Verónica Murguía
"Historia de Sami"
El Laberinto Urbano, 10 de noviembre de 1997
PLAGIO DE ARTURO PÉREZ-REVERTE
El cotejo, presentado y publicado por Alberto Chimal, se debe a Raúl Herrera. Laura Lecuona, por su parte, creó la versión para leer por línea resaltando. Pueden apreciar (y el verbo es una ironía) en rojo los traspasos más o menos directos, con algunos cambios de palabras, y en verde las paráfrasis.
Y en este enlace, el texto completo de Pérez-Reverte:
Y en este enlace, el texto completo de Pérez-Reverte:
Después de estas lecturas, la respuesta de Arturo Pérez-Reverte resulta cínica y desvergonzada:
“Con todo el respeto para la señora Verónica Murguía, compruebo con asombro cómo se ha desmesurado hasta el esperpento el contenido de un artículo mío de hace casi veinte años. En ese artículo, que puede encontrarse íntegro en Internet ("Un chucho mexicano"), yo empezaba señalando que la historia me la había contado Sealtiel Alatriste, recogía su versión oral con la mayor fidelidad que pude, y entre los protagonistas de la historia cité el nombre de la escritora Verónica Murguía, a la que yo nunca conocí pero que Sealtiel mencionó como una de las protagonistas del asunto, y de cuya autoría de un artículo anterior sobre el mismo perro (por otra parte, según entendí, muy conocido en el barrio y en la ciudad) me entero ahora. Basta la confrontación de ambos artículos para comprender que sin duda Sealtiel había leído el artículo de la señora Murguía, y que me lo refirió a mí de buena fe. Hablar de plagio en un asunto como éste, cuando un escritor refiere lo que le han contado, cita el nombre de la fuente y cita el nombre de una protagonista de la historia, me parece una irresponsabilidad temeraria y un absurdo disparate. Comprendiendo los intereses y sentimientos de la señora Murguía, a la que ofrecí públicamente mis explicaciones y disculpas cuando fui informado por el diario mexicano La Jornada, le ruego sentido común y prudencia, pues la palabra "plagio" aplicada a este asunto resulta por completo fuera de lugar. Precisamente una escritora, como es ella, debería ser aun más consciente de ello.”
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar