Fumar no es ‘cool’: ofensiva contra las supermodelos por ‘glamourizar’ el tabaco
Oleada de críticas a Kendall Jenner, Bella Hadid y compañía por no dejar de subir fotografías a sus redes donde posan sensuales con cigarrillos.
“¿Cómo afectarán esas fotos tan compartidas en las redes sociales a las ratios de tabaco de los más jóvenes?”. Eso es lo que preguntó en una carta la jefa del departamento de salud de Nueva York, Mary T. Bassett, dirigida a la organización de la gala benéfica anual del Metropolitan, después de que miles de webs reprodujesen las instantánteas a Bella Hadid, Dakota Johnson y compañía fumando sin control en los lavabos del evento. No contentas con haber sido sermoneadas tras un episodio en el que las jóvenes –y otras estrellas masculinas como Rami Malek o Marc Jacobs– posaban con actitud fumando aún a sabiendas que no estaba permitido, a la nueva hornada de supermodelos les está cayendo, de nuevo, otro rapapolvo por seguir subiendo instantáeas en las que glamourizan los cigarrillos.
Kendall Jenner subió hace unos días una imagen desnuda sobre una mesa con un cigarrillo en la mano a modo de atrezzo sensual con el siguiente pie de foto: “No fumo” (no era la primera vez que lo hacía, hace algún tiempo subió una sesión de Love con cigarrillo incluido en ropa interior). El post tiene más de 3 millones de ‘me gusta’. Su amiga Bella Hadid hizo lo propio la semana pasada subiendo otra foto en blanco y negro en la que fuma y dice “lo dejo’. Esta obtuvo 514.000 corazones. Las dos suman un total de 100 millones de seguidores en la red.
Y no son las únicas. Tal y como recuerda Elena Sheppard en Yahoo Style, otras influencers y modelos con hordas de seguidores adolescentes suben fotos con la misma actitud: Paris Jackson, Sofia Richie, Elsa Hosk o Slick Woods. Uno de los shootings más comentados de la hija de Alec Baldwin y Kim Basinger, Ireland Baldwin, fue uno en el que aparece sin sujetador, con una chaqueta y enciendéndose un cigarrillo. En España a Dulceida también se le ha criticado duramente por subir Instagrams con la misma actitud sugerente, como si el cigarillo multiplicase su sensualidad o halo de ‘glamour’.
El engaño del símbolo feminista
Asociado en el imaginario visual a la figura de la femme fatale, el tabaco ha sido muy recurrente en la fotogafía de moda como atrezzo sensual. Lo fue especialmente en los 90, con la eclosión del heroin chic y Kate Moss como estandarte del glamour desaliñado, filiforme y rebelde. Pero las connotaciones de poder femenino emancipador que supuestamente ofrecía el cigarrillo en la mujer venían de mucho más atrás. Las flappersde los años 20, mujeres emancipadas de la época, fumaban, como contraposición a una ideal del s. XIX que desprendía que fumar era algo “inmoral e inapropiado” en las mujeres. En EEUU, a mediados de los años 30, se utilizó el lema Torches of freedom (antorchas de libertad, ideado por Edward Bernays, sobrino de Freud) para comercializarlo e intentar seducir a las compradoras. El objetivo era asegurar que la liberación femenina venía acompañada de un cigarrillo. Algo que voceó Bertha Hunt en una manifestación del 31 de marzo de 1929, cuando en plena Quinta Avenida de Nueva York se encendió un Lucky Strike ante la prensa, animó a sus compañeras a hacerlo “para luchar por la igualdad de sexos y acabar con otro tabú asociado al género”. Claro que Hunt era la secretaria de Bernays, y las atractivas mujeres que la imitaron y fumaron en público estaban contratadas por el genio de las relaciones públicas. Tres días después, los periódicos ya anunciaron que las mujeres fumaban en San Francisco, en Union Square en Nueva York, en Denver y por prácticamente todo el país. No podían ejercer el voto, pero las estadounidenses ya podían fumar por todo el país pensando que habían conseguido un paso más a la igualdad.
Desde entonces, féminas con cigarrillos poblaron la gran pantalla y las editoriales de moda, con esa actitud rebelde y sexy de la que nunca se ha desprendido el vicio. Pese a que mediados de los 90 se hizo una llamada a derribar estos mitos sobre la glamourización de los cigarrillo,la industria se la saltaba a la torera. El mismo año que en España se lanzaba una campaña para derribar el mito de ‘glamour del tabaco’, Kate Moss apareció fumando por la pasarela en un desfile de Vuitton en 2011. Ese mismo año, Saint Laurent lanzó una línea de cigarrillos “sofisticados”. En la última década, además, se ha disparado el uso de cigarrillos en las películas. El CDC de EEUU recoge que desde 2010 a 2016, se fuma un 72% más en pantalla.
En España, el tabaco causa 60.000 muertes anuales. ¿Afecta a los jóvenes ver a Kendall Jenner sujetando un cigarrillo? Para Elena Sheppard de Yahoo Style, sí. “Podrás decir que solo lo está sujetando, pero la realidad es que esas imágenes promocionan un estilo de vida sexy, poderoso y cool. Si lo que estas chicas comen, visten y promocionan se vende, ¿por qué un cigarillo sería algo diferente? Tres millones de likes es una respuesta fácil a esta pregunta.
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