Rómulo Bustos Cartagena de Indias, 2013 Fotografía de Triunfo Arciniegas |
Fabio Martínez
Nuestros premios literarios
En estos días de balances, vale la pena destacar aquí a tres escritores premiados.
1 de enero de 2020
La premio nobel de literatura Olga Tokarczuk afirma, no con cierta ironía, que la literatura, debido a su alto grado de exigencia de trabajo, es una de las peores formas de autoempleo.
Esta premisa, que se cumple en la mayoría de los escritores, al final se ve recompensada por la realización de una obra creadora que, paradójicamente, y en muy pocos casos, tiene el reconocimiento que se merece.
En estos días de balances, realizaciones y promesas incumplidas, vale la pena destacar aquí a tres escritores premiados, que en este año que se acaba de ir lograron el reconocimiento nacional e internacional.
Comencemos con el Premio Nacional de Poesía del Ministerio de Cultura 2019, que en esta ocasión fue otorgado al poeta caribeño Rómulo Bustos con su libro ‘De moscas y de ángeles’.
Rómulo es uno de los grandes poetas del país, que ha forjado una obra sólida en el silencio de la noche. Al partir de una precaria realidad, como la que vivimos, el poeta tiene la virtud de reinventarla a través de sus personajes alados, que se mueven en el mundo ambiguo de lo religioso y lo pagano.
En su poema ‘Poiesis’, Rómulo Bustos dice: “Cada mañana / con las calladas maneras de la ostra / reconstruyes con esmero / tu pequeño dios / a la medida de tu ignorancia / a la perfecta altura de tu abismo / Ínfima o deforme, te dices / una perla bien puede merecer el esfuerzo”.
Continuemos con el poeta huilense Antonio Correa Losada, quien acaba de obtener el Premio Internacional ‘Jorge Carrera Andrade’, al mejor libro de poesía publicado en Ecuador, en 2019.
Radicado en la actualidad en Bogotá, Correa Losada ha sido un nómada intelectual que ha tenido la fortuna de vivir en México y Ecuador. Allí ha fungido como editor, compartiendo con escritores como Jorge Bustamante, Raúl Pérez Torres e Iván Égüez.
En Ecuador, el poeta colombiano fue el editor de la campaña nacional del libro y la lectura, 2003-2007, y director, por varios años, de la Feria Internacional del Libro de Quito.
La poesía de Correa Losada está bañada por la selva, la lluvia y la perenne desolación del ser humano. En su libro ‘Oscuridad arriba’ leemos: “Mi amada se ha ido en bicicleta / como en un sueño. / Salgo tras ella. / Su ausencia cae sobre mí / en una capucha de niebla. / He perdido la cabeza”.
Finalicemos estos merecidos reconocimientos con la joven poeta Alejandra Lerma, quien obtuvo el Premio de Poesía ‘Jorge Isaacs’ 2019, con su libro ‘No habitar ya la tierra’, un título tomado de un poema de Rainer Maria Rilke.
Nacida en las montañas de Restrepo, Valle, en la poesía de Alejandra Lerma está presente el paisaje, la naturaleza viva, que se convierte en el origen del poema. El amor y el dolor transitan por sus versos libres. Como en buena parte de la literatura latinoamericana, el fantasma de su padre muerto está más vivo que nunca.
Su poema ‘Futuro imperfecto’ comienza así: “¿Cómo será el rostro de mi padre cuando muera? ¿Compraré azucenas o me quedaré inmóvil mirando los floreros vacíos? / ¿Qué tamaño tomará mi corazón al darse cuenta? / ¿Llevaré zapatos altos al entierro? / ¿En el hombro de quién recostaré mi cabeza? / ¿Discutiré con mamá la frase del obituario? / ¿Mamá estará todavía? / ¿Mi hermana llorará junto a mí o se encerrará en su rostro?”.
EL TIEMPO
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