lunes, 31 de enero de 2022

Thomas Mann / Muerte en Venecia V



Thomas Mann
Muerte en Venecia
V

      Durante la cuarta semana en Venecia, Aschenbach hizo algunas observaciones desagradables relacionadas con el mundo exterior. Primeramente le pareció notar que, a medida que avanzaba la estación, la concurrencia parecía más bien disminuir que aumentar en el hotel. Advirtió especialmente que el alemán iba escaseando, hasta el punto de que llegó un momento en que en la mesa y en la playa su oído percibía sólo sonidos extraños. Un día, en la peluquería adonde iba a menudo, atrapó una frase que le dejó preocupado. El peluquero habló de una familia alemana que se había ido, tras corta permanencia, y añadió, en tono ligero e insinuante: «Usted se quedará, caballero; usted no tiene miedo al mal.» Aschenbach le miró replicando: «¿Qué quiere usted decir con eso?» El hablador enmudeció fingiendo distracción y pasó por alto la pregunta. Luego, cuando Aschenbach insistió más decididamente, declaró que no sabía nada, y, evidentemente desconcertado, procuró desviar la conversación.

Thomas Mann / Muerte en Venecia IV






Thomas Mann
Muerte en Venecia
IV

      Un día y otro día, el dios de ardientes mejillas recorría con su cuadriga generadora del cálido estío los espacios, del cielo, y su dorada cabellera flotaba en el viento huracanado que venía del Este. Por los confines del mar indolente flotaba una blanquecina, sedosa niebla. La arena ardía. Bajo el azul encendido de éter se extendían, frente a las casetas, unas amplias zonas, y en la mancha de sombra secretamente dibujada que ofrecían, se paraban las horas, de la mañana. Las noches eran deliciosas; las plantas del parque esparcían su perfume penetrante, mientras en la altura seguían su carrera los astros, y el murmullo del mar, envuelto en tinieblas, hablaba íntimamente al alma. Aquellas noches traían la alegre promesa de un nuevo día de sol, con ocio ordenado, enjoyado de las infinitas posibilidades que podría ofrecer.

Thomas Mann / Muerte en Venecia III






Thomas Mann
Muerte en Venecia
III

      Decidido ya el viaje, algunos asuntos de carácter social y literario retuvieron a Gustavo en Munich durante dos semanas después de aquel paseo. Al fin, un día dio orden de que se le tuviera dispuesta la casa de campo para dentro de cuatro semanas, y una noche, entre mediados y fines de mayo, tomó el tren para Trieste. En dicha ciudad se detuvo sólo veinticuatro horas, embarcándose para Pola a la mañana siguiente.

Thomas Mann / Muerte en Venecia II




Thomas Mann
MUERTE EN VENECIA

II

      El autor de la fuerte y luminosa epopeya de Federico II; el paciente artista que había tejido, en obstinada labor, el tapiz novelesco titulado Maía, tan rico en figuras y en el cual se congregaban tantos destinos humanos a la sombra de una idea; el creador de aquella fuerte narración titulada Un miserable, que mostró a toda la juventud la posibilidad de una decisión moral más allá del más profundo conocimiento; el autor también del apasionado ensayo Espíritu y Arte (con esto quedan sucintamente enumeradas las obras de su edad madura), cuya fuerza ordenadora y cuya elocuencia hizo que ciertos críticos autorizados lo colocaran al nivel de la obra de Schiller en el terreno de la poesía ingenua y sentimental, Gustavo Aschenbach había nacido en L., capital de distrito de la provincia de Silesia. Hijo de un alto funcionario judicial, sus ascendientes fueron funcionarios públicos, hombres que habían vivido una vida disciplinaria y sobria, al servicio del Estado y del rey. La espiritualidad de la familia había cristalizado una vez en la persona de un pastor. En la generación precedente, la sangre alemana de sus antepasados se mezcló con la sangre más viva y sensual de la madre del escritor, hija de un director de orquesta bohemio.

Thomas Mann / Muerte en Venecia I




Thomas Mann
Muerte en Venecia

(Der Tod in Venedig, 1912)


I

      Von Aschenbach, nombre oficial de Gustavo Aschenbach a partir de la celebración de su cincuentenario, salió de su casa de la calle del Príncipe Regente, en Munich, para dar un largo paseo solitario, una tarde primaveral del año 19... La primavera no se había mostrado agradable. Sobreexcitado por el difícil y esforzado trabajo de la mañana, que le exigía extrema preocupación, penetración y escrúpulo de su voluntad, el escritor no había podido detener, después de la comida, la vibración interna del impulso creador, de aquel motus animi continuus en que consiste, según Cicerón, la raíz de la elocuencia. Tampoco había logrado conciliar el sueño reparador, que le iba siendo cada día más necesario, a medida que sus fuerzas se gastaban. Por eso, después del té, había salido, con la esperanza de que el aire y el movimiento lo restaurasen, dándole fuerzas para trabajar luego con fruto.

domingo, 30 de enero de 2022

Somerset Maugham / Mackintosh

Revólver
Andy Warhol


William Somerset Maugham

BIOGRAFÍA

Mackintosh

Mackintosh by Somerset Maugham


 Mackintosh se chapuzó durante unos minutos en el mar; había muy poca profundidad para nadar y no se atrevía a entrar más adentro por temor a los tiburones. Después salió, dirigiéndose a la casa de baños para tomar una ducha. La frialdad del agua era agradable después del pegajoso salitre del Pacífico, tan cálido que, aunque acababan de dar las siete, el bañarse no le despejaba a uno, sino que aumentaba su languidez. Cuando se hubo secado y envuelto en una salida de baño, llamó al cocinero chino, diciéndole que en cinco minutos estaría dispuesto para desayunar. Por la senda de hierba áspera, que Walker, el administrador, creía orgullosamente que era césped, caminó descalzo hasta sus habitaciones, para vestirse. No necesitó mucho tiempo porque no se puso más que una camisa y unos pantalones y se dirigió hacia la casa de su jefe, al otro lado del poblado. Los dos comían juntos, pero el cocinero chino le dijo que Walker había salido a caballo a las cinco y que tardaría aún media hora en volver. 

Somerset Maugham / La carta



William Somerset Maugham

BIOGRAFÍA

LA CARTA



En el muelle, el sol irradiaba sus rayos implacables. Automóviles, camiones y autobuses, coches particulares y de arriendo rodaban a toda velocidad por la calzada obstruida. Todos los kláxons aullaban. Los rickshaws [10] se colaban a través de la multitud, y los coolíes [11] jadeantes sólo encontraban fuerzas para apostrofarse: hundidos por la pesada carga, trotaban de lado gritando a los transeúntes que se retiraran. A voz en cuello, los vendedores ambulantes recomendaban sus baratillos. Del tamil negro al chino amarillo, todas las razas se codean en Singapur: malayos, armenios, judíos y bengalíes mezclan ahí sus roncas voces. 

Somerset Maugham / Lluvia





William Somerset

BIOGRAFÍA

LA LLUVIA

Se acercaba la hora de acostarse; cuando despertaran a la mañana siguiente, la tierra estaría a la vista. El doctor Macphail encendió su pipa y, apoyándose en la borda, registró los cielos, buscando la Cruz del Sur. Después de pasar dos años en el frente y de recibir una herida que demoró más de lo necesario en cicatrizar, se sentía satisfecho al pensar en una temporada tranquila en Apia, durante unos doce meses por lo menos, y ya notaba que el viaje le había hecho bien. Como algunos de los pasajeros desembarcaban al día siguiente en Pago-Pago, habían improvisado un baile por la tarde, y aún parecían resonar en sus oídos las duras notas del piano mecánico. 

sábado, 29 de enero de 2022

La amarga ironía de Somerset Maugham


William Somerset Maugham


La amarga ironía de Somerset Maugham

BIOGRAFÍA

Una cuidada edición de 12 novelas cortas (Lluvia y otros cuentos) trae a la actualidad para los lectores españoles a Somerset Maugham (1874-1965).
Andrés Amorós
7 de agosto de 2016


Su trayectoria literaria cubre cerca de sesenta años, cien relatos, más de veinte novelas, muchas obras de teatro de éxito: en un momento, tuvo en cartel, en Londres, a la vez, cuatro comedias. (Un caricaturista dibujó entonces a Shakespeare, mordiéndose las uñas de envidia). En los años treinta, se le consideraba el novelista más popular y mejor pagado del mundo. Se envidiaban sus viajes a Oriente y su suntuosa mansión, "Villa Mauresque", en la Costa Azul.

Somerset Maugham / El escritor más solo del mundo

William Somerset Maugham


William Somerset Maugham

BIOGRAFÍA

El escritor más solo del mundo

Lluvia y otros cuentos reúne 12 piezas que muestran la lucidez de su estilo y su capacidad para crear personajes humanos


Joaquin Torán
1 de julio de 2016

William Somerset Maugham (París, 1874 - Niza, 1965) murió como vivió: profundamente solo. Cuenta Selina Hastings, autora de la biografía The Secret Lives of Somerset Maugham (Penguin Random House, 2010), que en sus últimas horas pidió a su enfermera que le abrazara de la misma manera en que lo hacía su madre. Sus últimos recuerdos fueron para Edith Mary Snell, la madre perdida a los 8 años y a la que se sentía muy vinculado. La inocencia terminó para el escritor prematuramente; a partir de entonces, no volvió a ser plenamente feliz nunca más.

Somerset Maugham / Chutes de vida y amargura

 

William Somerset Maugham

Somerset Maugham

Chutes de vida y amargura

Rosa Belmonte

9 de diciembre de 2009

La última vez que William Somerset Maugham (WSM) estuvo en España, en 1954, dijo a César González-Ruano que había unas veinte personas aguardando su muerte para escribir su vida. Les haría esperar once años. Quizá las inyecciones de fero de cordero que recibía en la clínica de Vevey (Suiza) tuvieron algún efecto en eu longevidad reptiliana. WSM moriría el 16 de diciembre de 1965, a los 91 años. César había desaparecido un día antes. Mucha más coincidencia que la que se dio (de la que no se dio) entre Shakespeare y Cervantes. El primer libro sobre la vida del escritor británico se publicaría en 1965, «Los dos mundos de Somerset Maugham, de Wilmon Menard; el último, apenas hace tres meses, «The secret lives of Somerset Maugham», de Selina Hastings, obra que ha recibido elogios y unanimidad entre los críticos del «Guardian», el «Times» o el «Telegraph» (éste ha señalado el equivalente literario del famoso retrato de Sutherland colgado en la Tate).

Escritores olvidados / Somerset Maugham

 

William Somerset Maugham

Grandes autores olvidados William Somerset Maugham

BIOGRAFÍA


Hoy casi nadie le recuerda, pero durante la década de 1930 William Somerset Maugham era uno de los escritores más famosos y mejor pagados del mundo. Y con mucha razón.

Lo descubrí cuando tenía catorce o quince años en la biblioteca de los padres de un amigo: un volumen de esos encuadernados en piel, con apariencia de antiguo, tocho y aburrido, que agrupaba varias obras de un tipo que nunca había oído nombrar: William Somerset Maugham.

viernes, 28 de enero de 2022

Graham Sutherland / La calca y el pellizco

William Somerset Maugham
Graham Sutherland,1949

 

La calca y el pellizco

Jesús Silva-Herzog Márquez

1 de noviembre de 2018


Graham Sutherland, el admirable pintor inglés, llegó tarde al retrato. El primero que hizo fue de Somerset Maugham. Le advirtió que se trataba de un experimento. El cuadro resultó potentísimo. Frente a su modelo, el vanguardista pensaba en dos formas de entender el arte en el que incursionaba: fidelidad o juicio. Registrar lo que uno tiene delante de sí o evaluar lo que se tiene en frente. El verdadero retratista logra las dos cosas: es fiel porque es punzante. Sutherland supo mejor que nadie lo que dolía el pellizco de la tela. Simon Schama cuenta la historia en su fascinante historia del retrato británico. La fama que pronto adquirió Sutherland como retratista llevó al Parlamento a considerarlo para una encomienda extraordinaria. Los parlamentarios querían ofrecerle un regalo a Winston Churchill que cumplía 80 años y pensaron en un retrato del primer ministro para que viviera por siempre en las galerías de Westminster. El retratista sería Sutherland. Posaría para él durante varios días. Fue, al parecer, un modelo incómodo. No estaba quieto. Hablaba demasiado. El mayor trabajo lo hizo el pintor en su estudio, con base en una serie de fotografías que le tomó. Al ver su retrato Churchill se mostró indignado. Le pareció espantoso. Llegó a escribirle al pintor que no creía correcto que se exhibiera públicamente. A pesar de ello, el parlamento lo mostró en el homenaje. El lienzo se descubriría en la ceremonia pública que trasmitía en vivo la BBC. Al recorrerse la cortina y admirarse el enorme cuadro, Churchill solamente acertó a decir: este retrato es un ejemplo notable del arte moderno. El mensaje era claro. El óleo era moderno porque era horripilante. La galería estalló en una carcajada. El pintor era humillado públicamente. El hombre de poder se vengaba de su retratista. Correría por parte de su esposa la venganza del retrato. Lo escondió en la bodega de su casa, pero poco después decidió destruirlo. Pasaría por el fuego para que no quedara rastro de la ofensiva tela.

Somerset Maugham / Ashenden o el agente secreto / Reseña

 


Somerset Maughan

Ashenden, o el agente secreto

Jaime Molina

Sin ser ni mucho menos la mejor obra de Maugham, hay que reconocerle a este libro el mérito que sin duda tiene. Ashenden o el agente secreto es una novela episódica de espías en la que, si bien cada uno de sus capítulos no son del todo independientes, puesto que están sutilmente conectados, bien podría considerarse como un libro de relatos, tal vez el primer libro de relatos de espías de la literatura moderna.

Escritor y espía / Cuando Somerset Maugham conspiró para asesinar a Lenin

 

Somerset Maugham


Cuando Somerset Maugham conspiró para asesinar a Lenin

BIOGRAFÍA

¿Quién no conoce a Somerset Maugham? Fue el escritor más popular y mejor pagado del mundo en los años 30, pero su trabajo para la inteligencia británica en Rusia en 1917 es menos conocido. Recibió una “misión imposible” en plena efervescencia revolucionaria y vivió el resto de su vida seguro de que, si hubiera tenido más tiempo, podría haber evitado la victoria bolchevique Rusia.

Alexéi Timoféichev
13 de julio de 2017

William Somerset Maugham fue agente del Servicio de Inteligencia británico durante la Primera Guerra Mundial y se le confió realizare en Rusia una misión cuya verdadera naturaleza sigue siendo un misterio incluso cien años después.

Espionaje / El sigiloso talento de saberlo todo

 


Política argentina

Espionaje: El sigiloso talento de saberlo todo

Tras la muerte de Nisman, las figuras del espía, del carpetazo y de las escuchas coparon la TV y las librerías.

Osvaldo Aguirre
15 de marzo de 2017


Desde la muerte del fiscal Alberto Nisman, el ex agente de inteligencia Antonio Horacio Stiuso comenzó a ocupar un lugar central en las intrigas que atraviesan a la política argentina. La divulgación de escuchas telefónicas a la ex presidenta Cristina Kirchner aparece como el capítulo más reciente de una historia que suele ser narrada en clave de conspiración y tiene como protagonista a un personaje rodeado de un aura de misterio y temor. En las crónicas y los libros de investigación periodística que lo abordan, el enigma del espía evoca tanto representaciones clásicas de la ficción como especulaciones sobre los lazos entre poder y verdad, en la tradición del género de la denuncia.

John le Carré / La ética de los espías melancólicos




Novela policial

La ética de los espías melancólicos

Con una trama que vuelve a sucesos de la Guerra Fría, John Le Carré analiza y juzga el juego cruel que mueve a sus personajes.

Margarat Averbach
22 de febrero de 2018

Las novelas de John Le Carré están marcadas por una prosa aparentemente fluida y una concepción muy compleja del mundo y de las fuerzas que lo manejan. Eso sucede tanto en los libros sobre espías que lo hicieron famoso como en otros, como El jardinero fiel, donde se explora el mundo de las corporaciones y el dinero.

Un género y una tradición / Novelista y espía, dos oficios secretos



Un género y una tradición

Novelista y espía, dos oficios secretos

De Graham Greene a John Le Carré, hubo notables casos de superposición profesional que dieron brillantes obras literarias. Nuevas ediciones confirman la vigencia de un género imbatible.

Pablo de Santis
23 de octubre de 2020


"El coronel preguntó a Ashenden sobre gran número de temas y bruscamente le sugirió entrar en el Servicio Secreto, para el que le reconocía excepcionales aptitudes. En efecto, Ashenden estaba familiarizado con varios idiomas europeos y su profesión constituía una excelente excusa. Con el pretexto de que estaba escribiendo un libro, podía visitar cualquier país sin despertar sospechas”.

jueves, 27 de enero de 2022

Grace Paley / La jovencita



Grace Paley
LA JOVENCITA

Carter se pasó por el café temprano. Yo acababa de limpiar. Dijo: oye creo que voy a tener compañía luego. Déjame usar mi piso.

Yo le dije: La puerta está abierta, adelante.No está cerrado porque tiene que venir el hombre del contador. Le dije que Angie, mi inquilino, podría estar en casa. Pero está colocado casi siempre. Aunque hubiera practicado con la corneta en la habitación de al lado, ni se enteraría. Tómate todo el tiempo que quieras, Carter. Allí no hay vino, nada de eso. Dijo que tenía algo de otro material para estar en forma. Era una broma. Gracias, hermano, dijo. Le dije: Creo que lo he probado todo, pero la verdad es que prefiero el whisky. Si bebes whisky, te emborrachas, pero si te inflas de droga, te vuelves loco. Sí, tienes toda la razón, dijo. Luego sus globos oculares comenzaron a alejarse.

Grace Paley / Madre


Grace Paley
MADRE


n día estaba yo escuchando la radio en onda media. Y sonó una canción: "¡Oh, cuánto anhelo ver a mi madre en el umbral!" ¡Dios mío!, dije, qué bien comprendo esa canción. La de veces que yo he anhelado ver a mi madre en el umbral. El hecho es que solía apostarse en distintos umbrales para mirarme. Como un día que, con la penumbra el vestíbulo a sus espaldas, me esperaba en la puerta principal. Era Año Nuevo. Dijo con tristeza:  Si a los diecisiete llegas a casa a las cuatro de la madrugada, ¿a qué hora llegarás cuando tengas veinte? Lo preguntó sin sorna ni maldad. Se ocupaba ya de los enojosos preparativos para la muerte. De ahí su preocupación. 

Grace Paley / Amor




Grace Paley

AMOR

Traducción de César Palma



rimero escribí este poema: 



Avanzo por el sendero empedrado en el parque
de la universidad 
bajo la luna casi llena las oscuras hojas de roble 
son rojas como arces 
y miro a los jóvenes 
que conversan y se abrazan 
y pienso que por ellos descenderé hasta 
el recuerdo mismo del amor y así me abandono 
mano sobre mano 
hasta que mis pies tocan la tierra de los jardines 
de la calle Vesey.

Grace Paley / Melodía lúgubre


Grace Paley
MELODÍA LÚGUBRE
Gloomy Tune

Existe una familia a la que casi todo el mundo conoce. Los niños de esa familia se llaman Bobo, Bibi, Doody, Dodo, Neddy, Yoyo, Butch, Put Put y Beep.
Hay chicas y chicos.
Algunas madres contratan como canguros a las chicas. Son mediocres, pero baratas. Los chicos piensan ingresar en el ejército.

Grace Paley / Samuel



Grace Paley
SAMUEL

Algunos chicos son terribles. No le tienen miedo a nada. Son de los que gatean por una pared y cuando llegan arriba hacen una reverencia. No sólo son valientes en el tejado, sino que meten mucho escándalo en la parte más oscura del sótano, donde hasta el conserje le fastidia ir. Y en el metro juegan y saltan también en la estrecha plataforma entre las puertas cerradas que comunican los vagones.

miércoles, 26 de enero de 2022

Grace Paley / Dos oídos, tres golpes de suerte



Grace Paley
DOS OÍDOS, TRES GOLPES DE SUERTE
Traducción de Susana Contreras

    En 1954, o 55, decidí escribir un cuento. Ya había escrito bastantes párrafos bonitos con algunas frases de primer orden en ellos, pero no sabía cómo hacer hablar a los hombres y a las mujeres, ni podía encontrar un hilo narrativo en esos escritos en prosa. Había escrito poemas desde que era niña, y era poesía lo que leía con mayor placer.

Grace Paley / Hombres, devolvednos la cortesía





Hombres, devolvednos la cortesía

Conviene que comencemos a leer y hablar de política sin entregar la voz cantante al paso que marcan nuestros diputados


Elvira Lindo
9 de diciembre de 2016


Este sábado quiero hablarles de un libro que viene muy a cuento. Conviene que comencemos a leer y hablar de política sin entregar la voz cantante al paso que marcan nuestros diputados. Hoy quiero mostrarles mi entusiasmo por un libro que ve la luz esta semana, La importancia de no entenderlo todo, de Grace Paley. Esta mujer fue tantas cosas que casi no sabe una por dónde empezar. Nació en 1922 en el Bronx y murió en 2007. Algunos la conocimos por la edición que Anagrama publicó de sus cuentos y ese único volumen sirvió para que algunos la amáramos. Alguien dijo que a Paley se la lee para amarla. Pero el libro que me encantaría que leyeran es una recopilación de sus experiencias como activista. Grace, con esa familiaridad se la nombraba, llegó al feminismo, a la literatura, al activismo contra la guerra del Vietnam, a las protestas sociales inspirada por su vida diaria. Era una de esas amas de casa, al estilo de Alice Munro, que escribían a ratos en la cocina, cuando los niños estaban en la escuela, pero al contrario que Munro su espíritu fue siempre social, alegre, comprometido, gregario, callejero, valiente. No vivió la maternidad de manera conflictiva, sino que se sirvió de ella para escuchar la voz de las mujeres y entablar conversaciones en los parques del barrio. Grace nos cuenta su crianza en un hogar de judíos rusos que encontraron en Nueva York refugio tras ser expulsados por el zar. En las conversaciones familiares encontró su primera instrucción política, por ser sus padres socialistas, pero a lo largo de su vida optaría por el compromiso con las causas concretas.

Grace Paley / Una mujer de letras y de acción

 

Grace Paley




GRACE PALEY, UNA MUJER DE LETRAS 


Y DE ACCIÓN

Por Emma Rodríguez

Parece que tengo una disposición general hacia la desobediencia, civil o de cualquier otro tipo, decía Grace Paley, quien cuando se refería a sí misma solía aludir a su terquedad, “la terquedad más absoluta”. Desobediente, terca, descarada, combativa, divertida, auténtica, adorable, era esta mujer de letras y de acción, convencida de que la literatura ayudaba a cuestionar el mundo, pero que para intentar transformarlo era necesario salir a las calles, repartir panfletos, portar pancartas y banderas en manifestaciones a favor de los derechos humanos y de la igualdad, asumiendo incluso que ir a la cárcel por causas justas era necesario para abrir el camino de los cambios sociales.

martes, 25 de enero de 2022

Bashevis Singer / “Ningún avance tecnológico es capaz de mitigar la desilusión del hombre moderno”

 

De izquierda a derecha: la princesa sueca Christina Magnuson y el escritor Isaac Bashevis Singer, en el banquete de celebración del Nobel de Literatura en Estocolmo, 1978.


Bashevis Singer: “Ningún avance tecnológico es capaz de mitigar la desilusión del hombre moderno”



Bashevis Singer: “Ningún avance tecnológico es capaz de mitigar la desilusión del hombre moderno”

BIOGRAFÍA

'Babelia' recuerda el discurso que el escritor pronunció al recibir el premio Nobel de Literatura en 1978, coincidiendo con la publicación de 'El huésped', relato inédito sobre los supervivientes del Holocausto que crearon el barrio neoyorquino de Williamsburg


Babelia
7 de octubre de 2020

En 1978, la Academia Sueca justificó el Nobel de Literatura para Isaac Bashevis Singer con unos cuantos argumentos, entre ellos: "Por su apasionado arte narrativo que, con sus raíces en la tradición cultural polaco-judía, otorga vida a las condiciones humanas universales". Cuatro décadas después, este legado que supera las fronteras de lo literario revive con la publicación de El huésped (Nórdica Libros), un relato inédito del escritor sobre los supervivientes del Holocausto que emigraron y crearon el conocido barrio neoyorquino de Williamsburg. Bashevis Singer usaba el yidis para, según dijo, "relatar las cosas de los judíos, que siempre han oscilado entre la vida y la muerte. Para los judíos, la muerte sólo puede mencionarse en yidis". En este cuento, descubierto en 2018 por la revista The New Yorker, el escritor narra el destino de los supervivientes del Holocausto a través de dos personajes con distinta fortuna.

Una pregunta para Isaac Bashevis Singer

 

Isaac Bashevis Singer

Una pregunta para Isaac Bashevis Singer

Los cuentos del escritor judío polaco, que recibió el Nobel en 1978, hablan de mundos desaparecidos: las cafeterías de intelectuales, los judíos en Varsovia y en las comunidades rurales de Europa del Este.

Daniel Gascón
26 abril 2018

Lumen acaba de publicar una antología de los relatos de Isaac Bashevis Singer. La edición, que apareció ya en RBA, se basa en The Collected Stories. El autor judío polaco recibió el Premio Nobel en 1978. Aunque escribió novelas admirables, la parte que prefiero de su obra está en esos cuentos. Hay temas recurrentes. Por un lado, la vida en Varsovia. Por otro, el mundo del shtetl, de las comunidades judías rurales de Europa del Este: es frecuente encontrar en ellos un choque entre la tradición y la realidad, y un acomodo variable entre una y otra. A menudo hay un elemento mágico o al menos supersticioso, que convive con lo humorístico. Son historias de mundos desaparecidos: el de las cafeterías de intelectuales antes de la Segunda Guerra Mundial, el de una forma de vida arrasada. Otra veta de su obra trata de quienes han sobrevivido: encuentros de viejos conocidos en Israel o Nueva York que recuerdan a una persona de otro mundo, escritores que dan conferencias o reciben en casa a admiradoras peculiares, flecos sueltos de un pasado o personas que viven en un mundo imaginario casi poblado de cadáveres. Algunos de los mejores están en esta categoría.

Isaac Bashevis Singer / Cuando Shlemel fue a Varsovia

Cuando Shlemel fue a Varsovia (Un cuento de Isaac Bashevis Singer)Isaac Bashevis Singer
BIOGRAFÍA

Cuando Shlemel fue a Varsovia


 Aunque Shlemel era un vago y un dormilón de mucho cuidado, siempre había rondado por su cabeza la idea de hacer un largo viaje. Había oído muchas historias de países lejanos, de grandes desiertos, de profundos océanos y de altas montañas, y a menudo le decía a su mujer que algún día emprendería un largo viaje. Y ella siempre le decía:
– Shlemel, no estás tú hecho para estos trotes... Lo tuyo es quedarte en casa y cuidar de los niños, mientras yo voy al mercado a vender las verduras.

lunes, 24 de enero de 2022

Las vidas de Pierre Michon

Pierre Michon





Adán Medellín
Redacción Tierra Adentro


Titulo: Vidas minúsculas

Autor: Pierre Michon

Traductor: Flora Botton-Burlá

Editorial: Seix Barral

Lugar y Año: México, 1999


Ocho vidas tangentes, sin estrella ni éxito ni fama, configuran la prehistoria y la historia de un autor que encuentra en su travesía de errores vitales y evocaciones de espectros los fundamentos de su propia voz narrativa. Páginas y presencias, fantasmas y voces del pasado que alcanzan a Pierre Michon (Cards, Francia, 1945), al narrador convertido en el personaje de sí mismo, en una confesión lírica y oscura que asombra al desocupado lector.