(entrada en construcción)
CARNAVAL DE RIO 2013
SAMBÓDROMO DA MARQUĔS DE SAPUCAÍ
Noche de campeones
Noche de campeones
Rio de Janeiro, 16 y 17 de febrero de 2013
Fotografías de Triunfo Arciniegas
Volví de madrugada del Sambódromo da Marquês de
Sapucaí, el templo del Carnaval de Rio. Fui con Ana Maria Santerio. Ingresamos
con la luz del día el sábado 17 de febrero y salimos con el alba del domingo.
Fotografié unas palomas en un tejado, sobre un fondo rosa, para asegurarme que
aún seguía en este mundo, tal era la embriaguez de la fiesta, además del
cansancio y el sueño, por supuesto. Las palomas se miraban, se tocaban, en un
envidiable estado de enamoramiento, y entonces reconocí que ni la contemplación
de palomas me servia para el sosiego de tanta excitación. Quise dormir y no lo
conseguí, quise leer unas páginas de Rubem Fonseca y tampoco. Entonces me
dediqué el día entero a trabajar en las fotografías tomadas en el mismo
sambódromo, hasta llegar a estas palomas con cielo rosa. Dormí a ratos, bebí mucha agua, terminé el
día y seguí con el oficio, durmiendo a ratos, haciendo notas, hasta la misma
mañana de este lunes todavía febril.
El Sambódromo da Marquês de Sapucaí, obra del
diseñador y arquitecto carioca Oscar Niemeyer, ubicado en el barrio Cidade Nova
y a unos minutos de los Arcos de Lapa, fue inaugurado el 2 de marzo de en 1984. Su nombre oficial es "Passarela do Samba Darcy Ribeiro". Con la Praça da
Apoteose, donde precisamente termina el recorrido esta monumental pasarela, el
Sambódromo es uno de los mayores espacios para los grandes eventos al aire
libre de Rio, "cidade maravilhosa". En esta plaza se han presentado
los más grandes: The Rolling Stones, Pearl Jam, Radiohead, Roger Waters, Eric
Clapton, Nirvana, Robbie Williams, Elton John, Whitney Houston, Carlos Santana,
Avril Lavigne, Jonas Brothers. Y durante el carnaval es el punto de reunión de
las escuelas al final del desfile.
Con grandes tribunas a ambos lados de la calle,
divididas en sectores según su posición, comodidades y servicios, con
diferentes sectores de y una capacidad
para noventa mil espectadores, el Sambódromo empieza a llenarse pronto. Los
Palcos Techados, en el primero y segundo nivel, cada uno con doce sillas, son
la posición más costosas: mil quinientos dólares por noche. Por persona, por
supuesto. ¿Por qué no? Se llenan de celebridades, diplomáticos, estrellas de
cine, jugadores de fútbol. ¿Qué son mil quinientos dólares para alguien que
gana veinte millones por película? Este año estuvieron por ahí Megan Fox y Will
Smith. Las “Frisas” son los palcos bajos:
filas de seis cómodos asientos numerados, entre 500 y 700 dólares por persona.
Ofrecen una vista excelente, muy cerca al sudor de las bailarinas, e incluyen
una mesa de café. El café brasileño es un manjar de dioses. Del sudor, no sé,
pero supongo. Las “Arquibancadas” son las gradas y tribunas donde las entradas numeradas para turistas cuestan alrededor de 500 dólares. Luego también tenemos los
sectores sin asientos numerados que tienen precios más accesibles aún y es
donde no hay sillas, ya que las personas van y bailan mientras disfrutan del
desfile. Ahí estábamos Ana Maria y yo.
Ya había mucha gente y se habían tomado los
lugares de privilegio (que, como pude comprobar, defienden a sangre y fuego)
cuando ingresamos al Sambódromo. Hice algunas tomas de prueba con mi Cannon,
leí los folletos y bebí agua. A las nueve empezó el "Desfile das
campeas" con las seis mejores escuelas del año de gracia de 2013. El
carnaval, desligado cada vez más de su origen religioso, ya no termina el
martes anterior al Miércoles de Ceniza, puerta de la cuaresma, que era en otra
época tiempo de recogimiento y oración, cuarenta días de abstinencia que
remataban en la Semana Santa o Semana Mayor, unos días de descanso que ya son
para cubrirse de ceniza y rasgarse las vestiduras de arrepentimiento sino para
recorrer en bola las playas. Quiero decir, la gente no acude a las cenizas y
las vestiduras rasgadas sino a las playas, donde no se lleva ropa para rasgar
ni para nada y donde el mundo es agua y arena y no ceniza. En mi niñez, durante
los días santos, se hablaba bajo y se prohibían las groserías. Las comidas eran
otras y había un día de ayuno, si no recuerdo mal, o nos hacían beber agua y
pan en ayunas. De eso hace tanto.
La parranda sigue viva en Rio de Janeiro en este
primer sábado de cuaresma: seis mejores
escuelas de samba de 2013 se aprestaban a desfilar en el sambódromo, señoras y
señores. O Salgueiro, tal vez la más prestigiosa y más innovadora en la
historia del carnaval, abrió el desfile, y no significa que fuese la mejor de este
año, porque vamos de atrás hacia adelante. Es uno de los campeones, el último
de los campeones. En otras palabras, O Salgueiro no tuvo su mejor año, pero la
gente la recibió con devoción. Tres mil ochocientas "pessoas": no
alcancé a contarlas todas. Se engalanan con imágenes del Che, que da para todo en
este mundo. La cara de este médico asmático que hizo una revolución con Castro
y murió en el intento de otra en Bolivia, y un tipo muy apuesto, se repete
hasta el infinito como si Andy Warhol
hubiese venido a trabajar al carnaval. El enredo de Salgueiro trata de
la fama y los famosos. Me encantan. Me quedo con esos fotógrafos que bailan y
asedian a una celebridad en limousina, esquivando a los unos guardaespaldas de
malas pulgas.
Una hora y media después entra Grande Rio, que
tuvo un poco más más suerte pero que apenas alcanzó el quinto lugar. Cada
escuela tiene 82 minutos para hacer su recorrido. Antes los desfiles podían
terminan en la tarde del día siguiente. Por eso se estableció el límite y su
violación es multada por los jurados.
Ya es medianoche con la tercera escuela, Emperatriz
Leopoldinense, pero no sé qué horas son en mi vida. En el portátil sigo con la
hora colombiana, pero debo funcionar con el horario brasileño. En realidad,
duermo cuando ya no puedo más y como cuando "idem". En animador, con
voz grave y emocionada, pregona el cambio del horario de verano, una hora más o
una hora menos. Para mí es lo mismo, de toda maneras estoy perdido. Solo
entiendo que anochece o amanece.
Viene la cuarta escuela, y tercer premio, Unidas
de Tijuca. El cansancio acosa, me siento y bebo agua. Me levanto para atrapar
las piernas y el pluma de rainha de bateria.
No puedo más: me duermo de pie. Desfila la
quinta escuela y son como las tres de la mañana o las cuatro. No, todavía no
son las cuatro. El alboroto. Las garotas no paran de bailar. La gente no para
de cantar. La escuela es Belha Flor, la
quinta escuela del desfile y segundo premio del carnaval.
Ya estoy dormido. Me siento para no quedarme
dormido de pie y rodar por las escaleras y echar a perder la fiesta. Estoy
dormido cuando desfila la sexta escuela, Vila Isabel, ganadora absoluta del
Carnaval de Rio 2013. Una señora dice que cómo es posible que me duerma al paso
de la escuela más bella, pero así es la vida. La frase y la anécdota me la
explican después porque ahora estoy dormido. Me enteraré por el periódico del resto.
Y acaba
todo. Y vamos saliendo. Y caminamos junto al sámbódromo hasta el punto
de acceso de los taxis. Falan en portugués y nada entiendo. Voy a dormir. Solo
quiero dormir. El taxi sube por las enredadas calles de Santa Teresa hasta
"o castelo". Si te pierdes, pregunta por el castillo. sé que voy
hacia una puerta. Sé que un portero tan soñoliento nos da la bienvenida al
nuevo día. Y apenas entro, como un
animal sediento, voy al facebook para saber quién se acordó de mí. Ana Maria
entra al baño y yo navego en el ciberespacio. Al rato me dice sonriendo, recién
bañada, mientras cierra la puerta de su alcoba, que vea el amanecer. Voy al
balcón y todo es rosa, todo el ancho mundo está pintado de un rosa alucinante,
y unas palomas en luna de miel juguetean en el tejado del edificio de enfrente.
Rio de Janeiro, 17 de febrero de 2013
Academicos do Salgueiro Mestre-sala y porta-bandeira |
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