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| Clara Rojas |
Un juez prohíbe la exhibición
de ‘Operación E’ en Colombia
La exsecuestrada de las FARC Clara Rojas consigue que se pare el estreno del filme
La obra está basada en la historia de un campesino que cuidó el hijo que parió en cautiverio
Luis Tosar, en un fotograma de 'Operación E'.
La exsecuestrada de la guerrilla de las FARC Clara Rojas ha conseguido, a través de una tutela, que la película franco-española Operación E, basada en la historia de José Crisanto Gómez, un campesino que cuidó durante siete meses al hijo que ella dio a luz en cautiverio, no se comercialice en Colombia.
Según las productoras Tormenta Films, ZircoZine y AJOZ, Clara Rojas, que hoy dirige la Fundación País Libre, que abandera en Colombia la lucha contra el secuestro, “habría conseguido la concesión de tutela provisional para que se abstengan de transmitir, distribuir y promocionar la película en Colombia”. La decisión, alegan las productoras en un comunicado, se tomó “sin oír a la parte demandada y sin ni siquiera ver la película”.
Hace un año, durante el rodaje en la selvas del sur de Colombia, Rojas calificó de “atropello” la película que protagoniza Luis Tosar y cuyo nombre hace alusión a la inicial del nombre de su hijo Enmanuel, que hoy tiene ocho años.
Rojas afirmó en su momento que la película podría distorsionar la verdad de lo que sucedió con Enmanuel. “Mi niño tiene una serie de derechos como lo tienen todos los niños, a tener una vida tranquila, un respeto por su integridad personal y obviamente por su vida pasada, por su presente y por su futuro. Y una información que se teje en torno a su propia historia obviamente nos afecta en nuestra tranquilidad personal”, dijo a los medios de comunicación en noviembre de 2011. También alegó que José Crisanto Gómez había sido acusado de haber secuestrado a su hijo, por lo que estaba preso. Sin embargo, Gómez fue absuelto en abril de este año.
Las productoras también han aclarado que la película, que llegaría a los cines colombianos en marzo de 2013, no gira en torno a Clara Rojas. “Aunque se narran unos hechos en los que su hijo participó, se pone el objetivo en otros personajes”, dicen. Incluso, se pidieron dictámenes jurídicos que determinaron que la película no presenta “lesión alguna de derechos al niño”. Así lo explicó la asesora legal de la película, Marisa Castelo, quien también afirmó que las partes se reunieron en Bogotá para “negociaciones en torno a cuestiones económicas sin llegar a un acuerdo”. Castelo dice que con la tutela Clara Rojas está impidiendo a los colombianos “disfrutar de una película dedicada a las víctimas del conflicto armado”. Por su parte, el administrador de ZircoZine, Farruco Castromán, ha defendido la libertad de expresión y lamenta que "después de un rodaje en el que se involucraron tan intensamente tanto instituciones como ciudadanos colombianos, no puedan disfrutar del resultado final por culpa de intereses personales”.
Para Castromán resulta una sorpresa el fallo judicial que se ha conocido hoy en Colombia. “No nos esperábamos una solución de este calibre, sin habernos escuchado y sin haber visto la película", dijo a EL PAÍS. Anunció que van a presentar un recurso frente al fallo y que confían en la justicia colombiana. “Nosotros estamos agradecidos con las autoridades colombianas y seguimos confiando en que se trata de un error. Esperamos que cuando vean la película confirmen que no se ha hecho una ofensa al honor de nadie y que se narran hechos públicos que no giran en torno a Clara rojas”. Castromán aseguró que todas las instituciones colombianas que colaboraron durante el rodaje lo hicieron luego de haber leído el guion y que una vez lista la película se la mostró a Rojas.
Durante el lanzamiento en Francia, el director de la cinta, Miguel Courtois, defendió la elección del campesino como personaje central de la historia. “Las víctimas inocentes son los héroes de las historias que nos cuentan otros, los que escriben la Historia, con hache mayúscula. Este caso es emblemático”, dijo Courtois y añadió que “lo interesante de esta película era, a partir de una historia conocida (la de Clara Rojas), contar lo que nadie conocía”, haciendo alusión a José Crisanto Gómez.
La oficina de prensa de la Fundación País Libre que dirige Rojas, ha dicho que este es un asunto personal de la que fuera candidata a la vicepresidencia de Colombia como fórmula de la también secuestrada Ingrid Betancourt, y que por ahora no dará declaraciones a la prensa.
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/12/21/actualidad/1356112382_305241.html
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Clara Rojas
y su versión del cautiverio
La compañera de secuestro de Ingrid Betancourt confiesa que nunca fue candidata a la vicepresidencia de Colombia y que su amistad con la francocolombiana no era tan real
ELPAÍS.COM 23 ENE 2009 - 15:29 CET
A un año de su liberación, Clara Rojas se ha sincerado con la revista Vanity Fair, que en su edición de febrero lleva un exclusivo reportaje dedicado a la abogada que estuvo seis años secuestrada por las FARC, tuvo un hijo de un guerrillero y fue conocida en el mundo entero como la candidata a vicepresidenta de Ingrid Betancourt.
En la conversación con la revista, Rojas se desvincula de muchas de las etiquetas que se le han puesto en los años que pasó en cautiverio. Según sus palabras, ni fue tan amiga de Betancourt ni se la nombró nunca candidata a vicepresidenta de Colombia. Ella era su colaboradora, y la historia tantas veces repetida de que se ofreció voluntariamente a ser secuestrada junto a la candidata a presidenta, según Rojas, es falsa.
"Llevábamos tiempo hablando de personas que podían acompañar a Ingrid en su carrera, pero yo no figuraba en ninguna lista. No era la persona que ella hubiera propuesto ni pretendía serlo. La acompañé por amistad", dice Rojas, refiriéndose a su colaboración con la carrera presidencial de Betancourt. Según el reportaje de Vanity Fair, fue Juan Carlos Lecompte, el segundo ex marido de Ingrid, quien la inscribió durante los primeros momentos del cautiverio como candidata para que su secuestro no quedara en el anonimato.
El porqué de su captura tiene también que ver con su amistad hacia Betancourt. Cuando los guerrilleros anunciaron que se llevaban a la candidata a presidenta, Rojas preguntó dónde se la llevarían. A ellos les pareció ofensivo que se interesara por su suerte y como castigo se las llevaron a las dos. "Yo tuve una actitud generosa y por eso esperaba algo diferente de Ingrid, pero no fue así. Ha sido desconcertante y doloroso. La selva nos distanció y todavía no sé muy bien lo que ocurrió, pero nunca he tenido nada en contra de ella. Eso sí, pensaba que era mi amiga, pero me ha demostrado que no lo era tanto".
El hijo del secuestro
En 2003, Clara Rojas se quedó embarazada tras una corta relación con uno de los guerrilleros que la mantenía secuestrada. En la conversación con la revista, la ex prisionera admite que se trató de una relación consentida y que no tiene información sobre el padre de su hijo, a quien llamó Emmanuel y le fue quitado de sus brazos a los ocho meses (para devolvérselo a días de la liberación). "Es algo muy doloroso, de lo que no me gusta hablar, sobre todo por Emmanuel. Es un asunto muy complicado".
A pesar de que ella evita el tema de su embarazo, en el reportaje se entrevista a un ex comandante guerrillero, Martín Sombra, capturado el año pasado, que asistió el terrible parto en el que nació el niño y que cuenta sin inmutarse detalles de la cesárea que tuvieron que practicarle a Rojas. "Hubo un momento en que tuvimos que decidir. O se moría ella o se moría la criatura", explica Sombra.
Pero ambos sobrevivieron y hoy el niño vive con su madre y su abuela en Chía, un pueblo ubicado a unos 40 kilómetros de Bogotá. "Cuando me llama mamá lo hace con un sentido fuerte de propiedad", cuenta Rojas. "Desde el primer día que lo vi me llamó así. El otro día me dijo: 'Yo no tengo papá, así que tú eres mi mamá y mi papá. Pero yo necesito un padre y tú necesitas un marido'. En el fondo, estoy abierta a enamorarme, pero somos un paquetito: yo, mi hijo y mi madre. Y eso implica aceptación y renuncia".
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