domingo, 30 de julio de 2017

El gran negocio de hablar en español


Ilustración de Fernando Vicente

El gran negocio de hablar en español



La lengua común multiplica por cuatro los flujos comerciales entre dos países

JESÚS RUIZ MANTILLA
Madrid 10 FEB 2017 - 18:00 COT


Una de las grandes obras emprendidas para tomar la temperatura del español en el mundo acaba de culminar. Han sido 14 tomos los que la conforman bajo el título Valor Económico del Español y el lunes será presentado en un acto con la asistencia de los Reyes en la Fundación Telefónica, encargada de financiarlo, y el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa. En el último tomo, a modo de conclusión con los anteriores, se comprueba la rentabilidad y expansión multiplicadora de un idioma común. "El flujo comercial entre los países hispanohablantes aumenta cuatro veces con respecto a otros y siete en el caso de las inversiones directas", comenta José Luis García Delgado, catedrático de Economía Aplicada de la Complutense, e impulsor de la investigación.
Ha sido un trabajo coordinado por él y otros dos expertos economistas como José Antonio Alonso y Juan Carlos Jiménez. Cuando comenzó, en 2005, creyeron que daba para un tomo. “Estábamos equivocados, teníamos ante nosotros una mina por analizar”, asegura García Delgado. Al final, ha contado con la colaboración de 40 investigadores, que han desmenuzado cada aspecto relacionado hasta convertir la investigación en un trabajo de referencia global. Con sus alegrías y sus amarguras. "Se aprecia mucho más fuera de España que dentro", afirma el coordinador de los trabajos.
Entre los datos más significativos de la última entrega destaca la de los intercambios entre países hispanohablantes. Pero también otras diferencias cualitativas que afectan a salarios: “Un inmigrante iberoamericano puede llegar a ganar en España un 30% más que otro proveniente de diferentes zonas”, agrega García Delgado.
La lengua ha multiplicado por tres el factor de atracción para quienes deciden buscar trabajo en España, un fenómeno que ha quedado de manifiesto, sobre todo, entre 1995 y 2005, cuando se produjo el mayor trasvase de personas desde el otro lado del Atlántico. Otros factores, como el educativo, también resultan determinantes en el ámbito europeo: España es el primer país de destino para los universitarios con beca Erasmus de los 32 países que integran el programa, con un 17% del total.
Pero quedan retos. Junto a la comunicación científica está la necesidad de aumentar las cualidades del mismo en países como Estados Unidos. “En las grandes ciudades se domina y está continuamente presente a pie de calle, pero no es un idioma que se hable por igual en los despachos de las empresas”, asegura García Delgado. Esta preocupación, dotar al español de un estatus cualitativo equivalente al cuantitativo, estuvo en el ánimo del Instituto Cervantes para abrir el Observatorio del Español en la Universidad de Harvard. Fue una de las iniciativas más importantes de la etapa que lo dirigió Víctor García de la Concha.

Más influencia

Se constata que el peso del número de los hispanohablantes no se correspondía con la influencia en las altas esferas que un idioma tan mayoritario. "Actualmente son 50 millones de habitantes los que hablan castellano en Estados Unidos. Más que en España. Pero ese aumento demográfico se va a frenar, lo mismo que en esta etapa parece que puede ocurrir con el flujo migratorio, por eso resulta fundamental consolidarlo", comenta García Delgado.
El estudio recogía en anteriores volúmenes que los hispanohablantes se encuentran en una fase crucial de expansión del idioma. “El avance del proceso de globalización económica y el incesante despliegue de la sociedad del conocimiento revalorizan, en nuestro tiempo, las lenguas de comunicación internacional, imponiendo a la vez desafíos a todas ellas en virtud de la homogeneización cultural que corre en paralelo”, puede leerse en el tomo 12. “En el caso del español, una lengua marcada desde su mismo origen por una vocación integradora y de apertura, se asiste hoy a una nueva fase de su largo proceso de internacionalización, acaso el cuarto peldaño en la trayectoria expansiva de una lengua milenaria, por nombrarla como lo hace Emilio Alarcos”.
Las empresas punteras en las que el idioma ha resultado un valor fundamental, según el estudio, pertenecen a ámbitos muy variados. “La primera es la industria editorial. Pero también, en el caso de las españolas, predominan las de energías renovables, infraestructuras o farmacia y agroalimentarias. En el caso de construcción de autopistas, no sólo se circunscriben a realizar las obras, también a su gestión posterior. Ahí, el dominio del idioma es básico”, cuenta el profesor García Delgado.

Segundo idioma

Los elementos de medición que han permitido al estudio verificar la fuerza e influencia del idioma han sido determinantes. “Para calcular los factores que llevan a cabo la decisión de invertir en una zona u otra, se manejan elementos como la distancia, los precios, la competitividad. Al preguntar por el idioma, los indicadores aumentaban de manera determinante. A la hora de invertir, un elemento como la lengua común puede aumentar las posibilidades siete veces más. No sólo en las grandes empresas, preparadas para introducirse en cualquier tipo de mercado. Sobre todo en las medianas”, añade.
Cuando el lunes sea presentado el informe habrá llegado la hora también de recapitular. En cifras, el español es la segunda lengua más hablada del mundo por el número de personas que la tienen como materna: lo hablan como primera o segunda lengua 450 millones. Superan los 550 si añadimos a aquellos que la emplean como lengua extranjera.
La capacidad de compra de los hispanohablantes representa el 9% del PIB mundial y el español genera el 16% de valor económico del PIB y del empleo en España. Entre estas destaca el llamado Factor ñ, es decir, las compañías que utilizan su creación de contenidos en español entre las industrias culturales: suponen un 2,9 % del producto interior bruto de la economía española.






EL CERVANTES Y LA RAE ROMPEN MUROS


La llegada de Donald Trump no solo ha puesto patas arriba las relaciones políticas tradicionales. También las del idioma. La guerra directamente declarada contra México ha provocado alianzas con el país latinoamericano en el ámbito de la cultura. El jueves, en su sesión plenaria, los miembros de la Real Academia Española (RAE) lanzaban un comunicado solidarizándose con sus colegas de la academia mexicana. “El Pleno de la Real Academia Española, en su junta ordinaria del día 9 de febrero de 2017, acordó solidarizarse con la Academia Mexicana de la Lengua y la Academia Norteamericana de la Lengua Española en relación con sendos comunicados hechos públicos por ellas a raíz de la retirada en la red de la versión en español de la web de la Presidencia de los Estados Unidos de América. La Real Academia Española comparte con sus Academias hermanas su preocupación por este hecho, tanto en lo que afecta a los millones de hispanohablantes existentes en cuatro continentes como, muy en especial, a la minoría mayoritaria de más de cincuenta millones de hispanos que residen en los Estados Unidos. La Real Academia Española confía en que dicha retirada de la web en español sea una circunstancia pasajera y en que sea restablecida cuanto antes por la Presidencia norteamericana”.
La actitud de defensa no queda ahí. En su toma de posesión, Juan Manuel Bonet, nuevo director del Instituto Cervantes, se alió también con México frente a las cornadas de Trump. “Respecto a esa actitud, nada mexicano nos es ajeno. Hemos ido de la mano con ellos en Estados Unidos y vamos a seguir yendo”, aseguró.
EL PAÍS


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