Angela Molina

Así era una joven Ángela Molina hace casi 50 años en su debut como actriz

Tras una extraordinaria trayectoria dedicada a cine, teatro y televisión, a la veterana intérprete todavía le quedan papeles soñados por encarnar

Jorge C. Parcero

11 de enero de 2023

Hija, hermana y madre de artistas, la actriz Ángela Molina se encamina a cumplir cinco décadas al pie del cañón en el mundo de la interpretación, sin planes de jubilarse por el momento. Su último proyecto es la película 'La piedad', cuyo estreno se celebraba con una fiesta a la altura de la excentricidad de su director, el siempre controvertido Eduardo Casanova, rindiendo homenaje a este drama con toques de comedia negra. 

Apostando por un dos piezas grisáceo de esencia vintage que rinde un claro homenaje al New Look de Christian Dior se plantaba Ángela Molina en el evento de presentación de este filme de terror nada convencional que habla de la relación más tóxica posible entre una madre y un hijo, estableciendo un paralelismo entre una dictadura y su pueblo.

Ángela Molina posa en el estreno de 'La piedad' en Madrid. (LP)

Este es el tercer proyecto de la hija de Antonio Molina, después del corto 'Carta a mi madre para mi hijo' y la serie 'Un asunto privado', desde que la Academia de Cine le entregara en 2021 un merecido Goya de Honor por "la trayectoria excepcional de esta compañera tan querida por todos por su autenticidad, su talento indiscutible y su especial sensibilidad"

Ante los medios de comunicación cuando se confirmó su galardón, con su habitual desparpajo, la actriz recordaba el momento en el que le comunicaron la noticia, que acogió "con una inmensa alegría. Antes de dar las gracias me salió una sonora carcajada. No lo esperaba y sentí un torrente de alegría. Me va a acompañar toda la vida porque me lo han procurado mis compañeros y eso es lo más noble en este premio".

Ángela Molina. (Limited Pictures)

Interrogada por si aún tenía algún papel soñado al que dar vida tras una carrera tan larga, reconocía que "puede ser cualquier cosa la que me ilusione. Va haciendo un tiempo que no hago teatro y sí que me apetecería alguna vez en mi vida interpretar un Lorca, por todas las afinidades que siento con lo que él me transmite en su arte".

Para recordar su primer papel tenemos que viajar en el tiempo hasta 1975, para verla muy jovencita y muy rubia en su estreno en la gran pantalla con la cinta 'No matarás'. "Lloré desconsoladamente cuando me tiñeron de rubia con 16 años en mi primera película: ¡Es que no soy yo! ¡Es que parezco a Catherine Deneuve! Y mi padre me dijo: '¡Hija, si quieres dedicarte a esto tendrás que hacer de puta, de monja, de rubia, de morena, de tó! ¡Y eso ya puedes empezar a tenerlo claro!'. Ay, qué razón tenía", eran sus curiosas palabras recordando su debut en 'Fotogramas'.

Una escena de 'No matarás'. (Amazon Prime Video)

Fue esa misma revista la que un año antes, sin haber aparecido aún en ninguna película, ya la consideraba en un titular como "una bella promesa". Una promesa que se hizo realidad en 1977 de la mano de Luis Buñuel, con el que fue la Conchita de 'Ese oscuro objeto del deseo', un aplaudido trabajo que le proporcionó renombre internacional y le abrió las puertas de la cinematografía europea.

Ángela Molina, en el Festival de San Sebastián. (Getty)

Desde entonces, la actriz, cantante y bailarina ha trabajado con nuestros cineastas más destacados de las últimas décadas y ha conseguido numerosas recompensas a su esfuerzo, como el Premio Nacional de Cine, la Medalla de Oro de la Academia, la Concha de Plata, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes o el Gran Premio de la Crítica de Nueva York. 

En lo personal, a sus 67 años ha tenido una vida discreta, marcada entre otros acontecimientos por la depresión que sufrió tras la muerte de su padre y que el cine la ayudó a curar, según ella. Es madre de cinco hijos, tres con el fotógrafo francés Hervé Tirmarche, Olivia, Mateo y Samuel, y dos con su actual marido, Leo Blakstad, Antonio y María, de quien Ángela se quedó embarazada cuando tenía 47 años. Una noticia que llenó de alegría al matrimonio por lo inesperada.

Con su marido, Leo Blackstad. (Cordon Press)

Visitando hace tres años el plató de 'El hormiguero', la intérprete que también destaca por su faceta solidaria nos sorprendía dándonos detalles sobre sus embarazos, confesando entre otras cosas lo que supone un parto sin epidural: "Disfruto el sufrimiento de traer un hijo al mundo", aseguraba en su conversación con Pablo Motos.

"Con los años, pienso que mi carrera es inabarcable, que lo que he vivido es más grande que yo, mi memoria es más frágil", señalaba en un coloquio organizado por la Academia de Cine española. "El pasado es una fortaleza donde yo me puedo amparar porque he vivido los trabajos con pasión. Es como mi piel, soy yo misma. Me congratula mucho pensar que todo lo que es mío es vuestro, porque si no, para qué lo hacemos".

EL CONFIDENCIAL