Lena Headey |
Lena Headey
El acoso de Harvey Weinstein
Lena Headey, de 'Juego de tronos', ha sido la última en denunciar el comportamiento del productor, al que acusan de abuso intérpretes como Rose McGowan, Gwyneth Paltrow, Angelina Jolie o Ashley Judd
Madrid, 18 de octubre de 2017
Lena Headey, conocida por su papel de Cersei Lannister en la serie ‘Juego de tronos’, ha sido la última actriz en sumarse a la lista de intérpretes que acusan de acoso sexual al productor Harvey Weinstein. "La primera vez que le vi fue en el Festival de Cine de Venecia, donde la película 'El secreto de los hermanos Grimm' [2005] se exhibía en el festival, en cuyo rodaje sufrí un interminable bullying por parte del director Terry Gilliam", empieza el primero de una cadena de mensajes que ha publicado la actriz en su cuenta de Twitter. “En un momento dado, Harvey me pidió ir a dar un paseo hacia el agua, fui con él y se paró e hizo un comentario sugerente, un gesto, yo simplemente me reí. Estaba en shock. Recuerdo pensar que era una broma y decirle algo tipo 'Venga hombre, sería como besar a mi padre. Vamos a tomar algo con el resto’. Nunca más estuve en una película de Miramax [productora de Harvey Weinstein]”.
En un segundo mensaje en su Twitter, Headey habla de un segundo episodio ocurrido en Los Ángeles años después. “Por alguna razón creía que nunca se atrevería a volver a intentar algo conmigo, no después de haberme reído en su cara y decirle que eso no iba a pasar ni en un millón de años. Pensé que respetaría mis límites y que quizás solo quería hablar de trabajo", cuenta a su millón de seguidores en la red social. Tras desayunar, le empezó a hacer preguntas sobre su vida personal que ella trató de desviar hacia otra conversación. “Luego se fue al baño y al regresar me dijo de subir a su habitación porque quería enseñarme un guion. Caminamos hacia el ascensor y la energía cambió, y todo mi cuerpo se puso en alerta, el ascensor subía y le dije a Harvey: ‘No estoy interesada en nada que no sea trabajo, por favor, no pienses que voy ahí contigo por cualquier otra razón’. Nada va a pasar, le dije. No sé lo que me poseyó en ese momento para hablar, solo que tenía un gran sentimiento de que no se me acercara”.
La actriz, de 44 años, termina su historia con una tercera nota. “Se quedó en silencio después de que yo hablara, furioso. Salimos del ascensor y entramos en su habitación. Su mano estaba en mi espalda, me dirigía, sin hablar, me sentí completamente sin poder. Intentó poner la llave y no funcionó, y luego se enfadó mucho. Así que me acompañó de nuevo al ascensor agarrándome del brazo, pagó mi coche y me susurró al oído: 'No le digas a nadie nada sobre esto. Ni a tu mánager ni a tu agente'. Entonces me senté dentro y rompí a llorar”. Pocos días antes de revelar su historia, la actriz tuiteó: “Harvey Weinstein se ha ido. Pero Hollywood todavía tiene un problema”.
EL PAÍS
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