El policía que ríe
Un caso de Martin Beck
Una adaptación al comic, fiel y apasionante, de una de las mejores novelas de los padres de la serie negra escandinava.
Tristan Cardona7 de mayo de 2017
Acostumbrados como estamos a los artilugios tecnológicos de la franquicia televisiva C.S.I., puede sorprender lo rudimentario de los métodos que los policías suecos de los sesenta utilizaban para resolver un crimen. Sin embargo, a menudo lo conseguían.
La adaptación al comic de El policía que ríe por Roger Seiter y Martin Viot es el paradigma del relato procedural; el que describe con exactitud los métodos que utiliza la policía para llegar a cazar a los culpables de un crimen.
Maj Sjöwall y Per Walhöö escribieron hace 50 años una decena de novelas negras protagonizadas por Martin Beck, inspector de la brigada de homicidios de la ciudad de Estocolmo. Su intención era describir como se erosionaba el estado del bienestar en su país y encontraron en el trabajo de los cuerpos de seguridad públicos y en su entorno social un espejo perfecto para ello. El policía que ríe fue su cuarta novela y una de las mejores. En sus páginas se relatan las pesquisas que la brigada de homicidios de Estocolmo efectúa para detener al asesino de 9 personas, entre ellas un inspector de la misma brigada, tiroteadas de noche dentro de un autobús de línea en pleno centro de la capital sueca.
Steiner y Viot no se apartan demasiado de la novela original en esta adaptación y se ciñen a su argumento y a su esencia. Tampoco hace falta ya que desde las primeras páginas uno se siente atrapado por la trama, por la detallada descripción de la rutina policial y por los vaivenes cotidianos de los protagonistas.
El trabajo del dibujante Martin Viot puede parecer descuidado, con cierto parecido al estilo de Manu Lacernet o al del Santiago Valenzuela más comedido, pero es terriblemente eficaz y posee una narrativa envidiable. La adaptación de Roger Seiter es impecable destacando lo trascendente, eliminando lo superfluo y captando la atmósfera crítica y melancólica de la novela. Especialmente interesante es el tratamiento gráfico de la climatología característica de Suecia y como los autores la utilizan para subrayar el paso de las semanas. La lluvia otoñal, la nieve invernal y la progresiva pérdida de luz solar son elementos que acompañan a los policías en sus investigaciones y sitúan perfectamente al lector en el ambiente adecuado. Además, este cómic destaca por su ritmo pausado pero tenso. No hay grandes secuencias de acción, no hay explosiones ni muchos tiroteos sino una expectante progresión de pequeños enigmas por resolver que atrapan al lector hasta el desenlace final.
El policía que ríe de Seiter y Viot es una excelente oportunidad para conocer la serie protagonizada por el inspector Martin Beck. Es además un relato sencillo pero intenso sobre como la vida en una gran ciudad con sus inseguridades y con sus rutinas va aplastando poco a poco a los seres humanos que la habitan convirtiendo en extraordinario algo tan humano como una persona que ríe.
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