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Jo Nesbø
“Quería conocer la tierra de Gabo”
El escritor noruego de novela negra está de visita en el país. Habló de su admiración al Nobel colombiano y de Harry Hole, el personaje de sus libros.
Lina Robles Luján
5 de diciembre de 2014
Con más de 20 millones de libros vendidos, Jo Nesbø hace parte de la corriente de escritores de novela negra escandinavos cuyas obras cautivan a una amplia audiencia en todo el mundo.
Entre sus fanáticos está el escritor James Ellroy y la cantante Patti Smith.
Amante de los deportes extremos y líder de una banda de rock, Nesbø a sus 54 años de edad, conoce por primera el país de García Márquez, uno de sus escritores favoritos. “Quería conocer la tierra de Gabo. Como Colombia dio a un gran escritor como lo fue Gabriel García Márquez ahora Noruega ha dado a un escritor como lo es Jo Nesbø”, bromeó en diálogo con este medio.
El escritor recordó su infancia cuándo iba de vacaciones a un pequeño pueblo en Noruega y su abuela lo asustada con un policía del lugar que se llamaba Hole. “Si no se acuestan temprano Hole vendrá por ustedes”, le advertía su abuela.
Esa imagen quedaría fija en su mente y con ella crearía al célebre detective Harry Hole, protagonista de diez de sus libros. “Muchos años después volví al pueblo y en una reunión llegó un anciano de casi 90 años que me saludó con su mano huesuda y fría y me dijo: “Buenas noches. Yo soy Hole”, y en realidad esta persona era tan atemorizante cómo me la imaginé inicialmente”, cuenta Nesbø.
El autor aclara que aunque no tiene un método de trabajo para escribir, prefiere hacerlo en un ruidoso café cercano a su casa, combinando la imaginación con la investigación policial. “Es más fácil conocer a ladrones de bancos que a asesinos”, dice y narró una anécdota que tuvo en una cárcel.
“Fui a leer mi libro a una prisión en Oslo y después les dije a los reos: “ya les hice un favor a ustedes leyendo mi libro ahora necesito un favor: ¿quién me puede ayudar con ideas para una novela sobre cómo robar un banco? Todos alzaron las manos”, pero luego les dije: “ustedes están aquí en la cárcel así que no deben ser los mejores ladrones, ¿quién me puede señalar al experto en el tema?”. Todos miraron a un tipo grande que no había alzado la mano y allí me di cuenta que ese sería el personaje perfecto para mi novela”.
EL HERALDO
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