Brad Pitt contra el huracán
Se implica cada vez más en proyectos de solidaridad y medio ambiente. Ahora se mete de lleno en el proyecto Make It Right para reconstruir de forma imaginativa y sostenible 150 casas destruidas por el huracán Katrina en Nueva Orleans.
New Orleans |
Ese viento enloquecido que arranca los árboles de raíz, hace que cedan los diques, destroza casas, arroja a las calles el agua del mar y arrastra a cientos de personas: eso es lo que recuerdan los habitantes de Nueva Orleans de aquel 29 de agosto de 2005, cuando la potencia del huracán Katrina sacudió Estados Unidos y descubrió que no estaba preparado, sino inerme frente a la catástrofe. El 80% de la ciudad sufrió estragos, el 50% de sus habitantes se vieron obligados a desalojarla. En estos casi tres años, tanto el Estado como las ONG se han movilizado para conseguir reconstruirla poco a poco. Incluso las estrellas del cine y la música han ayudado mucho. Y aunque hasta hace poco se encontraba a la cabeza de la empresa Spike Lee con su documental When the leeves broke: a requiem in four acts (Cuando se rompieron los diques: réquiem en cuatro actos), desde hace unos meses, Brad Pitt también ha saltado a la palestra. Para ayudar a las víctimas de la catástrofe ha fundado Make It Right con un noble fin: reconstruir 150 casas en Lower Ninth Ward, uno de los barrios más pobres y afectados. Los proyectos, financiados con donativos privados, llevan la firma de 13 conocidos arquitectos internacionales (entre otros, David Adjaye, Morphosis, MVRDV y Shigeru Ban), con una inspiración común: unir sostenibilidad ambiental, seguridad y medidas anticatástrofe, y costes ajustados, sin renunciar además a la modernidad. ¿Difícil? Pero no imposible, ya que la inauguración de la obra se hará próximamente.
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Para concretar su plan, Brad Pitt se ha servido de la colaboración de un equipo de expertos, entre los que se encuentra el estudio de arquitectura Graft, formado por los berlineses Lars Krückeberg, Wolfram Putz y Thomas Willemeit, que son quienes nos cuentan la misión de MIR (Make It Right).
Graft ha sido uno de los primeros en implicarse en el proyecto. ¿Cómo nació esta cooperación?
Todo empezó cuando Brad Pitt, con la asociación Global Green, realizó el proyecto de unas viviendas en el distrito de Holy Cross. Le afectó mucho comprobar que se había hecho muy poco por intentar reconstruir lo que el Katrina había destruido en el barrio de Lower Ninth Ward. Brad Pitt se dirigió a nosotros para pedirnos que reflexionáramos con él sobre la situación. Así que empezamos a recoger material sobre la ciudad, el barrio, la estructura urbana y la arquitectura tradicional que lo caracterizaban. Basándonos en esto ideamos dos proyectos de edificios que remiten al estilo del sholgun y el camelback (casa de estilo arquitectónico típico de los barrios más pobres de Nueva Orleans, que datan de 1800). Sin embargo, al avanzar en el proyecto nos dimos cuenta de que estos dos tipos de edificios no bastarían para reconstruir todo el barrio, porque no podrían devolverle su riqueza cultural, su multiplicidad. Así surgió la idea de implicar a arquitectos de la ciudad en primer lugar, y luego de Estados Unidos y de todo el mundo, invitándoles a participar en un concurso para desarrollar una nueva arquitectura para Lower Ninth Ward.
¿Cuál es la visión que comparte el equipo de MIR?
Hacer posible el regreso de los habitantes de Lower Ninth Ward a su barrio de origen, poder construir en su tierra una casa en la que puedan vivir y volver a la normalidad. Make It Right aspira a una mejor calidad de vida para los habitantes de Lower Ninth Ward. Intentamos conseguirlo realizando casas con cualidades positivas para las personas y para el medio ambiente, que puedan garantizar la seguridad y sean económicamente asequibles. Además, queremos ser un ejemplo para que otras personas en otras partes del mundo decidan recorrer nuestro mismo camino.
Los 13 proyectos arquitectónicos seleccionados se caracterizan por la sostenibilidad. ¿Cuáles son las peculiaridades de su modelo de casa MIR?
Los paneles solares, el sistema de recogida del agua de lluvia, el sistema de calefacción geotérmica, la diversificación de las zonas climáticas en la zona de vivienda (el espacio más caliente se encuentra en el centro de la casa), cristales de gran resistencia y baños con bajo consumo de agua.
Las viviendas del proyecto MIR deben construirse de forma que puedan resistir inundaciones. ¿Cómo han estudiado esta posibilidad?
Se construirá en elevaciones del terreno, y con una salida de emergencia en el tejado de la casa.
¿Cuál ha sido el mayor desafío que han tenido que afrontar? Ha habido varios. Antes que nada, ser conscientes de que estábamos trabajando en una arquitectura responsable, surgida de un compromiso solidario. O, por decirlo de otro modo, teníamos que conseguir crear el mayor número posible de viviendas para ayudar al mayor número de personas. Además, debíamos hacerlo combinando un alto nivel de diseño y limitando al máximo los costes.
¿Y cómo han reaccionado los habitantes? ¿Ha habido buena aceptación o se han producido reticencias ante algo tan novedoso? Nos hemos ganado la confianza de la gente para sacar adelante este proyecto. Luego serán los propios habitantes los que elegirán, de entre los 13 modelos, aquel en el que vivirán. Se construirán sólo los módulos que elija cada uno.
¿Lograrán realizar las primeras casas antes del verano, según lo previsto?
Según van las cosas, creemos que sí.
¿Conseguirá este tipo de arquitectura crear una tendencia o permanecerá como un caso aislado?
No es fácil decir si nuestro proyecto se puede aplicar a gran escala o si será limitado. Lo que podemos hacer es esperar que este modus operandi pueda servir de ejemplo y anime a otros a replantearse el concepto de solidaridad, que puede consistir en mucho más que en ofrecer dinero.
Más información: www.makeitrightnola.org.
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