CANDICE SWANEPOEL II
Candice Swanepoel, nacida el 20 de octubre de 1988, en Mooi River, KwaZulu-Natal, Sudáfrica, se levantó de una pequeña comunidad agraria para convertirse en una de las supermodelos más reconocibles del mundo. Descubierta en un mercado de pulgas en Durban alrededor de 2003, sus sorprendentes ojos azules, su pelo dorado y su figura escultural rápidamente llamaron la atención de los exploradores internacionales de modelaje. A mediados de la década de 2000, ella estaba caminando en pasarelas en Milán, París y Nueva York para casas de moda de lujo como Givenchy, Dolce & Gabbana, y Chanel. Su dedicación y elegancia la colocaron entre los modelos de élite de su generación, y en 2007, comenzó su colaboración definitoria con Victoria's Secret, que la transformaría en un nombre global.
Como uno de los ángeles más emblemáticos de Victoria's Secret, Swanepoel adornó numerosos espectáculos de moda de Victoria's secret de 2007 a 2018, ganando sus alas junto a leyendas como Adriana Lima y Alessandra Ambrosio. En 2013, fue elegida para llevar el codiciado sujetador Royal Fantasy de 10 millones de dólares, adornado con rubíes, diamantes y zafiros amarillos, consolidando su estatus entre la élite de la marca. Su trabajo se extendió más allá de la pasarela, convirtiéndose en la cara de las principales campañas para marcas como Versace, Tom Ford y Givenchy Beauty. Circa 2018, lanzó Tropic of C, su línea de trajes de baño sostenible inspirada en sus raíces sudafricanas y el amor por la naturaleza, fusionando la innovación de moda con la conciencia medioambiental.
Fuera de la pasarela, la historia de Candice se define por la resistencia, la maternidad y la influencia global. Equilibrando una carrera exigente con la crianza de sus dos hijos, se convirtió en un modelo a seguir para las mujeres que navegan por el paisaje de la moda moderna. Reconocida por Forbes entre las modelos mejor pagadas del mundo, sigue siendo famosa por su humildad, profesionalismo y belleza atemporal. Hoy en día, Candice Swanepoel se destaca no sólo como una supermodelo, sino como una visionaria, superando el glamour de la alta moda con la autenticidad de una mujer que nunca olvidó de dónde venía.
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