Rose McGowan |
Rose McGowan, la actriz que puede acabar con el hombre más poderoso de Hollywood
Lidera la cruzada contra el productor y tira con bala contra Matt Damon, Quentin Tarantino y todos los que considera sus cómplices.
A la luz de las recientes acusaciones contra Weinstein, revistas como Vanity Fair han atado cabos: a finales de los dosmiles, McGowan era pareja de Robert Rodriguez, que la dirigió en Grindhouse, la mitad del programa doble con Quentin Tarantino . Y el productor distribuyó aquel combo a través de Dimension Films, una subsidiaria de The Weinstein Company.
Rose McGowan |
Desde que todo salió a la luz, la actriz no está dudando en señalar con nombre y apellidos a todos aquellos que considera cómplices por su silencio. “Eh, @caseyaffleck @benaffleck, ¿cómo va vuestra mañana?”, tuiteó el lunes. Affleck, de hecho, habló 48 horas más tarde y dijo sentirse “triste y enfadado” y que las acusaciones le ponían “enfermo”. Con su amigo, McGowan fue aún más lejos:: “Eh, @mattdamon, ¿cómo te sientes siendo un aprovechado sin escrúpulos que permanece en silencio?”. McGowan tira con bala. A Damon y a Russell Crowe se les acusa de haber frenado un artículo que iba a publicar The New York Times ya en 2004 sobre el delegado italiano de Miramax, la empresa de Weinstein, que al parecer actuaba como conseguidor de mujeres para el gran jefe y tenía entre sus funciones organizarle fiestas con prostitutas rusas. La periodista Sharon Waxman, fundadora de la web The Wrap, que iba a firmar aquel artículo, ha contado que Damon y Russell le llamaron personalmente para frenar sus investigaciones y amenazarla. Finalmente, se publicó pero completamente rebajado, sin ninguna mención al escándalo sexual, y simplemente como una nota para sobre un empleado despedido de Miramax.
En la lista de nuevos enemigos de la actriz también figura en un puesto destacado la diseñadora Donna Karan, que hace unos días salió en defensa de Weinstein diciendo que las actrices y empleadas que le acusan también tienen la culpa “por su forma de vestir”. “Miras a todo lo que está pasando en el mundo hoy, cómo visten las mujeres, cómo se presentan a sí mismas…¿qué están buscando? Problemas”, declaró la empresaria en una alfombra roja en la que también que el productor, amigo suyo, es “un hombre maravilloso”. La actriz le respondió en su plataforma preferida llamándola “basura en un vestido bonito” y añadiendo que “ayudar y excusar [a los depredadores sexuales] es un crimen moral”.
Rose McGowan tampoco tiene mucha paciencia con los actores (sobre todo actrices) que están declarándose asqueados y decepcionados con Weinstein, a no ser que hagan algo además de hablar. A Julianne Moore le increpó que, si tan horrorizada estaba, forzase la dimisión de toda la junta directiva de The Weinstein Company, que, a su entender, ha actuado como cómplice del productor. De hecho, corre el rumor en Hollywood de que sería Bob Weinstein, el hermano y socio, quien estaría detrás del escándalo, para poder quedarse a solas con la empresa. Otros “callados” a los que acusa McGowan: su ex, Robert Rodríguez, a Tarantino, Colin Firth, Daniel Day Lewis y el director de El discurso del rey Tom Hooper. También le ha dolido especialmente que Alyssa Milano, su compañera en Embrujadas, que suele manifestarse en contra de la discriminación contra las mujeres, no haya abierto la boca aún.
El escándalo está volviendo a poner de manifiesto que la violación y el acoso sexual a menudo se siguen enmarcando como “un problema de mujeres”, como si no afectara a toda la sociedad, y no fueran hombres los perpetradores. De ahí que sean las mujeres quienes se ven interpeladas y hayan tenido que salir antes en defensa de las víctimas. Entre los pocos actores que se apresuraron a condenar a Weinstein está Seth Rogen, y Rose McGowan le dio las gracias por ser “un aliado”.
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