Fotografía de Sophie Calle |
La obsesiva mirada de Sophie Calle
recala en Barcelona
La Virreina dedica una exposición a la provocativa artista conceptual francesa
Sophie Calle no es un personaje de ficción, pero podría serlo. El escritor Paul Auster, tras escribir el guion de una película que Michael Radford no llegó a filmar sobre esta autora de perfomances, fotografías y textos, escribió Leviatán, en la que uno de sus protagonistas, María Turner, una mujer que persigue a neoyorquinos, los fotografía y se acuesta con ellos, está inspirada en la artista conceptual. “No soy yo. Yo estoy bastante más loca”, comentó el lunes divertida Calle en Barcelona, en la presentación de Modus vivendi, una amplia retrospectiva con casi una docena de sus trabajos, inaugurada en el Palacio de la Virreina de Barcelona, sede del Centre de la Imatge, en la que se repasa su obra de los últimos 30 años y que el comisario Agustín Pérez Rubio (director del Malba de Buenos Aires) ha querido que fuera una continuación de la que ya se pudo ver en España entre 1996 y 1997.
A Sophie Calle (París, 1953) no le gustan las etiquetas. Utiliza las fotografías para explicar sus historias en las que hay mucho de ritualización de la vida cotidiana, de la suya y la de los otros; pero no le agrada que la definan como fotógrafa. También escribe largos textos que acompañan las imágenes, pero no se considera escritora. Es todo a la vez. Como en la instalación más importante de su carrera: Cuídese mucho, de 2007, con la que participó en la Bienal de Venecia de ese año. En esa obra coral, 106 mujeres (y una cotorra) escogidas por su profesión o su habilidad, interpretan, comentan, bailan y cantan su respuesta a una carta que recibió la artista en la que le decían que todo se había acabado. En La Virreina se muestra una selección de las fotografías de estas mujeres (anónimas y famosas) y sus respuestas. “Trato de fabricar piezas que funcionen con valor poético y artístico, seleccionando momentos de las vidas de las personas en los que veo potencial para colgarlos de una pared o hacer un libro”, indica.
La mayoría de sus cautivadoras imágenes y trabajos giran sobre la mirada y su ausencia, la memoria y el recuerdo. En Barcelona, se exhiben algunas de las piezas de Los ciegos, la obra de 1986 en la que la artista pidió a personas invidentes, de toda la vida o que habían perdido la vista de forma súbita, que le describieran la belleza. También Voir la mer, de 2011, cuatro películas en las que aparecen en Estambul otras tantas personas residentes en Estambul que ven por primera vez el mar (el Mar Negro) y las sensaciones que le despierta.
En 1991, Calle creó Last Seen, sobre cuatro obras robadas en el Museo Isabella Stewart Gardner de Boston, en la que retrata los espacios vacíos de las paredes del museo que ocupaban losrembrandt o vermeer el año anterior. Un trabajo que se completa con ¿Qué veis?, de 2013, donde visitantes y empleados de ese mismo museo explican “lo que ven” en los marcos vacíos.
Daños colaterales, estatuas enemigas, centrada en las tallas religiosas con los rostros mutilados durante las jornadas iconoclastas de la Guerra Civil; Daños colaterales, centro de diana, con las imágenes de reclusos fichados utilizados como dianas por policías americanos en sus entrenamientos, e Inconcluso también se pueden ver, en Barcelona hasta el 7 de junio. La muestra se cierra conAutobiografías, un trabajo todavía en curso, premio Hasselblad 2010; una especie de diario personal, en el que tanto comenta su divorcio como el lugar en el que su madre perdió la virginidad.
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