sábado, 7 de agosto de 2004

En carne viva / Desconcertante thriller erótico


Meg Ryan



 

Desconcertante 

thriller erótico

Diego Batlle
7 de agosto de 2004

Meg Ryan

"En carne viva" es una de esas películas a contramano de las modas temáticas, de las tendencias narrativas y de los cánones estéticos que imperan en Hollywood. Fiel a su estilo provocativo y al mismo tiempo profundamente sensible y personal, la directora neozelandesa Jane Campion convocó a una gran estrella de la comedia romántica como es Meg Ryan para que se arriesgara con un papel extremo y torturado, lleno de desafíos interpretativos y hasta de desnudos poco habituales en el cine comercial estadounidense. El resultado es un thriller erótico tan desconcertante como audaz, desafiante y magnético, que el sello LK-Tel estrenará en VHS y DVD el 19 del actual sin haber pasado previamente por las salas argentinas.

La trama de "En carne viva" ("In the Cut") está basada en la cotizada novela de Susanna Moore y combina tópicos tradicionales del cine-noir con las desventuras afectivas de Frannie (Ryan), una profesora de inglés de Manhattan que queda inmersa entre sus tormentosos y pasionales encuentros con el citado policía (Mark Ruffalo) y las no menos conflictivas relaciones con su medio hermana (Jennifer Jason-Leigh), su patético ex novio (Kevin Bacon) y un estudiante negro (Sharrieff Pugh). La película -producida por Nicole Kidman a un costo de 12 millones de dólares- es capaz tanto de fascinar como de fastidiar a diversos sectores del público. Por un lado, no se trata de un thriller convencional con una construcción satisfactoria del suspenso; por el otro, vuelve a ofrecer esa sugestión, ese erotismo y esa capacidad para incursionar en las vivencias y sensaciones más íntimas de sus personajes que una feminista como Campion ya evidenciara en multipremiados como "Sweetie", "Un ángel en mi mesa", "La lección de piano" o "Humo sagrado".

Meg Ryan


Con el aporte del notable fotógrafo Dion Beebe ("Humo sagrado", "Chicago"), que construye imágenes oscuras, recargadas y sobrecogedoras, el esforzado aporte de una muy creíble Ryan, aquí bien acompañada por el resto del elenco, y el habitual talento de una directora fuera de norma como Campion, "En carne viva" es recomendable incluso para aquellos que la encuentren como un exponente fallido del cine de género o que se escandalicen con sus pasajes de sexo explícito. Porque no se trata simplemente de un policial o de un ejercicio erótico vacío y complaciente, sino de una alegórica y profunda exploración de las contradicciones, miedos y tabúes que anidan en el interior de cada ser humano.

Por Diego Batlle

LA NACION


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