Rose McGowan
La primera actriz que denunció a Weinstein publica sus tortuosas memorias
Rose McGowan arremete en 'Brave' contra la máquina sexual de “los hombres sagrados de Hollywood”
Rose McGowan's memoir Brave details alleged rape by Harvey Weinstein
In ‘Brave,’ Rose McGowan Exposes Hollywood Exploitation
In ‘Brave,’ Rose McGowan Exposes Hollywood Exploitation
Madrid 30 ENE 2018 - 06:42 COT
"Me sentí sucia. Me habían violado. Estuve pensando cómo, la noche anterior a que sucediera, se sentó detrás de mí en el teatro. Llegué a pensar que le había provocado. Eso hizo que me sintiera más sucia", así narra en sus memorias la actriz Rose McGowan (Florencia, Italia, 1973) cómo el productor Harvey Weinstein la violó en la suite de un hotel de Park City, EE UU. Ocurrió durante el Festival de Sundance de 1997, McGowan tenía 23 años y acaba de protagonizar la película Going all the way. Su testimonio, que saltó a la luz el año pasado, 20 años después, ha sido el detonante de otras tantas denuncias de abusos sexuales interpuestas por otras actrices contra Weinstein.
En su libro Brave (HarperOne/HarperCollins, 2018), publicado este martes, y como han avanzado The Guardian y The New York Times, la actriz se refiere al productor con el sobrenombre de "El Monstruo" y relata minuciosamente cómo, tras la proyección de su cinta en el festival independiente, la invitó a su habitación para hablar sobre "la proyección de su trayectoria profesional". Después de media hora hablando, relata McGowan, el productor la arrastró al borde de un jacuzzi y la violó. "Me congelé. Como una estatua", escribe.
Durante una sesión fotográfica de la película Phantom, poco después de la agresión, la actriz afirma que le contó lo sucedido a Ben Affleck, el cual, según asegura, le contestó: "Maldición. Le dije que pararse de hacer eso". Esta declaración, publicada el pasado octubre por la actriz en su cuenta de Twitter, colocó a Affleck en el ojo del huracán. El actor intentó rehabilitar su imagen donando todo el dinero que ganó con la película de Weinstein. "Estoy disgustado y enfadado con el hombre con el que he trabajado y ha usado su posición de poder para intimidar, acosar sexualmente y manipular a muchas mujeres durante décadas", escribió en la red social.
En las 251 páginas, la protagonista de películas como Screen relata lo que significó para ella su trágica infancia en Italia, cuando vivió en la secta polígama Hijos de Dios. Describe la mudanza de su familia a EE UU después de que varios líderes de dicho culto comenzasen a abogar por el abuso infantil, el tiempo que pasó en la calle durante su adolescencia y los tres años que pasó en una relación de abusos. Estos problemas, justifica la artista, determinaron que, tras la violación, no denunciase a Weinstein.
"Ningún trabajo me devolvería a la calle y no tener dónde vivir era una sentencia de muerte. Sabía que si moría sería recordada por revelar a mi violador, pero no por mis logros. No quería su nombre junto al mío en mi obituario ", reconoce.
Junto al nombre del productor, aparece el de su exmarido, el director Robert Rodríguez y de cómo la maltrataba psicológicamente. La actriz reconoce haberse rapado el pelo a "como grito de guerra" contra los abusadores de la industria del cine y que el polémico vestido que uso en la gala de los MTV de 1998 fue un "reclamo de mi propio aclamo después de la agresión". Sus memorias, además de relatar los episodios tortuosos de una vida donde los abusos sexuales le marcaron, sirven de escenario para solicitar el apoyo de grupos como el de Screen Actors Guild, para proteger a mujeres y niños.
Frente a su papel de víctima, McGowan se levanta en sus memorias como un dique contra "los hombres sagrados de Hollywood" y "la máquina" que, alguna vez, la convirtió "en el mejor juguete de fantasía" de la capital del cine estadounidense.
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