Carlos Ruiz Zafón |
jueves, 27 de mayo de 2004
Ruiz Zafón supera el millón de ejemplares de 'La sombra del viento'
jueves, 20 de mayo de 2004
Toni Morrison / El corazón escondido
El corazón escondido
AMOR
La llegada de una joven libre y salvaje y su encuentro con el joven nieto de dos de los testigos es a la vez simbólico y efectivo. Simbólico porque reproduce una vez más, en inicio, la figura de esa mujer que abre las piernas antes que el corazón donde se ha acurrucado y, en cierto modo, también la figura del muchacho que se está haciendo hombre en una sociedad distinta de aquella que generó el drama que llega a su término con las dos ancianas. Y es efectivo porque de la actuación de ambos se derivará el movimiento que dará fin a la novela. Toni Morrison, con admirable sabiduría narrativa, coloca a los personajes sobre el tablero de la vida, todos ellos firmemente dibujados, todos ellos imprescindibles, y el lector queda boquiabierto ante la exhibición de madurez, dominio y construcción que ésta demuestra.
sábado, 15 de mayo de 2004
Toni Morrison / "Amor es una palabra gastada, pero aún nos eriza"
"Amor es una palabra gastada, pero aún nos eriza"
Madrid, 15 de mayo de 2004
Convencida de que "la ficción nos enseña a entender mejor la vida", la narradora afroamericana, premio Nobel de Literatura 1993, ha presentado en Madrid su nueva novela, Amor (Areté), el retrato de dos mujeres que, apasionadas por el mismo hombre, han hecho del odio mutuo un arte. "Cada historia contiene un monstruo", afirma.
domingo, 2 de mayo de 2004
Hubert Selby, escritor
Hubert Selby |
Hubert Selby, escritor
2 DE MAYO DE 2004
Hubert Selby, el ex marino mercante nacido en Brooklyn que se dio a las drogas y la literatura tras burlar a la muerte y creó una visión duradera del infierno urbano en su novela Última salida a Brooklyn, falleció ayer en su hogar de Los Ángeles. Tenía 75 años. La causa de la muerte fue enfermedad pulmonar crónica, según informó su hijo, Bill Selby, que añadió que la muerte de su padre era la consecuencia a largo plazo de la tuberculosis que había contraído en el mar durante la Segunda Guerra Mundial.
Selby no tuvo una educación oficial y desdeñaba el orden formal de la puntuación y la trama. Su escritura era parca y directa. Pero lo que más caracterizaba su obra era la absoluta desesperación y soledad que describía en unos términos tan impactantes que durante un tiempo parte de su obra estuvo prohibida en Estados Unidos, y posteriormente en Inglaterra, por ser calificada de obscena.
Selby aseguraba que no entendía a qué venía tanta historia. "Los acontecimientos que se suceden son como la gente", dijo en una entrevista al diario The New York Times en 1988, describiendo las violaciones en grupo, las brutales palizas e innumerables perversiones descritas en Última salida a Brooklyn. "No son personajes literarios; son personas reales. Yo he conocido a esta gente. ¿Cómo es posible que alguien mire en su interior y se sorprenda del odio y la violencia del mundo? Está dentro de todos".
Tralara, una de las historias que componen el libro, fue objeto de un juicio por obscenidad que afectó a The Provincetown Review, que la publicó en 1961. Y cuando Última salida a Brooklyn -que se compone además de otras cinco historias ligeramente relacionadas- fue publicado en Inglaterra en 1966, un jurado lo declaró obsceno y multó a la editorial. La novela describe la zona más vulnerable y sórdida del barrio costero de Red Hook, en el Brooklyn de los años cincuenta, que se representa como una tierra baldía poblada por bandas mafiosas, prostitutas y travestidos. Cuando Grove Press la publicó en 1964, su fuerte lenguaje e incendiarias imágenes hicieron de la novela algo difícil de aceptar o rechazar.
"Es una obra brutal: impactante, agotadora, depresiva", escribió Eliot Fremont-Smith en la primera crítica del libro en The New York Times. Pero, a pesar de ello, reconoció que era un libro que no se podía ignorar fácilmente. "La profunda depresión que produce cuando uno empieza a leerlo da una idea del auténtico poder que comunica más allá del rechazo", escribió. "Otra cuestión es a quién debería pedirse que viva esta experiencia".
Hubert Selby nació el 27 de julio de 1928 en Brooklyn. Durante la Segunda Guerra Mundial, se enroló en la marina mercante, aunque era menor de edad. Enfermó gravemente de tuberculosis en el mar. Tras someterse a un proceso de cirugía radical y más de un año de hospitalización con tratamientos experimentales no se le dio ninguna posibilidad de recuperación.
Pero sí se recuperó, aunque se enganchó a la morfina que le habían dado durante su hospitalización. Empezó a beber. Sin más perspectivas, decidió intentar escribir, aunque una vez comentó que nunca había leído nada hasta que fue adulto.
Mientras escribió las historias de Última salida a Brooklyn estuvo un tiempo trabajando como analista de seguros en Manhattan. Antes de que se publicara el libro en 1964, Selby había ganado menos de 100 dólares con lo que había escrito.
A pesar de su crudeza, el mensaje de redención a través de la autodestrucción que se oculta tras el libro arraigó en Estados Unidos en los años sesenta. Selby superó sus adicciones y se trasladó a la Costa Oeste, donde escribió otras muchas obras, incluyendo The Room (1971), The Demon (1976) y The Willow Tree (1998). En 1989, el director alemán Uli Edel llevó Last Exit to Brooklyn al cine.
Su hijo Bill Selby afirmó que también estaba trabajando en una novela y un guión.
Por otra parte, el director del departamento de Literatura de la Universidad de California del Sur, Jim Regan, en la que Selby daba clases, consideró que el escritor pertenecía a "una generación de escritores de la talla de William Burroughs y Henry Miller. Era uno de los últimos de esta generación que ha dado los mejores escritores de este país".-