sábado, 12 de agosto de 2023

La policía de Tailandia investiga los contactos de Daniel Sancho antes y después de matar a Edwin Arrieta

Daniel Sancho



La policía de Tailandia investiga los contactos de Daniel Sancho antes y después de matar a Edwin Arrieta

Los resultados de los análisis forenses, que se esperan para el fin de semana, ayudarán a avanzar en cómo fue el asesinato y descuartizamiento


Agencias / El País
Bangkok / Madrid, 11 de agosto de 2023

La policía de Tailandia está investigando los contactos que mantuvo en el país el español Daniel Sancho antes y después del asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta en Kon Phangan. Los investigadores están acumulando un arsenal de pruebas contra el hijo del actor Rodolfo Sancho para apuntalar ante el fiscal y luego ante el juez de la isla de Samui su tesis de que el crimen fue premeditado. Los agentes están pendientes de conocer en las próximas horas los resultados de los estudios forenses de los restos hallados en el vertedero de Kho Phangan, donde el español arrojó parte del cuerpo de Arrieta y cuya localización por rebuscadores de basura desencadenó la operación policial que mantiene a Sancho preso en la cárcel de Samui, sin contacto con su familia.


Daniel Sancho


La investigación ha avanzado con gran rapidez gracias a la colaboración de Sancho, que ha conducido a los policías tailandeses a todos los escenarios del crimen. De esta manera han podido reconstruir las idas y venidas del español y el colombiano en los días y horas previas al asesinato y el hotel de la playa Haad Rin donde ambos se alojaron, según el Bangkok Post. Ya han sido interrogadas las personas con las que ambos interactuaron cuando estuvieron juntos, así como los responsables de los comercios donde el joven español se pertrechó para perpetrar el asesinato: la empleada del supermercado donde adquirió el martes pasado los cuchillos, guantes y bolsas que empleó para el descuartizamiento; y la persona que le vendió la canoa con la que transportó partes del cadáver a mar abierto.



Los contactos que mantuvo Daniel Sancho tras el momento del asesinato (perpetrado en la tarde noche del miércoles, 2 de agosto) son considerados clave para la reconstrucción del puzle y para intentar avanzar en el móvil exacto del crimen. Los medios locales apuntan a una mezcla de motivos económicos, sexuales y de deterioro de una relación. Así se sabe que el jueves, 3 de agosto, con Arrieta ya muerto, Sancho acudió a la fiesta de la luna llena con dos chicas que conoció en el hotel, del que ya tenía previsto marcharse. Una testigo ha asegurado al programa La Hora de la 1 de TVE que vio a Daniel Sancho cenar con normalidad con un hombre joven esa misma noche, aunque no ha aportado más detalles. Sus testimonios, junto con la confesión del chef y la profusión de imágenes de cámaras de vídeo, han llevado a la policía tailandesa a tener el caso prácticamente cerrado.

Los agentes tienen que recibir ahora los análisis definitivos de ADN efectuados a los restos encontrados en el vertedero, a fin de hacer el cotejo definitivo con la familia de Arrieta (han sido comparados con los restos hallados en la habitación), y el resultado de la necropsia a los citados restos (dos partes de las extremidades inferiores, parte de la pelvis y del paquete intestinal). Los análisis permitirán avanzar hacia detalles relevantes, como si el cuerpo presentaba restos de drogas o alcohol, pero también si hubo algún tipo de agresión que haya dejado rastro en las partes recuperadas (el joven ha dicho que la muerte se produjo al caer Arrieta y golpearse la cabeza durante una trifulca).


Mientras, se sigue rastreando la zona marítima donde Sancho ha dicho que tiró la mayor parte del cadáver, a unos 600 metros de la costa, supuestamente dentro de una bolsa de lona. Los agentes han reconocido la dificultad de esta búsqueda, tanto por la zona a cubrir como por el hecho de que creen que el español ha perdido las referencias espaciales al haber hecho la operación, remando, de noche y en un territorio desconocido para él (como ha admitido la policía tailandesa), a lo que hay que sumar los efectos de las mareas, corrientes, oleaje y animales.


Esterior de la cárcel de Koh Samui, en Tailandia, donde se encuentra el español Daniel Sancho.RAMÓN ABARCA (EFE)

En cualquier caso, la investigación tiene un límite temporal. La policía dispone aún de más de 70 días, del plazo total de 84 para las pesquisas, para elaborar el informe final con el que pretenden pedir al fiscal y al juez que siente en el banquillo al español por asesinato premeditado y ocultamiento de cadáver. Unos delitos que pueden conllevar la pena de muerte.


No obstante, la colaboración prestada por Sancho puede tanto acortar los plazos como facilitarle una rebaja en las peticiones de condena o que esta pueda llegar a ser conmutada por una menor en una medida de gracia como las que ya ha otorgado en ocasiones anteriores el rey Maha Vajiralongkorn. De hecho, ya lo hizo hace tres años con el español Artur Segarra, quien en 2016 fue condenado a la pena capital por asesinar y desmembrar a David Bernat en Bangkok. Segarra cumple ahora con la prisión permanente.


EL PAÍS




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