La escritora austriaca Elfriede Jelinek, de 57 años, fue galardonada ayer por la Academia Sueca con el Premio Nobel de Literatura 2004. Un premio inesperado para una escritora que ha experimentado con el ensayo, la poesía, la novela, el cine y el teatro. Muchos recibieron con sorpresa la noticia y destacaron el papel radical y combativo de la autora de La pianista en sus denuncias de la violencia sexual y la hipocresía social en un mundo regido "por los valores morales de los hombres". Elfriede Jelinek, que, como Thomas Bernhard, ha sido criticada e insultada brutalmente por la extrema derecha de su país, recibió ayer a EL PAÍS en su casa de Viena: "Intentaré apartarme de todo, desaparecer del ámbito público, irme lejos, porque este país me ha deshecho", aseguró.
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