El ensayo y las distopías, últimas tendencias en la feria de Fráncfort
El cambio climático, el feminismo y la historia acaparan el interés de los editores
Carlos Geli
Fráncfort, 20 de octubre de 2019
No se puede vivir en la incertidumbre. Y la actualidad hace demasiado que está instalada en ella. La gente necesita entender. Y muchos lo buscan en los libros: las ventas de ensayos han crecido un 9,6% en lo que va de año en el potente mercado alemán, mientras que en España la cifra de quienes dicen que su último libro leído ha sido de no ficción subió casi cuatro puntos en 2018. Y esa dinámica se ha constatado en las más de 500 mesas de los 800 agentes literarios presentes en la 71ª feria del libro de Fráncfort, que ayer cerró sus puertas.
“Está pasando de todo: cambio climático, eclosión de los nacionalismos, el empoderamiento de las mujeres… y se acercan las elecciones estadounidenses”, enumera Miguel Aguilar, director literario de Penguin Random House Grupo Editorial (PRHGE), para explicar el hambre de las firmas por cazar libros que ofrezcan respuestas. También resalta un factor mercantil: “Son títulos con nichos de venta medianos, que fácilmente alcanzan los 3.000 ejemplares, algo que no sucede en la ficción, de venta más polarizada”. Pero esta fiebre por el ensayo ha contagiado a la literatura. “Se le pide a la novela que apele al presente, que aporte más pensamiento y reflexión que evasión”, resalta Pilar Beltrán, responsable literaria de Edicions 62 (Planeta) y veterana de la feria. A esas premisas responden las grandes adquisiciones de los editores españoles de este año.
Agujeros negros de todo tipo. Uno de los libros más populares en la feria aún está pendiente de publicarse en su país, EEUU: la propuesta ecológica de Bill Gates para acabar con el efecto invernadero, Cómo evitar el desastre climático (PRHGE). Metáfora de los tiempos, el astrónomo Heino Falckle, que dirigió el equipo que ha fotografiado por vez primera un agujero negro, explica en Un viaje al fin (Debate) lo que ocurre allí donde las leyes de la física no funcionan.
También deshace el ridículo mito de otro agujero negro la experta en neuroimagen cognitiva Gina Rippon, que en El cerebro de género (Galaxia Gutenberg) deja sin fundamentos la supuesta existencia de un cerebro femenino. Y Buena economía para los malos tiempos (Taurus) pretende demostrar cómo esa ciencia puede resolver problemas sociopolíticos actuales. Lo avalan dos de los tres investigadores que ganaron la semana pasada el Nobel de Economía: Esther Duflo y Abhijit Banerjee. Reflexiones parecidas lanza Zygmunt Bauman, el padre de la sociedad líquida, en un volumen de publicación póstuma todavía sin título (Tusquets).
Hitler y las vikingas. El dictador nazi sigue protagonizando títulos. En Hitler, con el mundo no basta (Galaxia Gutenberg), el historiador Brendan Simms sostiene que la obsesión del Führer, cuestión racial aparte, fue EE UU y su capitalismo global. Richard J. Evans arroja luz en Las conspiraciones hitlerianas (Crítica) sobre cinco leyendas generadas por Hitler, como la supuesta huida en avión de su búnker en Berlín en 1945. A la inagotable bibliografía sobre la Segunda Guerra Mundial, Max Hastings aportará Castigo y Operación Pedestal (ambos en Crítica). El primero aborda el audaz bombardeo realizado en 1943 sobre Alemania por el 617º escuadrón de la RAF y el segundo, la heroica historia del convoy naval inglés enviado a Malta en agosto de 1942 para salvar a sus tropas asediadas.
¿Y si entre los sangrientos guerreros vikingos también hubiera mujeres? Basándose en investigaciones de ADN, esa es la tesis del arqueólogo sueco Neil Price en Children of Ash and Elm (que publicará Ático de los Libros, aún sin título en castellano). Más poder femenino.
Literatura para pensar. El paradigma del binomio evasión-reflexión que ha triunfado en Fráncfort es QualityLand (Tusquets), de Mark-Uwe Kling, distopía en la que una gran inteligencia gestiona la vida de las personas enviándoles a sus dispositivos lo que deben hacer o decir a partir de sus cualidades, pero ni así puede evitar el protagonista que su vida sea un desastre. Una propuesta con regusto humorístico que se convertirá en serie de HBO. No tan distópica es The Cockroach (Anagrama), sátira política en la que Ian McEwan invierte La transformación de Kafka y la cucaracha muta en el primer ministro que gestionará el Brexit.
En tiempos de nuevas verdades se sitúa Stalingrado (Galaxia Gutenberg), título que tenía Por una causa justa, primera parte de Vida y destino de Vasili Grossman, antes de que la censura soviética retocara 200 páginas. También entre ficción y testimonio se mueve El gueto interior (Literatura Random House; Edicions 62, en catalán), de Santiago H. Amigorena. Finalista del Goncourt, el Médicis y el Renaudot, novela la vida de su familia judía, parte de la cual se quedó en Varsovia en 1940. Y pura literatura es Las cuatro esquinas del corazón (Lumen), inédito de Françoise Sagan con una trama de amor y celos en una pareja burguesa
'‘Bestsellers’ con compromiso. Las distopías siguen reinando entre los libros para el gran público, como la precuela de Los juegos del hambre que ha escrito Suzanne Collins, titulada La balada de pájaros y serpientes (RBA). El thriller oscuro, con mujeres y de tramas angustiosas domina un domestic noir endurecido, que reina junto al true crime. Un ejemplo es Girl A (Ediciones B), de Abigail Dean, sobre el caso de los Turpin, cuyos padres torturaron a sus 13 hijos en California.
Los tiempos influyen tanto en el mundo del libro que Ken Follet, más que promocionar su precuela de Los pilares de la tierra, titulada The Evening and the Morning (Plaza & Janés en 2020), explicaba en la feria que en noviembre visitará Europa junto a Lee Child, Kate Mosse y Jojo Moyes... para mostrar su rechazo al Brexit.
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