítara, tintineos circulan por tus brazos rubios. Tu corazón late en ese vientre donde duerme el doble sexo. Paséate, de noche, moviendo dulcemente este muslo, aquel muslo y esta pierna izquierda.

El poeta francés Arthur Rimbaud (1854-1891).
El poeta francés Arthur Rimbaud (1854-1891).

Angustia

¿Será posible que Ella me haga perdonar las ambiciones continuamente pisoteadas, — que un final acomodado nos resarza de los periodos de indigencia, — que un día de éxito nos adormezca en la vergüenza de nuestra fatídica inhabilidad,

(¡Oh palmas!, ¡diamante! — ¡Amor, fuerza! — más alto que todas las alegrías y todas las glorias! — de todas las maneras, en todas las partes, — Demonio, dios, — Juventud de este ser: ¡yo!),

Que veamos en unos accidentes de hechicería científica y en unos momentos de fraternidad social la restitución progresiva de la ansiada libertad primigenia?…

Pero la Vampira que nos vuelve amable nos ordena entretenernos con lo que ella nos deja o, si no, que seamos más tunantes.

Andar a las heridas, por el aire fatigoso y el mar; a los suplicios, por el silencio de las aguas y del aire letales; a las torturas risueñas, en su silencio atrozmente encrespado.

CLARÍN



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