martes, 14 de marzo de 2023

Triunfo Arciniegas / Marzo y muertas de amor

 




Triunfo Arciniegas


MARZO Y MUERTAS DE AMOR




Marzo llega con libro, como enero (Querida Lucy, cuya tapa les debo) y febrero (Esopo dijo que era el burro, en la maravillosa Cataplum).

Quien no ama un año así. Pero no hay que confundir el ritmo de publicación con el ritmo de escritura. Querida Lucy fue escrito en dos tandas: la primera en los años noventa y la segunda en los dos mil. 

Esopo dijo que era el burro es cosecha de pandemia. Un encargo de la directora de Cataplum, María Fernanda Paz Castillo.

Muertas de amor se cerró entre 2004 y 2005. Es decir, para esa fecha, y producto de los quince años anteriores, ya estaba escrita la totalidad de las historias: veintidós. No he dejado de trabajar en este libro desde entonces. Tengo cincuenta versiones empastadas en mis archivos.

En 2007, con nueve historias y bajo el título de Mujeres muertas de amor, gané el Premio Nacional de Cuento Jorge Gaitán Durán. Las bases limitaban el paginaje. Más adelante, para la colección Palabras Rodantes, que se distribuye de manera gratuita en el metro de Medellín, se editaron diez ejemplares de Cinco muertas de amor. No había tierra para más. Las otras diecisiete se quedaron esperando el entierro. La selección y el prólogo estuvieron a cargo Luis Fernando Macías Zuluaga.  

En 2019, otro amigo, Juan Diego Mejía Mejía, seleccionó ocho de estas muertas para la colección Debajo de las estrellas, de Eafit, la universidad paisa. El libro, que recogía algunas páginas de otros dos títulos míos, Noticias de la niebla y El jardín del unicornio y otros lugares para hombres solos, se llamó simple y llanamente Cuentos.

De manera que hasta ahora, en Tusquets, otro de los sellos de Planeta, se edita Muertas de amor completo, con todas sus muertas: veintidós. Y casi trescientas páginas. La foto de la tapa es mía. No me conviene decirles el nombre de la dueña de las piernas. Esa publicidad podría perjudicarme. La otra foto, donde poco me veo, también es mía. A estas alturas uno ya no está para mostrarse.

Laura Melisa Benítez y yo revisamos las pruebas una y otra vez, hasta el hastío. En estos días el libro entra a la imprenta y llegará a las librerías a finales de marzo o principios de abril. Para entonces, damas y caballeros, rompan la alcancía: tengo gatos que mantener. En la FILBO se hará el lanzamiento, por supuesto. Considérense invitados.

Y todo esto, finalmente, para que tengan idea de cómo y con cuánta terquedad se trabaja un libro. 

1 de marzo de 2023





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