Jessica Lange y Sam Shepard |
Sam Shepard y Jessica Lange: la pasión de un noviazgo tumultuoso
La relación de los dos actores fue complicada desde el principio
de sus casi 30 años juntos
31 de julio de 2017
El día en el que se conocieron, Sam Shepard y Jessica Lange tenían vidas demasiado complicadas como para que su encuentro desencadenara un noviazgo tan pasional y longevo como el que acabaron compartiendo. Les introdujo Graeme Clifford, el director de la película que ambos protagonizarían en 1982, Frances. Ella iba acompañada de su bebé de seis meses, Shura; y a él le esperaban en casa su mujer O-Lan Jones y su hijo de 12 años, Jesse Mojo.
“Había algo en cuanto a Sam… sus largas piernas… Inmediatamente sentí que sabía algo sobre él, ese carácter salvaje tan estadounidense”, dijo Lange en una entrevista a Vanity Fair en 1991.
Hasta el rodaje de Frances, Lange se había pasado los 15 años anteriores viviendo con extranjeros. Estaba casada desde 1970 con el fotógrafo español Paco Grande, hijo del investigador Francisco Grande Covián; pero para cuando conoció a Shepard ya vivía al norte de Nueva York con Mijaíl Barýshnikov, el reputado bailarín y coreógrafo ruso con el que tuvo a su hija Shura.
“Éramos ambos muy críticos, así que nos estábamos juzgando el uno al otro”, contaba Lange en la misma entrevista sobre su primer encuentro con Shepard. Una vez ambos partieron al rodaje de Frances, la intensidad de su relación empezó a aumentar. “Los sets de las películas son los lugares más tentadores del mundo. No hay nada como ellos a la hora de crear una atmósfera de romance y pasión. Tuve la sensación de que Sam y yo nos íbamos a enamorar”. Y efectivamente lo hicieron.
Nunca se llegaron a casar, pero Lange y Shepard estuvieron juntos durante casi tres décadas. Su noviazgo es una de esas historias improbables de Hollywood en las que la lucha por la privacidad, el prestigio de los premios y la incandescencia de su glamour acabaron en un epílogo de decepciones. Su ruptura se produjo en 2009, más de dos años antes de que la revista People pudiera confirmar la noticia, y el pasado jueves Shepard murió por complicaciones de la esclerosis lateral amiotrófica, o ELA, que sufría desde hace un tiempo, según confirmó la familia en un comunicado a Broadway World.
Shepard falleció en su casa de Kentucky rodeado de su familia. No estaba Lange, pero sí los hijos que comparten, Hannah Jane y Samuel Walker, nacidos entre 1985 y 1987. En esos años, Lange y Shepard lograron algunos de los mayores éxitos de sus carreras. Ella encadenó dos nominaciones al Oscar por Country y Dulces sueños y él lo hizo por su mítico papel como Chuck Yeager en Elegidos para la gloria.
Pero la pasión que luego hizo que ambos abandonaran a sus previas parejas no empezó de la forma más idílica. “Él estaba casado y yo tenía un bebé de un año”, dijo Lange en 1991. “Y cuando estábamos juntos nos emborrachábamos, nos peleábamos y bajábamos por la autopista tratando de escapar — quiero decir, cosas bastante locas. No quería seguir en esa dirección, así que dejamos de hablar. Luego, a través de unos amigos, nos volvimos a poner en contacto y eso fue todo. Dejó a su mujer. Yo estaba en Iowa haciendo preproducción para Country, así que quedamos allí y viajamos hasta New Mexico y allí nos asentamos”.
Lange nunca pensó que su relación con Shepard fuera a fructificar de la forma en la que lo hizo, con dos hijos y viviendo juntos en la casa de Nueva York en la que residieron hasta su separación en 2009. Al fin y al cabo, su romance tras el rodaje de Frances era un secreto a voces con citas en el conocido Chateau Mormont, en Hollywood, donde se les vio compartir momentos de lo más pasionales en restaurantes de Sunset Strip.
“Tenemos largos periodos de relativa calma, pero luego, ya sabes…” dijo Shepard en una entrevista a The Guardian en la que describía su relación como tumultuosa desde el comienzo. La pasión que les caracterizaba pudo ser más pública en aquellos comienzos, pero Shepard y Lange trataron de ser mucho más cuidadosos con su privacidad en cuanto tuvieron a sus dos hijos, a los que criaron en diferentes partes rurales de los estados de Virignia, New Mexico y Minnesota, de donde Lange es originalmente y donde en mayor parte crecieron Hannah y Walker.
Desde entonces, la prensa rosa nunca tuvo demasiado que reportar. Incluso en la entrevista que Shepard concedió a The Guardian en 2010, supuestamente meses después de que se hubieran separado, el actor y dramaturgo sólo tenía buenas palabras para la que fue su compañera durante 27 años. “Nunca, jamás he sabido de una mentira que haya dicho”, dijo Shepard sobre Lange, quien para él era la persona más honesta que jamás hubiera conocido. “Era asombrosa. Una de las mejores cosas sobre ella, lejos de su belleza natural, que es increíble, era su humildad”. Por su parte, en una conversación de portada para la revista AARP publicada horas antes del anuncio del fallecimiento de Shepard, Lange dijo que no llamaría a “Sammy despreocupado y divertido, pero todo el mundo tiene su lado oscuro, y él siempre lo lleva con sentido del humor”.
Durante muchos años, el lado oscuro de su relación también quedó a la sombra hasta su separación en 2009. Claro que las complicaciones de su aventura nunca empañaron el amor y la pasión que se debieron desde aquellas primeras miradas en el despacho de Clifford. A su manera, Lange y Shepard se han seguido juzgando casi hasta el final, pero ninguno podrá negar nunca lo importante que fue para sus vidas dejarse llevar entonces y durante los casi 30 años que les golpearon después.
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