Un niño gato protagoniza
el nuevo libro de Triunfo Arciniegas
Por María del Rosario Laverde
En la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2013, sale al
mercado El niño gato, el más reciente
libro del escritor colombiano Triunfo Arciniegas, quien con más de 50 títulos
publicados conforma una terna de éxito con el joven ilustrador Dipacho y
Ediciones SM, bajo la dirección de María Fernanda Paz Castillo y el diseño de
Camila Cesarino Costa.
Después de El árbol
triste y El último viaje de Lupita
López, títulos de Arciniegas en la misma editorial, dedicados a los
dolorosos temas del exilio, la guerra y la muerte, Ediciones SM nos presenta un
libro de alta factura, atractivo y sugerente. Sus primeros 700 ejemplares se
repartieron en Bogotá el pasado 6 de marzo a todos los participantes del
Congreso Iberoamericano de Literatura Infantil y Juvenil, dentro de un sobre de
cartón amarillo diseñado para la ocasión.
Se destaca el diálogo entre los textos de Arciniegas y las
imágenes de Dipacho: mientras el primero le imprime un tinte nostálgico y
triste al relato, el otro, a través del color y la sencillez de las imágenes,
abre la posibilidad de añadir elementos nuevos de información y da paso a otras
lecturas. Se diría que Arciniegas escribió “el niño gato” y Dipacho ilustró “el
gato niño”.
El niño gato, más que un cuento infantil, es una metáfora de las duras
realidades a las que se enfrenta un niño de este tiempo. En primer lugar, el
problema de la identidad. El niño gato no encuentra acomodo ni entre los gatos
ni entre los niños: su naturaleza participa de ambas especies y no hay otro
como él. Y las criaturas singulares sufren hasta que encuentran la fuerza
suficiente para enfrentar la situación.
El protagonista se sabe distinto a los demás desde el
principio, con esa certeza que solo tienen quienes crecen sin conocer a su
padre o que lo pierden a muy temprana edad. Debe lidiar, además, con la
tristeza de la madre y su decisión de dejar este mundo. En este sentido,
Arciniegas rompe con esa literatura rosa y cursi que se escribe para los niños.
Aquí el padre va a la guerra y muere, como ha sucedido a través de los tiempos,
y como sigue sucediendo en nuestros días. Aquí la madre se suicida. Aquí
tenemos otro huérfano de un país en guerra. “El niño gato creció solo, como un
milagro, entre los árboles, en los potreros, en las orillas del río, como esas
plantas que enfrentan al viento, aferradas a las rocas.” Nuestras ciudades
están repletas de estas criaturas: niños sucios, abandonados, que recorren las
calles buscando un pedazo de pan, que limpian parabrisas o roban o se
prostituyen. Son niños pero los tratamos como animales. Si fuesen solamente
niños no los dejaríamos que padecieron noche y día el sol y el agua y el hambre
y el sueño y la enfermedad en nuestras miserables ciudades latinoamericanas.
Pocos se salvarán.
Pero la literatura redondea sus historias. Así, pues, el
niño gato de Arciniegas, con los libros y el amor como asideros y superando
hasta cierto punto una dura infancia, se convertirá en un gato adulto.
Con este tipo de libros ya no importa la edad del lector
porque, de la misma manera que un niño goza la lectura, el lector adulto
disfruta de la aparente sencillez de las historias, y la belleza de las
ilustraciones y, de paso, mantiene despierto ese niño interior que se resiste a
desaparecer.
Triunfo Arciniegas
El niño gato
Ilustraciones de Dipacho
Bogotá, Ediciones SM, 2013
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