Corín Tellado |
Unas frases de Corín Tellado desatan la polémica en Asturias
"En Oviedo hay gente que me niega hasta el agua"
Oviedo 28 AGO 1981
Una nueva polémica está servida en Asturias, con la tradicional rivalidad Oviedo-Gijón como telón de fondo, a partir de la entrevista del escritor Guillermo Cabrera Infante con Corín Tellado, publicada el pasado domingo en el suplemento Libros, de EL PAÍS, y cuyos pasajes más explosivos fueron reproducidos al día siguiente por la Hoja del Lunes de Oviedo. Corín Tellado asegura que Cabrera le tendió una trampa y que ella jamás dijo en su chalé de Gijón las frases antiovetenses que éste puso en su boca. La novelista rosa más leída que Cervantes se siente burlada por el escritor culto.
Cabrera Infante, conocedor de la indignación de Corín Tellado, llama a Juan Cueto, que le acompañó en su visita, a la escritora, para asegurarle que se encuentra profundamente sorprendido y divertido, y Corín le pide a Cueto que le haga una entrevista en el diario La Nueva España, de Oviedo, para deshacer el entuerto.
En fin, después de bastantes años de alejamiento de la pequeña pantalla, Corín apareció ayer en el programa regional Asturias hoy, de RTVE, para desmentir los ataques dirigidos contra Oviedo. Dice que recibió a Cabrera Infante porque se lo pidió Cueto, y que durante la conversación había sido aquél precisamente quien apenas abrió la boca. Contra Oviedo asegura no tener nada, aunque sí contra un ovetense en concreto.
Con las posiciones tan nítidamente definidas, parece que no hay más remedio que tomar partido. Francisco Carantoña, director de El Comerció, de Gijón, advierte en la actual polémica el segundo boom de Corín Tellado. "¿Quién es más universal que yo?", le preguntaban al espejito los escritores que habían leído a Barthes. "Corín Tellado", respondía el espejito. Luego vino el cambio de táctica, y los escritores estadísticos, semánticos, semióticos, diuréticos y espasmódicos decidieron retratarse con Corín Tellado para contagiarse de su virus. A algunos incluso les provoca el complejo de madrastra de Blancanieves. Entonces vienen a Roces (Gijón) y luego publican una entrevista en EL PAÍS. Faustino F. Álvarez emprende el mismo camino que Carantoña en La Nueva España, de Oviedo, en un titánico esfuerzo superador de la refriega localista para situarse al lado dela dama indefensa, cuya ingenuidad ha sido asaltada por un escritor extranjero, felón y pedante. "Cabrera Infante", afirma Faustino F. Álvarez, "es un novelista bueno que se equivocó contigo. No vino a ver una escritora. Más bien, al entrar en tu casa, tenía conciencia de entrar en un zoológico, y sólo le faltó llevar cacahuetes en el bolsillo para soltártelos a través de las verjas de Villa Dobe. Eres universal, Corín, por encima de la idiota rencilla (inventada) entre Oviedo y Gijón". Por el contrario, Ceferino de Blas, en La Voz de Asturias, der Oviedo, arremetió contra Corín, diciendo que habrá quien se sienta feliz porque una escritora universal cifre el colmo del éxito en que Oviedo reconozca su triunfo; pero, en definitiva, sus palabras han causado sorpresa a miles de ovetenses, unas palabras que en Corín Tellado, a estas alturas del siglo XX, resultan increíbles.
Carantoña y Álvarez se quedan con Corín; de Blas, con Cabrera Infante, y Juan Cueto, con los dos. Guillermo Cabrera aparecia en la entrevista extrañado y sorprendido de que una escritora universal estuviera obsesionada con los ovetenses. Ahora parece víctima de la rivalidad localista Oviedo-Gijón, ciudades que, en esta ocasión, optaron por proyectar sus viejas querellas sobre un extranjero incauto que cometió la osadía de interferirse en sus pleitos familiares. El escritor solicitó permiso a Corín para publicar las impresiones de su visita a Villa Dobe, a lo que ella accedió con la petición de eludir algún tema concreto, petición que le fue, respetada.
Ayer mismo, Corín fue entrevistada para la Hoja del Lunes de Oviedo y para la emisora regional de televisión. Al término de esta última anunció su intención de no volver a conceder más entrevistas.
Lo que Corín dice no haberle dicho a Cabrera Infante fueron estas frases: "Hay que saber defenderse". "No tiene nada que ver con ustedes. ¡Por Dios! Son esa gente de Oviedo". (...) "No me reconocerán ellos nunca. ¡Jamás! Primero, muertos". (...). "En Oviedo hay gente que le hace la vida imposible a una". (...) "En Oviedo hay gente que me niega hasta el agua".
El autor de Tres tristes tigres, que reside en Londres y tiene la nacionalidad británica, comentaba ayer la polémica suscitada con la flema habitual de las latitudes que habita: "Creo ahora que, aunque Corín no es Clarín, está más viva en Oviedo".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de agosto de 1981
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